Los panameños amigos de Cuba, que son muchos,
acaban de realizar su XV Encuentro Nacional de Solidaridad en el que
proclamaron con mucho vigor que el bloqueo de Estados Unidos a ese país es un
acto de genocidio.
Delegaciones de todas las provincias se dieron cita en el auditorio de la
Facultad de Administración Pública de la Universidad de Panamá para compartir
con numerosos invitados especiales muchas de sus reflexiones, entre ellas sobre
el bloqueo.
El tema vino a colación porque el 28 de este mes la Asamblea general de
Naciones Unidas debate el proyecto de resolución Necesidad de poner fin al
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de
América contra Cuba.
Los panameños recuerdan que durante más de medio siglo se ha regido por un
memorando del ex-subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos Lester
Mallory del 6 de abril de 1960, el cual admite sin ambages estar dirigido a
provocar “el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno” cubano.
Ese propósito y sus efectos reales en la vida del pueblo cubano, los llevó a
proclamar que el bloqueo es un genocidio según la Convención para la Prevención
y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, y otras más del derecho
internacional.
Ese genocidio, señalaron, es cuantificable aún cuando el daño espiritual,
humano y emocional no admite comparaciones ni tiene precio, pero económicamente
hablando equivale a muchísimo más de un millón de millones de dólares, para ser
exactos, un billón 112 mil 534 millones, por lo cual es fácil deducir su
significado en materia de calidad de vida, bienestar y desarrollo del país.
Y lo que molesta a los panameños, al igual que a una parte del mundo cada vez
más creciente, es que ese genocidio se sigue aplicando y una muestra concreta
que se planteó en el Encuentro es la mega multa de ocho mil 970 millones de
dólares impuesta por Estados Unidos al banco francés BNP Paribas.
La resolución panameña recuerda que de 2010 a la fecha se han registrado
alrededor de 130 acciones de carácter extraterritorial a entidades en terceros
países, 81en el ámbito financiero, y desde 2004 el monto total de multas
impuestas por mantener vínculos con Cuba asciende a 11,5 mil millones de
dólares.
Es un exabrupto histórico, de allí la justeza y urgencia del proyecto que se
discutirá el 28 de octubre por vigésimo tercera vez consecutiva en la ONU donde
el año pasado 188 estados apoyaron a Cuba en su lucha por el levantamiento del
bloqueo.
Por esas razones y muchas más, los panameños acordaron reforzar la
exigencia al gobierno de Estados Unidos de que termine definitivamente esa
política genocida.
Adicionalmente, reclamar al presidente Barack Obama que suspenda la feroz
cacería contra las operaciones comerciales y financieras cubanas, las
agresiones sistemáticas a las que está sometida esa nación.
En el plano interno, acordaron exhortar al gobierno panameño a mantener en ONU
y otros organismos una postura independiente a favor del levantamiento del
bloqueo, e incrementar los reclamos para que la actual administración
estadounidense elimine las leyes extraterritoriales (Torricelli, Helms-Burton)
y otras más.
Enviar una carta a la Cancillería respaldando el voto de Panamá a favor
de la resolución contra el bloqueo y pedir al gobierno reconsidere la actual
condición de Cuba de “país con visa restringida”, estatus que afecta el
intercambio económico-comercial , académico y cultural entre ambos países.
Es, sin lugar a dudas, una hermosa actitud del pueblo panameño a través del
movimiento de solidaridad, que estimula a continuar la batalla contra el
bloqueo que debe ser levantado ya.
lma
PANAMÁ-CUBA
El
bloqueo económico a Cuba es un acto de genocidio
Panamá,
18 oct (PL) Los panameños amigos de Cuba, que son muchos, acaban de realizar su
XV Encuentro Nacional de Solidaridad en el que proclamaron con mucho vigor que
el bloqueo de Estados Unidos a ese país es un acto de genocidio.
Delegaciones de todas las provincias se dieron cita en el auditorio de la
Facultad de Administración Pública de la Universidad de Panamá para compartir
con numerosos invitados especiales muchas de sus reflexiones, entre ellas sobre
el bloqueo.
El tema vino a colación porque el 28 de este mes la Asamblea general de
Naciones Unidas debate el proyecto de resolución Necesidad de poner fin al
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de
América contra Cuba.
Los panameños recuerdan que durante más de medio siglo se ha regido por un
memorando del ex-subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos Lester
Mallory del 6 de abril de 1960, el cual admite sin ambages estar dirigido a
provocar “el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno” cubano.
Ese propósito y sus efectos reales en la vida del pueblo cubano, los llevó a
proclamar que el bloqueo es un genocidio según la Convención para la Prevención
y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, y otras más del derecho
internacional.
Ese genocidio, señalaron, es cuantificable aún cuando el daño espiritual,
humano y emocional no admite comparaciones ni tiene precio, pero económicamente
hablando equivale a muchísimo más de un millón de millones de dólares, para ser
exactos, un billón 112 mil 534 millones, por lo cual es fácil deducir su
significado en materia de calidad de vida, bienestar y desarrollo del país.
Y lo que molesta a los panameños, al igual que a una parte del mundo cada vez
más creciente, es que ese genocidio se sigue aplicando y una muestra concreta
que se planteó en el Encuentro es la mega multa de ocho mil 970 millones de
dólares impuesta por Estados Unidos al banco francés BNP Paribas.
La resolución panameña recuerda que de 2010 a la fecha se han registrado
alrededor de 130 acciones de carácter extraterritorial a entidades en terceros
países, 81en el ámbito financiero, y desde 2004 el monto total de multas
impuestas por mantener vínculos con Cuba asciende a 11,5 mil millones de
dólares.
Es un exabrupto histórico, de allí la justeza y urgencia del proyecto que se
discutirá el 28 de octubre por vigésimo tercera vez consecutiva en la ONU donde
el año pasado 188 estados apoyaron a Cuba en su lucha por el levantamiento del
bloqueo.
Por esas razones y muchas más, los panameños acordaron reforzar la
exigencia al gobierno de Estados Unidos de que termine definitivamente esa
política genocida.
Adicionalmente, reclamar al presidente Barack Obama que suspenda la feroz
cacería contra las operaciones comerciales y financieras cubanas, las agresiones
sistemáticas a las que está sometida esa nación.
En el plano interno, acordaron exhortar al gobierno panameño a mantener en ONU
y otros organismos una postura independiente a favor del levantamiento del
bloqueo, e incrementar los reclamos para que la actual administración
estadounidense elimine las leyes extraterritoriales (Torricelli, Helms-Burton)
y otras más.
Enviar una carta a la Cancillería respaldando el voto de Panamá a favor
de la resolución contra el bloqueo y pedir al gobierno reconsidere la actual
condición de Cuba de “país con visa restringida”, estatus que afecta el
intercambio económico-comercial , académico y cultural entre ambos países.
Es, sin lugar a dudas, una hermosa actitud del pueblo panameño a través del
movimiento de solidaridad, que estimula a continuar la batalla contra el
bloqueo que debe ser levantado ya.
lma
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