Jueves, Junio 25, 2015 - 00:00
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Indígenas del Movimiento 10 de Abril (M-10) fueron los ausentes durante la mesa del diálogo instalada ayer en David, toda vez que se negaron a participar debido a que la comisión de alto nivel decidió que dicha reunión no se realizara en el distrito de Tolé.
La mesa del diálogo encabezada por la vicepresidenta Isabel de Saint Malo, los ministros Milton Henríquez y Mirey Endara, y el director de la ASEP, Roberto Meana, mientras que por los ngäbes y buglés participaron Ausencio Palacio, Alberto Montezuma, la gobernadora de la comarca Omaira Silvera, los diputados Ausencio Palacio y Jaime Pedrol, autoridades del Congreso Regional como el presidente del Congreso General, Edilberto Sánchez, y algunos caciques locales.
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Ricardo Miranda, del M-10, dijo que el Gobierno no vino a cancelar Barro Blanco, lo que vino hacer fue a negociarlo y quienes asistieron a esta mesa son personas únicamente con interés de que el proyecto continúe, pues por dinero están dispuestos a vender su gente y sus tierras.
La vicepresidenta de Saint Malo reiteró "el Gobierno no considera que el proyecto se puede cancelar, por lo cual tenemos que volver a reunirnos con los indígenas la próxima semana".
Saint Malo agregó que si los miembros del Movimiento 22 de Septiembre y de la iglesia Mama Tatda no se retiran de la entrada del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, el presidente de la República cancelará la reunión pautada para mañana.
Por su parte Generadora del Istmo advirtió que la suspensión de la obra desde febrero ha generado pérdidas económicas que rondan los $20 millones. El proyecto Barro Blanco conlleva una inversión de U$140 millones y su construcción se encuentra en un 95% concluida.
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