Por: Camila Moreno
La familia del héroe cubano Fernando González Llort, preso injustamente en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, espera con ansias y alegría su salida de prisión el próximo 27 de febrero. Después de cumplir su injusta e irracional sentencia hasta el último minuto, uno de los Cinco -como internacionalmente se les conoce-, está a punto de demostrarle al sistema judicial estadounidense que las convicciones y el patriotismo resisten el más cruel de los castigos.
Su Madre, Magali Llort, cuenta los días, las horas y los minutos que le quedan para abrazar a su hijo. Aunque la anciana sabe que cuando salga de prisión no lo podrá ver de inmediato ya que dependerá del tiempo que le tome el proceso de deportación al que será sometido, está ilusionada con la idea de que la próxima vez que le abrace no le dirigirán ni el saludo ni controlarán sus sentimientos, como lo ha tenido que hacer durante casi 16 años cada vez que le visita en prisión, custodiada por guardias armados cual si se tratara de un miembro activo de AL QAEDA.
La última vez que la anciana lo vio, fue en enero pasado, la visita fue dura para ella ya que Fernando estaba enfermo, toda madre sabe lo que duele la enfermedad y el sufrimiento de un hijo pero imaginen que a pesar de que se trata de un hijo que no protesta y resiste con firmeza, ella, su madre, no puede acariciarlo, mimarlo, bajarle la fiebre y estar a su lado aunque sea una noche.
Cuanta impotencia para Fernando que ha perdido parte de su vida detrás de esas rejas pero también para su madre y seres queridos que han tenido que verle pagar una larga e injusta condena por hacer lo correcto, por evitar que exploten bombas, que se asesinen a personas inocentes y porque reine la paz y la solidaridad entre las naciones, pero tranquila Magali, la historia lo absolverá y tal y como René fue abrazado por todo un pueblo, pronto veremos a su hijo hacer una entrada triunfal al país que le vio nacer.
Le esperamos.
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