El 4 de mayo el pueblo saldrá a votar, pero nunca más por los mismos.
De acuerdo a “Ibope Media Panamá”, firma que se dedica a la investigación de la inversión en publicidad, el año pasado (2013), el candidato oficialista José Domingo Arias se gastó sólo en publicidad de TV, Radio y Prensa la suma de B/. 8,481,735.82 que sumado a los B/. 19,213,128.57 de Cambio Democrático hacen un gran total para el títere de Martinelli de B/. 27,694,864.39.
Conste que no se suman aquí los millones que pauta el Gobierno y que representan publicidad en favor del candidato oficialista, ni lo gastado por grupos afines al oficialismo como el denominado “Panamá Avanza”, Molirena y otros.
Por su parte, Juan Carlos Navarro del PRD, apoyado por el mismo “Círculo Cero” de Arias, gastó B/. 7,296,444.22. Aquí no se incluye lo invertido por su compañero de fórmula, Gerardo Solís, el PRD disfrazado de independiente, ni se registran otros gastos como la compra reciente de un avión privado para Navarro con plata de la campaña. Tampoco se incluye la publicidad y espacios que de manera gratuita brindan algunos medios al candidato del que fuera el brazo político de la Dictadura, el PRD.
Mientras tanto, Juan Carlos Varela invirtió en 2013 la suma de B/. 2,599,430.66, pero no se incluye aquí lo gastado en estos rubros por su aliado el Partido Popular.
Genaro López, candidato del nuevo partido Frente Amplio por la Democracia (FAD) ha invertido poco más de 42 mil balboas, lo cual representa una cifra ínfima en comparación con los 37 millones 600 mil balboas que despilfarraron en publicidad los 3 candidatos de la Partidocracia.
El FAD ha señalado que su campaña se financiará con los más de 4 millones y medio de financiamiento público que ha destinado el Tribunal Electoral a cada partido y de los cuales no ha recibido ni recibirá ni un solo centavo pues será el organismo electoral quien se encargará de pagar a publicitarias, medios y proveedores dispuestos a darle crédito al FAD o a los entes financieros con disposición de otorgarle préstamos al partido. De allí la necesidad de donaciones para sufragar otros gastos, entre ellos los que se incurrirá el 4 de mayo, día de las elecciones, los cuales no son contemplados por el financiamiento público.
El financiamiento público representa apenas una bicoca si lo comparamos con lo que invierten los partidos tradicionales en publicidad. Sin embargo, debería bastar y sobrar en una campaña igualitaria. Por ello insistimos en que debe ponerse un límite a las aportaciones privadas, supuesto dinero lícito que da ventajas a los candidatos vinculados al poder económico y que hacen del sistema vigente una caricatura de democracia.
El mismo poder económico detrás de las campañas de los partidos tradicionales es el mismo que le regatea aumento salariales a los trabajadores, como ocurre en estos momentos con el caso de la CAPAC respecto a las justas demandas del SUNTRACS; o que se benefician directamente de la especulación y el alto costo de la vida. Son los mismos grupos económicos que financian a todos los candidatos de los partidos tradicionales para una vez que lleguen al Gobierno pasarle la factura y hacerse de los grandes contratos, negociados y asaltar el erario tal como ocurre ahora, más en 5 que en 50 años.
Nótese que el informe de “Ibope Media Panamá” no incluyen las encuestas para manipular la opinión pública, baners, afiches, sweters, gorras, fiestas, souvenires, tours, carnavales, concentraciones, conciertos, caravanas, personal, páginas web, internet, manejo de redes sociales, producción, asesorías; o bolsas de comida, materiales de construcción, becas, electrodomésticos, dinero en efectivo u otras manifestaciones del obsceno clientelismo electoral ni las vallas publicitarias cuyos precios oscilan entre 3 mil y 10 mil balboas mensuales cada una, por lo cual estos gastos de los partidos políticos tradicionales pueden elevarse al triple.
Es imposible, además, cuantificar el dinero proveniente de actividades de lavado de dinero y del narcotráfico que se utilizan para financiar partidos y candidatos como reconoce el propio Ministro de Seguridad.
Tomando en cuenta que para 2014 los medios de comunicación han aumentado sus tarifas y que en estos 4 meses se intensificarán las campañas, es de esperarse que estos gastos se disparen a números astronómicos.
¿De dónde sale ese dinero? Gran parte son recursos que financia el pueblo a través de exoneraciones de impuestos, las coimas y sobre costos en los proyectos del Estado.
Por ello, es un crimen que ante tanta pobreza y necesidades del pueblo se gaste tanto dinero. Sólo una Asamblea Constituyente Originaria que funda una nueva República auténticamente democrática puede acabar con tanta podredumbre moral.
Lo que sucede en verdad es que los productos o candidatos que ofertan los partidos tradicionales son de tan mala calidad que deben invertir demasiado en publicidad para engañar al pueblo.
No ocurre así con Genaro, dirigente popular de amplia trayectoria, que no tiene que fingir que es pueblo. Por eso es importante recordar que el voto del pueblo digno y noble de Panamá es secreto y no se vende. El 4 de mayo el pueblo saldrá a votar, pero nunca más por los mismos.
Ese día el pueblo pondrá las gráficas al revés.
¡Nace la Esperanza!
Panamá, 25 de febrero de 2014.
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