Con el avance de la
ultraderecha en Europa crece el debate sobre la participación de
inmigrantes en las selecciones de fútbol. Aquí les mostramos como serían
algunos combinados del Mundial si en sus filas no hubiera inmigrantes
de primera generación.En Europa no solo hay hinchas
racistas que lanzan bananos al campo, sino que los partidos políticos de
extrema derecha están ganando terreno en Francia y los Países Bajos.
Actualmente, además, la mayoría de los ‘hooligans’ alemanes son
neonazis. Y este año Suiza votó a
favor de reducir la inmigración, desafiando el espíritu de las leyes
que permiten a los ciudadanos la libertad de circulación en toda la
Unión Europea.
Si se define en términos generales a un ‘extranjero’ como cualquier persona con al menos un progenitor nacido en otro país, la selección suiza perdería a dos tercios de sus jugadores. Francia y los Países Bajos quedarían bastante ‘desarmadas’ para jugar el Mundial de Brasil y quizá no lograrían pasar de la primera ronda. Y Argelia, Ghana o Turquía se reforzarían en gran medida, según este análisis que publica Global Post.
Brasil, la gran favorita de
su grupo en el ‘mundo real’, posiblemente seguiría siéndolo en el
hipotético caso de que no se permitieran ‘inmigrantes’ en los combinados
nacionales, puesto que incluso así conservaría a todos sus jugadores
estrella. Mejor aún, Brasil recupera algunos de sus nacionales
que juegan para otros países: el delantero Eduardo Alves da Silva del
Shakhtar Donetsk y el centrocampista del Getafe Jorge Sammir Cruz
Campos, que juegan para Croacia, y el defensa del Real Madrid Kepler Laveran Lima Ferreira (Pepe), de Portugal.
Aunque Croacia tiene posibilidades limitadas de terminar líder del grupo A, mantendría a jugadores importantes. Concretamente el delantero del Bayern Múnich Mario Mandzukic, o el del Hull City Nikica Jelavic.
Como se señaló anteriormente, pierde a Da Silva, que volvería a Brasil. Pero si somos generosos acerca de la atribución de los jugadores de la antigua Yugoslavia, a Croacia podrían llegar el centrocampista del Nápoles Blerim Dzemaili (nacido en Macedonia) y el del Bayern de Múnich Xherdan Shaqiri (nacido en Kosovo), que juegan para Suiza. (El delantero de la Real Sociedad Haris Seferovic, cuyos padres provienen de Sanski Most, y el delantero del FC Zúrich Mario Gavranovic, cuyos padres son de Gradacac, se irían a jugar por Bosnia-Herzegovina).
España no perdería a jugadores clave como el delantero del Barcelona
Pedro Eliezer Rodríguez Ledesma, a los volantes Andrés Iniesta y Xavi
Hernández, o el delantero del Atlético de Madrid David Villa. Sin
embargo, perdería al delantero del Manchester City David Silva, ya que
su madre es de Japón y su padre es de las islas Canarias, y al brasileño
nacionalizado Diego Costa.
Holanda mantendría al delantero del Manchester United Robin van
Persie, al centrocampista del Hamburger SV Rafael van der Vaart, al
extremo del Bayern de Múnich Arjen Robben, y al delantero el Schalke
Klaas-Jan Huntelaar. Pero se quedaría sin el delantero del Dinamo de
Kiev Jeremain Lens, el portero del Swansea City Michel Vorm, y el
centrocampista del AC Milan Nigel de Jong.
Colombia tiene suerte, aún conservaría al delantero del Mónaco
Radamel Falcao, aunque está lesionado y no juega el Mundial, al
delantero del River Plate Teófilo Gutiérrez, al mediocampista del Mónaco
James Rodríguez, al capitán, el defensor del Atalanta Mario Yepes, y al
zaguero del West Ham United Pablo Armero.
Uruguay sería capaz de mantener al delantero del Liverpool Luis
Suárez, al delantero del París Saint-Germain Edinson Cavani, y al
defensor del West Bromwich Albion Diego Lugano. Sin embargo, perderían
al portero del Galatasaray, Fernando Muslera, que nació en Argentina.
Aunque los italianos mantendrían a jugadores clave como Giorgio
Chiellini, Riccardo Montolivo, Daniele de Rossi o Andrea Pirlo,
perderían a algunos de los favoritos, como el delantero del AC Milan
Mario Balotelli, que nació en Palermo pero cuyos padres son de origen
ghanés, y al atacante de la Fiorentina Giuseppe Rossi, nacido en Estados Unidos, más concretamente en Nueva Jersey.
Por desgracia para Francia, si existiera una regla que prohibiera
jugar a los inmigrantes, los galos perderían a 12 jugadores del plantel
de 23 que llevaron a Brasil. Todavía tendrían a jugadores como Franck
Ribéry (aunque está lesionado) o a Olivier Giroud, pero perderían a los
siguientes: Raphaël Vaane y Loïc Rémy, cuyos padres nacieron en
Martinica, al centrocampista Blaise Matuidi, cuyo padre nació en Angola,
al defensor Eliaquim Mangala, cuyos padres nacieron en la República
Democrática del Congo, al centrocampista Rio Mavuba (su padre nació en
Zaire y su madre en Angola), al centrocampista Moussa Sissoko, cuyos
padres nacieron en Malí, al delantero del Real Madrid Karim Benzema,
cuyo padre nació en Argelia, al centrocampista Paul Pogba, cuyos padres
nacieron en Guinea, y al centrocampista Matthieu Valbuena, pues su padre
nació en España. Una gran legión extranjera la del equipo francés.
Suiza perdería al centrocampista del Nápoles Gokhan Inler, cuyos
padres nacieron en Turquía, a Granit Xhaka, Blerim Dzemaili y Xherdan
Shaqiri, que nacieron en la antigua Yugoslavia, y a los delanteros Haris
Seferovic y Mario Gavranovic, ambos de ascendencia bosnia.
Entre los equipos del grupo
E, Ecuador es el que sale mejor librado ante el hipotético caso de que
se prohibiera la participación de inmigrantes, pues no perdería a
ninguna de sus estrellas.
Argentina
Argentina mantendría a referentes como el delantero del Barcelona
Lionel Messi, al centrocampista también azulgrana Javier Mascherano, al
extremo del Real Madrid Ángel di María y al delantero del Manchester
City Sergio Agüero. Pero perdería al delantero del Nápoles Gonzalo
Higuaín, que nació en Francia.
Ghana mantendría a figuras como el centrocampista del AC Milan
Michael Essien o el del Schalke Kevin-Prince Boateng. Pero recibiría de
vuelta al defensor Jérôme Boateng, que milita
para Alemania, cuyo padre nació en Ghana, y al atacante del Marsella
Jordan Ayew, cuyos padres nacieron en el país africano a pesar de que él
nació en Francia. Por último, pero no menos importante, Ghana
recobraría al delantero del AC Milan Mario Balotelli, ya que sus padres
biológicos son de Ghana.
Los germanos perderían al centrocampista del Arsenal Mesut Özil, cuyo
padre nació en Turquía, y al del Real Madrid Sami Khedira, cuyo padre
nació en Túnez, al atacante de la Lacio Miroslav Klose, nacido en
Polonia, al defensor Jérôme Boateng (Ghana), al defensor Shkodran Mustafi, cuyos padres son albaneses, y a Lukas Podolski, nacido en Polonia.
Los lusos perderían al defensa del Real Madrid Kepler Laveran Lima
Ferreira, más conocido como ‘Pepe’, que nació en Brasil, a Luis Carlos
Almeida da Cunha, más conocido como ‘Nani’, nacido en Cabo Verde, y al
extremo del Porto Silvestre Varela.
Los norteamericanos perderían al delantero del Sunderland Jozy
Altidore, cuyos padres nacieron en Haití, a Tim Howard, de madre
húngara, al atacante Aron Johannsson, que nació de padres islandeses, al
centrocampista Mix Diskerud, nacido en Noruega, al defensa del Galaxy
Omar González, cuyos padres nacieron en México, y al mediocampista del
Nantes Alejandro Bedoya, cuyo padre es originario en Colombia.
Además, a la lista de ‘pérdidas’ se sumarían también el defensa del Hertha John Brooks, el del Núremberg Timmy Chandler, el extremo del Bayern de Múnich Julian Green, el central del Besiktas Jermaine Jones, y el zaguero del 1899 Hoffenheim Fabian Johnson, todos ellos nacidos en Alemania o con un progenitor alemán.
Bélgica
Entre sus jugadores con mayor número de anotaciones, Bélgica
mantendría al centrocampista del Wolfsburg Kevin De Bruyne, al central
del Chelsea Eden Hazard, al defensa del Tottenham Jan Vertonghen y al
centrocampista del Porto Steven Defour. Sin embargo, perderían al
defensa del Manchester City Vincent Kompany y al atacante del Everton
Romelu Lukaku, que nacieron en la República Democrática del Congo, al
delantero del Everton Kevin Mirallas, cuyo padre nació en España, a
Marouane Fellaini, cuyos padres nacieron en Marruecos, a Axel Witsel del
Zenit de San Petersburgo, cuyo padre es de Martinica y al central del
Tottenham Mousa Dembele, cuyo padre nació en Malí.
Si se define en términos generales a un ‘extranjero’ como cualquier persona con al menos un progenitor nacido en otro país, la selección suiza perdería a dos tercios de sus jugadores. Francia y los Países Bajos quedarían bastante ‘desarmadas’ para jugar el Mundial de Brasil y quizá no lograrían pasar de la primera ronda. Y Argelia, Ghana o Turquía se reforzarían en gran medida, según este análisis que publica Global Post.
Grupo A: Brasil, Croacia, México, Camerún
Brasil
Croacia
Como se señaló anteriormente, pierde a Da Silva, que volvería a Brasil. Pero si somos generosos acerca de la atribución de los jugadores de la antigua Yugoslavia, a Croacia podrían llegar el centrocampista del Nápoles Blerim Dzemaili (nacido en Macedonia) y el del Bayern de Múnich Xherdan Shaqiri (nacido en Kosovo), que juegan para Suiza. (El delantero de la Real Sociedad Haris Seferovic, cuyos padres provienen de Sanski Most, y el delantero del FC Zúrich Mario Gavranovic, cuyos padres son de Gradacac, se irían a jugar por Bosnia-Herzegovina).
Grupo B: España, Países Bajos, Chile, Australia
España
Países Bajos
Grupo C: Colombia, Costa de Marfil, Grecia, Japón
Colombia
Grupo D: Uruguay, Italia, Inglaterra, Costa Rica
Uruguay
Italia
Grupo E: Francia, Suiza, Ecuador, Honduras
Francia
Suiza
Ecuador
Grupo F: Argentina, Bosnia, Irán, Nigeria
Argentina
Grupo G: Ghana, Alemania, Portugal, Estados Unidos
Ghana
Alemania
Portugal
Estados Unidos
Además, a la lista de ‘pérdidas’ se sumarían también el defensa del Hertha John Brooks, el del Núremberg Timmy Chandler, el extremo del Bayern de Múnich Julian Green, el central del Besiktas Jermaine Jones, y el zaguero del 1899 Hoffenheim Fabian Johnson, todos ellos nacidos en Alemania o con un progenitor alemán.
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