Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en ocasión de la Cumbre del Grupo de los 77 más China. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 15 de junio de 2014, “Año 56 de la Revolución”. (Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
“Solo la unidad hará prevalecer nuestra amplia mayoría”
Compañero Evo Morales Ayma, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente del Grupo de los 77 más China:
Excelencias:
Agradezco al compañero Evo Morales Ayma,
Presidente y destacado representante de los pueblos originarios de
nuestra región, la convocatoria de esta importante Cumbre.
Al término de la Primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo,
en junio de 1964, un grupo de países en desarrollo, conscientes de los
enormes desafíos que tendrían que sortear, decidió marchar unido para
hacer frente a un sistema económico mundial que desde entonces se
manifestaba desigual e injusto.
A este grupo se debe la preparación,
negociación y aprobación, el primero de mayo de 1974, hace ya 40 años,
de uno de los documentos programáticos más importantes en la lucha
contra el subdesarrollo y por el logro de la justicia económica
internacional: la Declaración y el Programa de Acción para el
Establecimiento de un Nuevo Orden Internacional, (y cito), “basado en la
equidad, la igualdad soberana, la interdependencia, el interés común y
la cooperación de todos los Estados, cualesquiera sean sus sistemas
económicos y sociales, que permita corregir las desigualdades y reparar
las injusticias actuales, eliminar las disparidades crecientes entre los
países desarrollados y los países en desarrollo y garantizar a las
generaciones presentes y futuras un desarrollo económico y social que
vaya acelerándose, en la paz y la justicia (…)”. (Fin de la cita).
Poco después, logró la aprobación de la
Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que consagra el
ejercicio de la soberanía de los Estados sobre los recursos naturales y
la actividad económica en su territorio.
Esos importantes documentos mantienen
plena vigencia, pero la gran paradoja es que hoy no se quiere hablar de
ellos. Se les califica de “atrasados” y “superados por los hechos”.
Sin embargo, ahora se amplía la brecha entre el norte y el sur, y una profunda crisis económica global, resultante del irreversible fracaso del neoliberalismo impuesto desde los principales centros de poder, con un impacto devastador para nuestros países, se ha convertido en la más larga y compleja de las últimas ocho décadas.
Sin embargo, ahora se amplía la brecha entre el norte y el sur, y una profunda crisis económica global, resultante del irreversible fracaso del neoliberalismo impuesto desde los principales centros de poder, con un impacto devastador para nuestros países, se ha convertido en la más larga y compleja de las últimas ocho décadas.
Cuando casi concluye el ciclo previsto para los Objetivos de Desarrollo, acordados en la Cumbre del Milenio del año 2000:
• Mil doscientos millones de personas en
el mundo viven en la pobreza extrema. En África subsahariana, el número
de pobres ha aumentado ininterrumpidamente, pasando de 290 millones en
1990 a 414 millones en el 2010.
• Una de cada ocho personas en el mundo sufre de hambre crónica.
• El 45% de los niños fallecidos antes de cumplir los cinco años, muere por malnutrición.
• La deuda externa registra niveles sin precedentes, a pesar de los enormes pagos que hemos realizado por su servicio.
• Se agrava el cambio climático, generado
-en lo fundamental-, por los patrones de producción y consumo
irracionales y derrochadores de los países industrializados que, de
mantenerse, para el 2030 harían falta recursos naturales equivalentes a
dos planetas.
Ante estas realidades, conserva plena vigencia el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas en el enfrentamiento del cambio climático y otros desafíos ambientales.
Ante estas realidades, conserva plena vigencia el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas en el enfrentamiento del cambio climático y otros desafíos ambientales.
Como ha dicho el compañero Fidel Castro
Ruz, “Existen los recursos para financiar el desarrollo. Lo que falta es
la voluntad política de los gobiernos de los países desarrollados.”
Es preciso exigir un nuevo orden
financiero y monetario internacional y condiciones comerciales justas
para productores e importadores a los guardianes del capital, centrados
en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a los defensores
del neoliberalismo, agrupados en la Organización Mundial de Comercio,
que intentan dividirnos.
Solo la unidad nos permitirá hacer prevalecer nuestra amplia mayoría.
Así tendremos que hacerlo si queremos que la Agenda de Desarrollo después del 2015, que deberá incluir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ofrezca respuestas a los problemas estructurales de las economías de nuestros países, genere cambios que permitan proponerse un desarrollo sostenible; sea universal y responda a los diferentes niveles de desarrollo.
Así tendremos que hacerlo si queremos que la Agenda de Desarrollo después del 2015, que deberá incluir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ofrezca respuestas a los problemas estructurales de las economías de nuestros países, genere cambios que permitan proponerse un desarrollo sostenible; sea universal y responda a los diferentes niveles de desarrollo.
Compañero Presidente:
En la actualidad, se transgrede la
soberanía de los Estados, se violan de forma descarnada los principios
del Derecho Internacional y los postulados del Nuevo Orden Económico
Internacional, se imponen conceptos que intentan legalizar la
injerencia, se usa la fuerza y se amenaza con su uso de manera impune,
se utilizan los medios para promover la división. Todavía resuena en
nuestros oídos aquella amenaza contra “60 o más oscuros rincones del
mundo” del presidente de Estados Unidos George W. Bush, obviamente,
todos países miembros del Grupo de los 77.
Debemos ejercer nuestra solidaridad con
aquellos a quienes se amenaza con la agresión. Hoy, el caso más nítido
es la República Bolivariana de Venezuela, contra la que se emplean los
medios más sofisticados de subversión y desestabilización, incluidos los
intentos de golpe de Estado, según las concepciones de la guerra no
convencional que Estados Unidos hoy aplica para derrocar gobiernos,
subvertir y desestabilizar sociedades.
Por más de 50 años, hemos sido víctimas
de un genocida bloqueo norteamericano; de acciones terroristas que han
costado la vida a miles de nuestros ciudadanos, y provocado cuantiosos
daños materiales. La absurda inclusión de Cuba en la lista de “Estados
Patrocinadores del Terrorismo Internacional”, es una afrenta a nuestro
pueblo.
Como hemos denunciado, es creciente la
promoción de acciones ilegales, encubiertas y subversivas, así como el
uso del ciberespacio para intentar desestabilizarnos, no solo a Cuba,
sino a países cuyos gobiernos no aceptan injerencia ni tutelaje. De esta
forma, cualquier nación puede ser objeto de ataques informáticos
dirigidos a fomentar la desconfianza, la desestabilización y conflictos
potenciales.
Durante todos estos años, siempre nos ha
acompañado la firme solidaridad de los miembros del Grupo de los 77 más
China, lo que agradezco en nombre del pueblo cubano.
Aprovechemos este 50 aniversario del
Grupo de los 77 para renovar nuestro compromiso común de concertar
esfuerzos y estrechar filas para construir un mundo más justo.
Muchas Gracias (Aplausos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario