Por: Karina Marrón González.
La comunidad ortodoxa cubana conmemoró este domingo, con la realización de una Divina Liturgia Arzobispal en acción de Gracias, el décimo aniversario de la Consagración de la Catedral Ortodoxa Griega, que fuera inaugurada por el líder histórico de la Revolución Fidel Castro y Su Toda Santidad, el Patriarca Ecuménico Bartolomeo, el 26 de enero del 2004.
Asistieron a la celebración Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el Metropolita Athenagoras de Kidonion, miembro del Santo Sínodo de Constantinopla (Estambul) y designado representante del Patriarca Ecuménico Bartolomé para la ocasión; Athenagoras de México, Metropolita de esa ciudad y Dignísimo Exarca de Centroamérica, Cuba y las islas del Caribe; Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido; así como otras autoridades religiosas invitadas, miembros de los cuerpos diplomáticos de Grecia y Chipre acreditados en Cuba y representantes del Partido y el Gobierno cubanos.
Como una verdadera prueba de libertad religiosa calificaron las autoridades eclesiásticas la apertura de la catedral ortodoxa en el centro histórico de La Habana, y transmitieron un saludo al pueblo cubano y en especial para Fidel y Raúl, a quienes agradecieron por su constante apoyo.
Símbolo de esa gratitud fueron los objetos obsequiados a Díaz-Canel y la entrega, para el presidente cubano Raúl Castro, de una copia de la primera edición bilingüe de los evangelios en griego y español.
Díaz–Canel agradeció en nombre del pueblo, de Fidel y Raúl, la invitación a la celebración y las muestras de respeto y afecto. Señaló que ambos sentimientos han estado patentes y continuarán estando en las relaciones entre el gobierno y la iglesia ortodoxa, para seguir trabajando juntos en beneficio de los cubanos.
Para esta celebración fueron traídas a La Habana las reliquias de San Nikolás de Myra, patrón de la catedral.
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