Contrario al “realismo”
anunciado desde los grandes medios de comunicación, el presidente
cubano ha ratificado en su discurso inaugural la postura antimperialista
de la política exterior cubana, como se aprecia en este fragmento final
de su intervención.
Estimados Jefes de Estado y Gobierno:
Independientemente de nuestros progresos, seguimos viviendo en un mundo regido por un orden internacional injusto y excluyente, en el que las amenazas a la paz y la injerencia externa en la región continúan.
No podemos olvidar la larga historia de
intervención en los asuntos internos, invasiones militares y sangrientos
golpes de Estado. Los llamados “centros de poder” no se resignan a
haber perdido el control de esta rica región, ni renunciarán a los
intentos de cambiar el curso de la historia en nuestros países para
recuperar la influencia perdida y beneficiarse de sus recursos.
En 1999, cuando ya no existía el campo
socialista, la OTAN modificó su concepción estratégica para actuar ante
supuestas amenazas globales, de manera ofensiva, fuera del territorio de
los Estados miembros de la Alianza, en lo que llamó la “periferia
euro-atlántica”. En la Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe,
celebrada poco después, en junio, en Río de Janeiro, el líder histórico
de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, preguntó si nuestra región
estaba comprendida en esa “periferia” y sujeta a esa doctrina cada vez
más agresiva y peligrosa. Dicha pregunta permanece sin respuesta hasta
hoy, 15 años después.
El año pasado, fue develada la existencia
de un sistema global de espionaje de las comunicaciones por parte del
gobierno de los Estados Unidos, del que fueron blanco indiscriminado
Jefas y Jefes de Estado y Gobierno, organismos internacionales, partidos
políticos, empresas y ciudadanos de la región, en flagrante violación
del Derecho Internacional y la soberanía de los Estados.
Otro asunto que genera gran preocupación
por sus potencialidades para provocar conflictos internacionales, es el
empleo encubierto e ilegal, por individuos, organizaciones y Estados, de
los sistemas informáticos de otras naciones para agredir a terceros
países. Algunos gobiernos han expresado, incluso, la posibilidad de
responder a esos ataques con armas convencionales. El único camino para
prevenir y enfrentar estas novedosas amenazas es la cooperación
mancomunada entre todos los Estados, al igual que para evitar que el
ciberespacio se convierta en un teatro de operaciones militares.
Saludamos, por tanto, la iniciativa del
gobierno de Brasil de efectuar en Sao Paulo, en abril de 2014, la
Reunión Multisectorial Global sobre Gobernanza de Internet.
Como muestra de su firme compromiso con
el desarme nuclear y la paz, América Latina fue la primera en el mundo
en establecer, mediante el Tratado de Tlatelolco, una Zona Libre de
Armas Nucleares. Pero debemos llegar más lejos. La paz y el desarrollo
son interdependientes e indisolubles. No puede haber paz sin desarrollo,
ni desarrollo sin paz. Por eso nos hemos propuesto proclamar a nuestra
región como una Zona de Paz que destierre para siempre la guerra, la
amenaza y el uso de la fuerza, en la que los diferendos entre nuestros
países se resuelvan por nosotros mismos, por vías pacíficas y de
negociación, conforme a los principios del Derecho Internacional.
Reiteramos la más plena solidaridad con
la República Argentina en su reclamo de las Islas Malvinas, Georgias del
Sur y Sandwich del Sur y sus mares adyacentes. A la par que rechazamos
todo intento de explotar, antes de que se haya logrado una avenencia,
los recursos naturales de dichos territorios, incluidos los del
subsuelo, hacemos un llamado al Reino Unido a que acepte el diálogo y la
negociación, tal como ha solicitado el gobierno argentino.
Como escribió la poetisa puertorriqueña
Lola Rodríguez de Tió, “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos
alas”, por lo que reitero que “nuestra Comunidad estará incompleta
mientras falte en ella el escaño de Puerto Rico, nación hermana
genuinamente latinoamericana y caribeña, que padece una situación
colonial”.
Trasmitimos nuestra solidaridad al pueblo
y gobierno del Ecuador, amenazados por demandas de empresas
transnacionales en tribunales sesgados por la codicia y una visión
política neocolonial.
Agradezco a todos las muestras de
solidaridad ante el criminal bloqueo impuesto a mi país durante más de
medio siglo y la injusta inclusión de Cuba en la lista de patrocinadores
del terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Estimadas y estimados colegas:
Con mis mejores deseos de éxito en las
deliberaciones que efectuaremos, y teniendo presente la enorme
responsabilidad que compartimos hacia la unidad de nuestra región,
declaro inaugurada formalmente la II Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños.
Muchas gracias.
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