La CIA espió los ordenadores de una comisión del Senado de EE.UU. que trabajaba en un informe sobre los programas secretos de tortura e interrogación empleados por la agencia de inteligencia, informan medios estadounidenses.
Según el diario ‘McClatchy News’, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) hizo un seguimiento a las computadoras proporcionadas a los miembros de la Comisión de Inteligencia del Senado en una habitación “segura” en la sede de la agencia en Virginia.
En esa habitación, los miembros del comité revisaron millones de páginas de informes de máxima confidencialidad, cables y otros documentos sobre las duras técnicas de interrogación a los sospechosos de terrorismo detenidos en cárceles secretas en el extranjero, señala el periódico citando fuentes cercanas a la delegación legislativa.
Sin embargo, la agencia de inteligencia habría violado el acuerdo de no espionaje al que llegó con la comisión, por lo que el inspector general de la CIA ha solicitado al Departamento de Justicia estadounidense que investigue el caso ya que podría tratarse de un delito.
Conforme ‘McClatchy News’, este incidente ha marcado una ruptura sin precedentes en las relaciones entre la agencia de inteligencia y sus supervisores en el Congreso, en una batalla a puerta cerrada por el informe de 6.300 páginas sobre los severos programas de interrogación empleados por la CIA.
Indica también que miembros del Gobierno han seguido de cerca esta disputa, pero no han intervenido directamente, “tal vez porque están envueltos en su propia enemistad con la comisión, resistiendo la publicación de este documento de gran confidencialidad, porque la agencia afirmaba que el expediente estaba protegido por altos funcionarios del Gobierno”.
La pregunta ahora es si el informe de la comisión, que necesitó aproximadamente 4 años y 40 millones de dólares para su elaboración, algún día verá la luz.
Por su parte, el senador demócrata Mark Udall ha enviado una carta al presidente Barack Obama para solicitarle que “despoje” a la CIA del informe, que lleva clasificado casi 15 meses después de que el panel lo aprobara.
“Como es de su conocimiento, la CIA ha tomado recientemente medidas sin precedentes contra la comisión en relación con la revisión interna de la agencia. Me parece que estas acciones son preocupantes para (…) nuestra democracia. Es preciso que la comisión sea capaz de realizar su trabajo de supervisión en consonancia con nuestro principio constitucional de la separación de poderes, sin la CIA poniendo impedimentos u obstáculos como lo está haciendo”, dijo Udall.
Además, subrayó que la publicación del estudio es “de suma importancia”, y que las decisiones sobre lo que se debe o no desclasificar sobre este tema no deberían ser delegadas a la agencia de inteligencia.
En esa habitación, los miembros del comité revisaron millones de páginas de informes de máxima confidencialidad, cables y otros documentos sobre las duras técnicas de interrogación a los sospechosos de terrorismo detenidos en cárceles secretas en el extranjero, señala el periódico citando fuentes cercanas a la delegación legislativa.
Sin embargo, la agencia de inteligencia habría violado el acuerdo de no espionaje al que llegó con la comisión, por lo que el inspector general de la CIA ha solicitado al Departamento de Justicia estadounidense que investigue el caso ya que podría tratarse de un delito.
Conforme ‘McClatchy News’, este incidente ha marcado una ruptura sin precedentes en las relaciones entre la agencia de inteligencia y sus supervisores en el Congreso, en una batalla a puerta cerrada por el informe de 6.300 páginas sobre los severos programas de interrogación empleados por la CIA.
Indica también que miembros del Gobierno han seguido de cerca esta disputa, pero no han intervenido directamente, “tal vez porque están envueltos en su propia enemistad con la comisión, resistiendo la publicación de este documento de gran confidencialidad, porque la agencia afirmaba que el expediente estaba protegido por altos funcionarios del Gobierno”.
La pregunta ahora es si el informe de la comisión, que necesitó aproximadamente 4 años y 40 millones de dólares para su elaboración, algún día verá la luz.
Por su parte, el senador demócrata Mark Udall ha enviado una carta al presidente Barack Obama para solicitarle que “despoje” a la CIA del informe, que lleva clasificado casi 15 meses después de que el panel lo aprobara.
“Como es de su conocimiento, la CIA ha tomado recientemente medidas sin precedentes contra la comisión en relación con la revisión interna de la agencia. Me parece que estas acciones son preocupantes para (…) nuestra democracia. Es preciso que la comisión sea capaz de realizar su trabajo de supervisión en consonancia con nuestro principio constitucional de la separación de poderes, sin la CIA poniendo impedimentos u obstáculos como lo está haciendo”, dijo Udall.
Además, subrayó que la publicación del estudio es “de suma importancia”, y que las decisiones sobre lo que se debe o no desclasificar sobre este tema no deberían ser delegadas a la agencia de inteligencia.
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