Granma conversó con dos líderes palestinos que visitaron nuestro país
Destrucción de hogares, falta de acceso al agua, restricción de
movimiento, encarcelaciones injustas; son algunos de los vejámenes que
resisten los palestinos bajo ocupación israelí. Para acercarnos a una
realidad que no por lejana nos es indiferente, Granma entrevistó a dos dirigentes palestinos durante una reciente visita a Cuba.
“El niño va a la escuela y la familia no sabe si volverá herido, muerto, si se convertirá ese día en un mártir”, comentó Ziad Abu Ein, viceministro de Prisioneros y Antiguos Prisioneros. Por su parte, Saleh Ra’fat, jefe del Departamento de Defensa y Seguridad de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Secretario General Adjunto de la Unión Democrática Palestina, se refirió a las “estrechas e históricas relaciones que siempre han existido entre nuestros pueblos, entre el Partido Comunista y la OLP”.
Aquí se reunieron con Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del Consejo de Estado; José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales; Ulises Guilarte, Secretario General de la CTC; Yuniasky Crespo, primera secretaria de la UJC, y Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
En diálogo conjunto con ambos líderes nuestro diario intentó que nos explicaran cuáles pueden ser los caminos para resolver un conflicto que lacera la paz mundial, y que pareciera no tener fin.
—¿Cuál es la situación actual de las conversaciones con Israel?
—Saleh Ra’fat: Llegaron a un callejón sin salida. El gobierno de (el primer ministro israelí Benjamín) Netanyahu dio prioridad a la colonización. Siguió trabajando por la judaización de Jerusalén Este y perpetrando crímenes. Querían que las negociaciones fueran la sombrilla que diera cobertura a las atrocidades que cometen.
“Las negociaciones fracasaron también debido a las propuestas norteamericanas, formuladas por el secretario de Estado, John Kerry, que solo favorecen las posiciones de Israel. Además, se había acordado que Israel liberaría 104 prisioneros palestinos y a cambio el Estado palestino pospondría su solicitud de adherirse a algunos convenios internacionales y de presentar la solicitud de membresía en órganos del sistema de Naciones Unidas. Israel solo liberó tres grupos de prisioneros; debía haber liberado un cuarto el 29 de marzo pasado pero no lo hicieron. Nuestra respuesta fue solicitar la entrada del Estado de Palestina a convenios y tratados internacionales. En primer lugar, la Cuarta Convención de Ginebra.
“En abril pasado se produjeron conversaciones entre Hamas y una delegación de la OLP, y se convino tomar medidas como parte de la reconciliación nacional y trabajar por la creación de un gobierno de transición que estaría presidido por Mahmoud Abbas; se acordó la fecha de las elecciones presidenciales y legislativas. El gobierno de Israel decidió parar las negociaciones y consideraron que el presidente Abbas dio prioridad a la reconciliación con Hamas y no a un arreglo con ellos. Eso es algo irrisorio, ya que Israel cuando estaba negociando decía: “si llegamos a un acuerdo la OLP en estos momentos no tiene jurisdicción sobre Gaza, entonces, ¿quién firmará el acuerdo? ¿Dónde se va a aplicar? ¿Solo en Cisjordania?” Israel decidió parar las negociaciones el 23 de abril y la responsabilidad del fracaso recae sobre ellos y Estados Unidos.
“La administración norteamericana exige que se reanuden. Israel también; pero sin condiciones previas. No pueden reanudarse a no ser que Israel declare de manera oficial el cese de todas las formas de expansionismo y colonialismo. Deberá además declarar que las resoluciones de la ONU son el referente de las negociaciones, con las fronteras de 1967. Y para ello tendrían que reconocer que en la primera etapa de las negociaciones habrá un punto en la agenda: la frontera.
El gobierno israelí debe liberar los 30 prisioneros que debió haber puesto en libertad con el cuarto grupo.
“Si aprueban eso estamos dispuestos a reanudar las negociaciones con patrocinio internacional, y que no sea solo Estados Unidos como hasta ahora. Por eso estamos analizando con miembros del Consejo de Seguridad, con Rusia, con China, con la Unión Europea, con el Secretario General de la ONU, y con otras fuerzas regionales como Brasil en América Latina, India, Sudáfrica, celebrar una Conferencia Internacional para el arreglo del conflicto”.
—Incluso después de iniciadas las conversaciones el gobierno de Israel mantuvo su posición beligerante, y siguió construyendo asentamientos en Cisjordania. ¿La parte palestina tenía la esperanza de que fuera posible alcanzar la paz en una mesa de diálogos?
—SR: Por nuestra experiencia anterior teníamos dudas, pero la comunidad internacional nos estaba llamando a negociar. Lamentablemente en vez de disminuir el ritmo de construcción de asentamientos, Israel tomó medidas que agravaron la situación.
Vamos a solicitar un proyecto de resolución para que todos los países del mundo boicoteen los asentamientos en los territorios ocupados, a todas las compañías, las empresas, los bancos que tienen relaciones con esos asentamientos. Europa desde principios de este año comenzó a tomar medidas para la puesta en práctica de ese boicot.
—¿Estados Unidos no tiene interés en lograr una solución al conflicto?
—SR: Le interesa, pero lo quiere resolver de manera que satisfaga a los israelíes. La propuesta de Kerry contemplaba la anexión de grandes asentamientos y que las colonias pequeñas fuesen alquiladas por los palestinos. Estaba de acuerdo también con un reclamo de Israel de que su ejército se mantuviera en la frontera con Jordania y en la zona del Valle del Jordán, eso es territorio palestino ocupado. Hicieron una propuesta en el caso de los refugiados que no cumple lo establecido en la resolución 194, pues no garantiza el derecho de los palestinos a regresar a sus casas, de las cuales fueron expulsados en el año 1948.
—En esa mesa de diálogos, ¿qué más pide Israel? ¿Cómo sería una paz que Israel aceptaría?
—Ziad Abu Ein: El pueblo palestino cree en la paz y por todos los medios trabaja para su consecución. Es una víctima de esta lucha y tiene fe en una solución que pase por la coexistencia de dos estados. Ninguna parte puede excluir a la otra.
Tratamos de lograr la paz en el 22 % de la Palestina histórica. Pero Israel tiene una proyección expansionista, terrorista, y recibe el respaldo de la mayor potencia. Eso no ha cambiado nuestras convicciones ni nuestra voluntad. Israel no puede tener paz y seguridad si no se logra la paz y la seguridad de los palestinos. Yo digo muy francamente que hay sectores en Israel que quieren la paz, pero el gobierno actual de ese país es de colonos, extremista, y trata de demoler cualquier oportunidad.
—¿Con un gobierno israelí diferente sería posible avanzar?
—ZAE: Necesitamos un Charles de Gaulle israelí. (El ex primer ministro israelí Isaac) Rabin tenía fe en la paz, lo mataron los israelíes. La institución de la seguridad israelí es la que controla todo, y acorrala a cualquier líder que trabaje por la paz. (El ex primer ministro Ehud) Olmert fue arrojado a prisión cuando se acercó a la solución política.
—¿Cree que el pueblo israelí quiere la paz?
—ZAE: A mi juicio la mayoría quiere la paz.
—¿Considera que la causa palestina recibe suficiente apoyo de la comunidad internacional?
—ZAE: Mientras se mantenga la ocupación el mundo no está haciendo todo lo que puede.
SR: Hay estados amigos del pueblo palestino, como Cuba, Venezuela, Rusia, China, Brasil, Sudáfrica, que tienen una posición de apoyo. Pero nos interesa, después que la Unión Europea comenzó a implementar las medidas para boicotear, que todos los países hagan eso: boicot a las compañías que negocien con los asentamientos.
—Ustedes han insistido en el tema de los prisioneros. ¿Cuántos palestinos hay actualmente en cárceles de Israel?
—ZAE: Desde 1967 han sido detenidos un millón de palestinos. Hoy hay cerca de 5 200. Ahora los que están sometidos a lo que llaman prisión administrativa (detenidos por tiempo indefinido sin juicio) están en huelga de hambre. Hay 200 niños palestinos presos, y varias decenas de prisioneras.
—¿En qué condiciones viven?
—ZAE: Están ahí de manera ilegal. Las resoluciones de Naciones Unidas permiten la resistencia ante la ocupación. El pueblo palestino ha resistido. Hay que preguntar por qué la ocupación, no por qué la resistencia. Los prisioneros tienen condiciones de salud muy precarias, la mayoría de las familias no pueden visitarlos, leyes racistas prevalecen en las cortes militares donde son juzgados. El asunto de los prisioneros se ha convertido en la causa principal de todas las familias. El pueblo palestino es el que tiene que enjuiciar al ocupante israelí, no el ocupante israelí al pueblo palestino.
—A veces estando tan lejos puede ser difícil hacerse una idea de cómo viven los palestinos en los territorios ocupados…
—ZAE: Existen los puntos de control, aíslan a los pueblos unos de otros, está prohibido el acceso a todos los centros sagrados de Jerusalén, Israel confisca la tierra, coloniza, roba el agua, impide el libre movimiento, ataca las casas. El niño va a la escuela y la familia no sabe si volverá herido, muerto, si se convertirá ese día en un mártir. El ejército israelí está en todos lados, y los colonos. Hay medio millón de colonos en Cisjordania. Y ejercen el terror contra el pueblo palestino que está desarmado. Nosotros lo que les pedimos es que respeten lo que han firmado. No hay terror más cruel, más terrible, más humillante, que el terror de la ocupación israelí.
—¿Ustedes ven cercano el momento de la paz?
—SR: Este es un gobierno de colonos, de derecha. No hay la más mínima posibilidad de llegar a la paz. Tampoco se puede llegar a la paz con las ideas que está formulando Estados Unidos. Si el pueblo israelí quiere la paz tiene que liquidar al gobierno, y el Parlamento escoger un gobierno que apoye la paz. Depende también de que el mundo ejerza una presión enorme.
ZAE: Agradecemos su postura al lado del pueblo palestino. En Cuba sentimos esos corazones grandes que apoyan la causa.
Por eso hemos venido; por su posición a nivel internacional, su credibilidad, su prestigio en América Latina y el Caribe.
ecesitamos más apoyo del mundo para que Palestina pueda suscribir los acuerdos y tratados internacionales y presentar la solicitud de membresía plena en los organismos del sistema de Naciones Unidas. Hay que librar la batalla por la justicia y la paz.
“El niño va a la escuela y la familia no sabe si volverá herido, muerto, si se convertirá ese día en un mártir”, comentó Ziad Abu Ein, viceministro de Prisioneros y Antiguos Prisioneros. Por su parte, Saleh Ra’fat, jefe del Departamento de Defensa y Seguridad de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Secretario General Adjunto de la Unión Democrática Palestina, se refirió a las “estrechas e históricas relaciones que siempre han existido entre nuestros pueblos, entre el Partido Comunista y la OLP”.
Aquí se reunieron con Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente del Consejo de Estado; José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales; Ulises Guilarte, Secretario General de la CTC; Yuniasky Crespo, primera secretaria de la UJC, y Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
En diálogo conjunto con ambos líderes nuestro diario intentó que nos explicaran cuáles pueden ser los caminos para resolver un conflicto que lacera la paz mundial, y que pareciera no tener fin.
—¿Cuál es la situación actual de las conversaciones con Israel?
—Saleh Ra’fat: Llegaron a un callejón sin salida. El gobierno de (el primer ministro israelí Benjamín) Netanyahu dio prioridad a la colonización. Siguió trabajando por la judaización de Jerusalén Este y perpetrando crímenes. Querían que las negociaciones fueran la sombrilla que diera cobertura a las atrocidades que cometen.
“Las negociaciones fracasaron también debido a las propuestas norteamericanas, formuladas por el secretario de Estado, John Kerry, que solo favorecen las posiciones de Israel. Además, se había acordado que Israel liberaría 104 prisioneros palestinos y a cambio el Estado palestino pospondría su solicitud de adherirse a algunos convenios internacionales y de presentar la solicitud de membresía en órganos del sistema de Naciones Unidas. Israel solo liberó tres grupos de prisioneros; debía haber liberado un cuarto el 29 de marzo pasado pero no lo hicieron. Nuestra respuesta fue solicitar la entrada del Estado de Palestina a convenios y tratados internacionales. En primer lugar, la Cuarta Convención de Ginebra.
“En abril pasado se produjeron conversaciones entre Hamas y una delegación de la OLP, y se convino tomar medidas como parte de la reconciliación nacional y trabajar por la creación de un gobierno de transición que estaría presidido por Mahmoud Abbas; se acordó la fecha de las elecciones presidenciales y legislativas. El gobierno de Israel decidió parar las negociaciones y consideraron que el presidente Abbas dio prioridad a la reconciliación con Hamas y no a un arreglo con ellos. Eso es algo irrisorio, ya que Israel cuando estaba negociando decía: “si llegamos a un acuerdo la OLP en estos momentos no tiene jurisdicción sobre Gaza, entonces, ¿quién firmará el acuerdo? ¿Dónde se va a aplicar? ¿Solo en Cisjordania?” Israel decidió parar las negociaciones el 23 de abril y la responsabilidad del fracaso recae sobre ellos y Estados Unidos.
“La administración norteamericana exige que se reanuden. Israel también; pero sin condiciones previas. No pueden reanudarse a no ser que Israel declare de manera oficial el cese de todas las formas de expansionismo y colonialismo. Deberá además declarar que las resoluciones de la ONU son el referente de las negociaciones, con las fronteras de 1967. Y para ello tendrían que reconocer que en la primera etapa de las negociaciones habrá un punto en la agenda: la frontera.
El gobierno israelí debe liberar los 30 prisioneros que debió haber puesto en libertad con el cuarto grupo.
“Si aprueban eso estamos dispuestos a reanudar las negociaciones con patrocinio internacional, y que no sea solo Estados Unidos como hasta ahora. Por eso estamos analizando con miembros del Consejo de Seguridad, con Rusia, con China, con la Unión Europea, con el Secretario General de la ONU, y con otras fuerzas regionales como Brasil en América Latina, India, Sudáfrica, celebrar una Conferencia Internacional para el arreglo del conflicto”.
—Incluso después de iniciadas las conversaciones el gobierno de Israel mantuvo su posición beligerante, y siguió construyendo asentamientos en Cisjordania. ¿La parte palestina tenía la esperanza de que fuera posible alcanzar la paz en una mesa de diálogos?
—SR: Por nuestra experiencia anterior teníamos dudas, pero la comunidad internacional nos estaba llamando a negociar. Lamentablemente en vez de disminuir el ritmo de construcción de asentamientos, Israel tomó medidas que agravaron la situación.
Vamos a solicitar un proyecto de resolución para que todos los países del mundo boicoteen los asentamientos en los territorios ocupados, a todas las compañías, las empresas, los bancos que tienen relaciones con esos asentamientos. Europa desde principios de este año comenzó a tomar medidas para la puesta en práctica de ese boicot.
—¿Estados Unidos no tiene interés en lograr una solución al conflicto?
—SR: Le interesa, pero lo quiere resolver de manera que satisfaga a los israelíes. La propuesta de Kerry contemplaba la anexión de grandes asentamientos y que las colonias pequeñas fuesen alquiladas por los palestinos. Estaba de acuerdo también con un reclamo de Israel de que su ejército se mantuviera en la frontera con Jordania y en la zona del Valle del Jordán, eso es territorio palestino ocupado. Hicieron una propuesta en el caso de los refugiados que no cumple lo establecido en la resolución 194, pues no garantiza el derecho de los palestinos a regresar a sus casas, de las cuales fueron expulsados en el año 1948.
—En esa mesa de diálogos, ¿qué más pide Israel? ¿Cómo sería una paz que Israel aceptaría?
—Ziad Abu Ein: El pueblo palestino cree en la paz y por todos los medios trabaja para su consecución. Es una víctima de esta lucha y tiene fe en una solución que pase por la coexistencia de dos estados. Ninguna parte puede excluir a la otra.
Tratamos de lograr la paz en el 22 % de la Palestina histórica. Pero Israel tiene una proyección expansionista, terrorista, y recibe el respaldo de la mayor potencia. Eso no ha cambiado nuestras convicciones ni nuestra voluntad. Israel no puede tener paz y seguridad si no se logra la paz y la seguridad de los palestinos. Yo digo muy francamente que hay sectores en Israel que quieren la paz, pero el gobierno actual de ese país es de colonos, extremista, y trata de demoler cualquier oportunidad.
—¿Con un gobierno israelí diferente sería posible avanzar?
—ZAE: Necesitamos un Charles de Gaulle israelí. (El ex primer ministro israelí Isaac) Rabin tenía fe en la paz, lo mataron los israelíes. La institución de la seguridad israelí es la que controla todo, y acorrala a cualquier líder que trabaje por la paz. (El ex primer ministro Ehud) Olmert fue arrojado a prisión cuando se acercó a la solución política.
—¿Cree que el pueblo israelí quiere la paz?
—ZAE: A mi juicio la mayoría quiere la paz.
—¿Considera que la causa palestina recibe suficiente apoyo de la comunidad internacional?
—ZAE: Mientras se mantenga la ocupación el mundo no está haciendo todo lo que puede.
SR: Hay estados amigos del pueblo palestino, como Cuba, Venezuela, Rusia, China, Brasil, Sudáfrica, que tienen una posición de apoyo. Pero nos interesa, después que la Unión Europea comenzó a implementar las medidas para boicotear, que todos los países hagan eso: boicot a las compañías que negocien con los asentamientos.
—Ustedes han insistido en el tema de los prisioneros. ¿Cuántos palestinos hay actualmente en cárceles de Israel?
—ZAE: Desde 1967 han sido detenidos un millón de palestinos. Hoy hay cerca de 5 200. Ahora los que están sometidos a lo que llaman prisión administrativa (detenidos por tiempo indefinido sin juicio) están en huelga de hambre. Hay 200 niños palestinos presos, y varias decenas de prisioneras.
—¿En qué condiciones viven?
—ZAE: Están ahí de manera ilegal. Las resoluciones de Naciones Unidas permiten la resistencia ante la ocupación. El pueblo palestino ha resistido. Hay que preguntar por qué la ocupación, no por qué la resistencia. Los prisioneros tienen condiciones de salud muy precarias, la mayoría de las familias no pueden visitarlos, leyes racistas prevalecen en las cortes militares donde son juzgados. El asunto de los prisioneros se ha convertido en la causa principal de todas las familias. El pueblo palestino es el que tiene que enjuiciar al ocupante israelí, no el ocupante israelí al pueblo palestino.
—A veces estando tan lejos puede ser difícil hacerse una idea de cómo viven los palestinos en los territorios ocupados…
—ZAE: Existen los puntos de control, aíslan a los pueblos unos de otros, está prohibido el acceso a todos los centros sagrados de Jerusalén, Israel confisca la tierra, coloniza, roba el agua, impide el libre movimiento, ataca las casas. El niño va a la escuela y la familia no sabe si volverá herido, muerto, si se convertirá ese día en un mártir. El ejército israelí está en todos lados, y los colonos. Hay medio millón de colonos en Cisjordania. Y ejercen el terror contra el pueblo palestino que está desarmado. Nosotros lo que les pedimos es que respeten lo que han firmado. No hay terror más cruel, más terrible, más humillante, que el terror de la ocupación israelí.
—¿Ustedes ven cercano el momento de la paz?
—SR: Este es un gobierno de colonos, de derecha. No hay la más mínima posibilidad de llegar a la paz. Tampoco se puede llegar a la paz con las ideas que está formulando Estados Unidos. Si el pueblo israelí quiere la paz tiene que liquidar al gobierno, y el Parlamento escoger un gobierno que apoye la paz. Depende también de que el mundo ejerza una presión enorme.
ZAE: Agradecemos su postura al lado del pueblo palestino. En Cuba sentimos esos corazones grandes que apoyan la causa.
Por eso hemos venido; por su posición a nivel internacional, su credibilidad, su prestigio en América Latina y el Caribe.
ecesitamos más apoyo del mundo para que Palestina pueda suscribir los acuerdos y tratados internacionales y presentar la solicitud de membresía plena en los organismos del sistema de Naciones Unidas. Hay que librar la batalla por la justicia y la paz.
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