Desde
los inicios de la industria, cientos de miles de mineros han perdido
la vida en accidentes de este vital pero peligroso oficio
ANKARA.— Las autoridades turcas detuvieron a 25
personas como parte de la investigación sobre la tragedia en la mina de
carbón de Soma, donde una explosión el pasado martes provocó la muerte
de 301 trabajadores.
Se sabe que entre los detenidos se encuentran varios altos cargos de Soma Holding, la compañía que administra la mina, incluyendo a Ramazan Dogru, el director de operaciones, y a Akin Celik, el ingeniero jefe.
Celik y otros responsables de la mina evadieron cualquier responsabilidad durante una rueda de prensa el pasado viernes. Entonces calificaron el siniestro de accidente y aseguraron que la mina cumplía con las medidas de seguridad requeridas por la ley.
Sin embargo, un informe preliminar sobre la explosión, citado por el diario turco Milliyet, ha señalado varios fallos en los sistemas de seguridad, como un número insuficiente de detectores de monóxido de carbono y techos construidos de madera en lugar de metal.
El Gobierno anunció una investigación profunda sobre la tragedia, calificada como la peor de su tipo en esta nación.
Los registros de un accidente similar en Turquía se remontan a 1992, cuando una explosión de grisú (gas de las minas de carbón) mató a 263 mineros. Otros graves siniestros tuvieron lugar en 1983 y en 1990, con saldos de 103 y 68 muertos, respectivamente, por sendas explosiones de gas metano.
En todo el mundo, el peor accidente en una mina ocurrió en China, en 1942, en la localidad de Benxi en la zona ocupada por los japoneses de Manchuria. Una explosión de gases liberados por el carbón mató a 1 549 mineros, según la Asociación de Rescate de Minas de Estados Unidos (USMRA).
Informa Europapress que, al accidente de China de 1942, le sigue en la lista de eventos más mortíferos en la historia reciente de la minería el ocurrido en Courrieres, Francia, en 1906. Otra explosión en una mina de carbón mató a 1 099 mineros, entre ellos muchos niños.
En la actualidad, la tecnología y la regulación sobre seguridad ha reducido la gravedad de los accidentes, pero todavía en la historia más reciente se encuentran accidentes de grandes magnitudes.
En febrero del 2005, una explosión de gas en la mina de carbón Sunjiawan, China, dejó 214 personas muertas. Meses más tarde, en noviembre de ese mismo año, una explosión de gas cobró 169 vidas en Dongfeng, en la provincia de Heilongjiang.
En septiembre del 2006, cincuenta mineros murieron luego de que el techo de una mina de carbón se derrumbó a causa de una explosión en el estado oriental de Jharkhand, en la India.
Al año siguiente, el 19 de marzo del 2007, la explosión de metano causó la muerte de al menos 110 personas en una mina de carbón siberiana, en el peor accidente registrado en una década en las minas rusas.
Sin embargo, también ha habido milagros. En agosto del 2010, se produjo un derrumbe en la mina San José de Chile, que dejó atrapados a 33 mineros.
Cerca de dos meses después y millones de dólares invertidos en los intentos de rescate, todos los mineros salieron con vida en una operación que se calcula fue vista por entre mil y mil 300 millones de personas en todo el mundo.
Se sabe que entre los detenidos se encuentran varios altos cargos de Soma Holding, la compañía que administra la mina, incluyendo a Ramazan Dogru, el director de operaciones, y a Akin Celik, el ingeniero jefe.
Celik y otros responsables de la mina evadieron cualquier responsabilidad durante una rueda de prensa el pasado viernes. Entonces calificaron el siniestro de accidente y aseguraron que la mina cumplía con las medidas de seguridad requeridas por la ley.
Sin embargo, un informe preliminar sobre la explosión, citado por el diario turco Milliyet, ha señalado varios fallos en los sistemas de seguridad, como un número insuficiente de detectores de monóxido de carbono y techos construidos de madera en lugar de metal.
El Gobierno anunció una investigación profunda sobre la tragedia, calificada como la peor de su tipo en esta nación.
Los registros de un accidente similar en Turquía se remontan a 1992, cuando una explosión de grisú (gas de las minas de carbón) mató a 263 mineros. Otros graves siniestros tuvieron lugar en 1983 y en 1990, con saldos de 103 y 68 muertos, respectivamente, por sendas explosiones de gas metano.
En todo el mundo, el peor accidente en una mina ocurrió en China, en 1942, en la localidad de Benxi en la zona ocupada por los japoneses de Manchuria. Una explosión de gases liberados por el carbón mató a 1 549 mineros, según la Asociación de Rescate de Minas de Estados Unidos (USMRA).
Informa Europapress que, al accidente de China de 1942, le sigue en la lista de eventos más mortíferos en la historia reciente de la minería el ocurrido en Courrieres, Francia, en 1906. Otra explosión en una mina de carbón mató a 1 099 mineros, entre ellos muchos niños.
En la actualidad, la tecnología y la regulación sobre seguridad ha reducido la gravedad de los accidentes, pero todavía en la historia más reciente se encuentran accidentes de grandes magnitudes.
En febrero del 2005, una explosión de gas en la mina de carbón Sunjiawan, China, dejó 214 personas muertas. Meses más tarde, en noviembre de ese mismo año, una explosión de gas cobró 169 vidas en Dongfeng, en la provincia de Heilongjiang.
En septiembre del 2006, cincuenta mineros murieron luego de que el techo de una mina de carbón se derrumbó a causa de una explosión en el estado oriental de Jharkhand, en la India.
Al año siguiente, el 19 de marzo del 2007, la explosión de metano causó la muerte de al menos 110 personas en una mina de carbón siberiana, en el peor accidente registrado en una década en las minas rusas.
Sin embargo, también ha habido milagros. En agosto del 2010, se produjo un derrumbe en la mina San José de Chile, que dejó atrapados a 33 mineros.
Cerca de dos meses después y millones de dólares invertidos en los intentos de rescate, todos los mineros salieron con vida en una operación que se calcula fue vista por entre mil y mil 300 millones de personas en todo el mundo.
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