Ramón Bernal Godoy
Un amigo norteamericano me dijo un día
que este mundo estaba “upside down” (boca arriba o virado al revés) y
cuanta razón tenía… salvo un pequeño error: el mundo no está, al mundo
lo tienen boca arriba…
Analice usted los principales
acontecimientos de estos convulsos meses y verá que ni el avión de
Malasya Airlines se precipitó al vacío por su incapacidad de mantenerse
en el aire, ni los más de 1500 palestinos y casi 300 niños decidieron
dejar de vivir en menos de 25 días, ni las distintas denominaciones
terroristas del mundo árabe “fabricaron” o “encontraron” por azar el
armamento con el que despliegan terror, ni Cuba se “autopersigue”
financiera, económica ni políticamente… todo tiene una causa, en todo
hay un culpable. Al mundo lo están virando al revés, no fue él quien
decidió darse una vuelta para tomarse un baño de sol.
Cuando ya tenía redactadas las líneas
anteriores me sorprendió la investigación de Associated Press (AP) que
reveló la existencia de un programa encubierto del gobierno de Barack
Obama –otro más-, para enviar a jóvenes latinoamericanos a Cuba con fines de subversión política,
cual para mi sorpresa se inició justo después de la captura de Alan
Gross, lo que significa que los Obama and company no se compadecieron
por su “compatriota” detenido y mucho menos por el impacto político que
generó el hecho, sino que decidieron continuar su estrategia subversiva
pero de un modo más cínico aún, sin arriesgar a ciudadanos de la más
grande de las potencias… “bonita gracia” diría irónicamente uno de los
padres de los jóvenes latinos enviados al “suicidio”.
La noticia recoge tanta mentira, tanto
robo y tanto cinismo que decidí incorporarla como continuidad a ese
intento de reflexión que comenzaba con la frase de mi amigo. En
definitiva todo es más de lo mismo. ¿Cual es el denominador común de la
mayoría de los conflictos del mundo actual? ¿Cual es el denominador
común en el abastecimiento de armas, formación de grupos mercenarios
para desestabilizar gobiernos o regiones? ¿Cual es el denominador común
de cuanta injerencia en asuntos internos de cualquier nación ha
existido? ¿Cual es el denominador común de la subversión, la guerra de
cuarta generación, la manipulación y la mentira? ¿Cual es el denominador
común en el abastecimiento y creación de opositores cuando estos no
nacen o se desarrollan acorde a las expectativas imperiales? Respuesta
sencilla: el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU),
alias los yanquis, los gringos, el imperio o simplemente la nación que
José Martí desde el lejano 1895 deseaba que no se expandiera como una
“fuerza más”, hoy presidido por un genio del engaño y la mentira, un
sujeto con vocación para la simulación.
Mientras EE.UU
mostraba una cara pública –la de Obama- repitiendo una y mil veces que
no participan en planes subversivos sino que solo ayudan a “fortalecer
la sociedad civil”, alardeando ser paradigmas de la democracia y la
justicia, los “viajeros mercenarios” trabajaban de manera encubierta en
Cuba, intentando identificar a personas que podrían convertirse en
activistas políticos, por un salario de 5.41 dólares la hora. ¿Qué
sucedería si fuese a la inversa? ¿De cuantas barbaridades estaríamos
siendo acusados?
Utilizando como cobertura la supuesta ayuda a programas de salud, la Agencia de EE.UU.
para el Desarrollo Internacional (USAID) –la misma que sufrió el
descrédito por su programa Zunzuneo y que ha sido expulsada de varios
países progresistas por su desfachatada injerencia en asuntos internos- envió
a Cuba a jóvenes de Venezuela, Costa Rica y Perú “con la esperanza de
incentivar una rebelión”. Una rebelión inventada, fabricada, un robo a
la inteligencia humana. Cuanta necedad, pero al final no me sorprende,
del imperio no se puede esperar otra cosa: “la mentira es la única verdad que hay en la boca del necio”.
Decía el poeta inglés, Alexander Pope,
que quién dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará
obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.
Y así anda Obama, la USAID y su contratista, Creative Associates
International, quiénes sin recuperarse de la resaca de ZunZuneo van de
jaque mate en jaque mate, de ridículo en ridículo, sin saber que decir o
como explicar lo inexplicable. Que tomen la palabra y con valentía
gallarda asuman que hacen todo lo posible por subvertir el orden en
Cuba, que manipulan y desvían los fondos de los contribuyentes con tales
fines, que prefieren arriesgar en semejante “aventura” a ciudadanos
latinoamericanos porque consideran a sus coterráneos –como consideraba
Hitler a los suyos- seres superiores, de mayores derechos.
Pero soy optimista, “la mentira se pone
en contra de quien la inventa” y ya se ven evidencias de ello. El nivel
de descrédito que está invadiendo a las entidades gubernamentales e
instituciones políticas, principalmente en lo que concierne al tema Cuba
es y será irreparable, y lo que es peor… unos acusan a otros y todos
desean limpiar su imagen –o mejor dicho, proteger sus bolsillos- cual ha
generado un debate ético a lo interno, y es que desde mediados de 1700
ya un filosofo italiano, Antonio Genovesi, advertía que “Hasta la
supervivencia de una banda de ladrones necesita de la lealtad
recíproca.”, algo que evidentemente no abunda en los salones de la Casa
Blanca, o en los pasillos de la USAID y mucho menos en el Senado o el
Congreso estadounidense. Esperemos más, esta novela está solo en sus
primeros capítulos.
Nota:
Otros detalles pueden ser consultados en la fuente de la información (AP) o en http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/08/03/ap-eeuu-utilizo-a-jovenes-latinoamericanos-como-agentes-para-la-subversion-en-cuba-documentos/#.U9_IJ_uB1Iw)
Informaciones relacionadas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario