

Percy Francisco Alvarado Godoy/Descubriendo Verdades
La Fundación para los Derechos Humanos en
Cuba (FHRC) -invención de la FNCA para mostrar la “cara buena” que lo
aleje de su pasado terrorista y de escandalosos antecedentes de
corruptelas y turbios rejuegos políticos-, parece haber sido elegida
para coordinar y dirigir la participación de sus asalariados
contrarrevolucionarios cubanos que participarán en los foros paralelos
de la próxima Cumbre de las Américas, en Panamá.
Allí estarán dirigiendo la orquesta
mediática de los detractores anticubanos de oficio y sufragando los
gastos de una veintena de los mismos.
En un inusual secretismo, la FHRC ha
mantenido en el anonimato, hasta su arribo a Panamá, la lista de los
integrantes de su comitiva de alrededor de 30 personas. A saber, cerca
de 11 de ellos son miembros del tinglado de la FNCA y la FHRC, quienes
se encargarán de organizar, coordinar y dirigir el ataque mediático
contra Cuba en la Cumbre.
Tres son los eventos en que la FNCA y la
FHRC han puesto su empeño para orquestar la agresión ideológica
anticubana: La conferencia “El Camino por Recorrer en la Lucha por los
Derechos Humanos”, en la sede que la Universidad Estatal de Florida
(FSU) tiene en Panamá, y el II Foro regional de Juventud y Democracia y
el IV Foro de Jóvenes de las Américas, en la que participa la
provocadora Micaela Hierro Dori. A este circo se ha sumado la Cuban Soul
Foundation.
Previamente, la FNCA y su FHRC han
logrado crear un artificio mediático con el que pretenden vender ante la
opinión pública una supuesta posición común frente a la Cumbre por
parte de la desunida contrarrevolución interna. En tal sentido, con la
ausencia del grupúsculo Damas de Blanco, varios mercenarios anunciaron
ayer que habían logrado consensuar un “mensaje unido” para la Cumbre en
Panamá.
Este mensaje, fabricado a duras penas y
usando todo tipo de presiones –como lo es “cortarles el agua y la luz” a
sus asalariados-, se basa en dos propuestas concretas: exigir una nueva
ley electoral en Cuba y una ley de asociación y partidos políticos,
aspectos que chocan con la actual realidad cubana.
Hasta el momento se han adherido a esta
posición común los grupúsculos como la Unión Patriótica de Cuba
(UNPACU), liderada por el cabecilla José Daniel Ferrer, y el Frente
Antitotalitario Unido, del contrarrevolucionario Guillermo Fariñas, así
como otras organizaciones de la contrarrevolución interna.
Hasta el momento se sabe que asistirán a
la Cumbre, entre otros, los contrarrevolucionarios Cuesta Morua,
Guillermo Fariñas, Berta Soler, Elizardo Sánchez.
Parte de la delegación anticubana estará
presente en dos foros relacionados con la juventud: el II Foro Regional
de “Juventud y Democracia” (6 de abril) y el IV Foro de Jóvenes de las
Américas (día 7 de abril).
Asimismo, la FHRC también será el
anfitrión de la conferencia: “El camino por recorrer en la lucha por los
Derechos Humanos”, la cual se realizará en el Florida State
University-Panama Campus, Ciudad del Saber, el día 8 de abril de 2015.
Este evento abrirá con una conferencia de
la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), a cargo de
Adolfo Leyva de Varona, Profesor de Relaciones Internacionales e
Historia Latinoamericana, de la FSU-Panamá.
Posteriormente desarrollarán los cuatro paneles previstos:
Panel I: Poder
irrelevante: Una nueva vía para el activismo social en las Américas,
en la que participarán el venezolano Félix Velázquez, del Centro
Latinoamericano para la No-Violencia; Matias Bianchi, Director de
Asuntos del Sur; Moises Leonardo Rodriguez Valdez, Corriente Martiana,
Cuba; bajo la moderación de Omar Lopez, directivo de la FNCA y miembro
del staff de Radio Martí.
Uno de los platos fuertes del día será el Panel II: “Retos
a la participación ciudadana en un ambiente de represión”, en la que
intervendrán los contrarrevolucionarios Manuel Cuesta Morúa, Partido
Arco Progresista; Guillermo Fariñas, UMPACU; Carlos Ámel Oliva Torres,
UMPACU; Henry Constantín Ferreiro; bajo la moderación de Carla Pousa,
del FSU-Panamá.
Otro evento principal diseñado para el ataque mediático anticubano lo será el Panel III: “El
papel de la mujer en la lucha por los derechos humanos”, en el cual
intervendrán los contrarrevolucionarios Berta Soler, Miriam Celaya y
Sayli Navarro Álvarez, bajo la moderación de Karinna Álvarez, de la
FHRC.
El Panel IV: “Significado
de la libre expresión”, contará con la presencia de David Escalona
Carrillo, de Omni Zona Franca; Michel Matos, Matraka; Soandres del Río
Ferrer, de Puños Arriba; y Aldo Roberto Rodriguez Baquero, de Los
Aldeanos; con la moderación de Pedro Vidal, de la Cuban Soul Foundation.
Algunos mercenarios que han sido
acreditados participarán en el marco de la VII Cumbre de las Américas,
en el “Foro hemisférico de la sociedad civil y actores sociales”, a
celebrarse entre el 8 y el 10 de abril. Otros participarán el día 9 de
abril en el foro “El otro lado de la moneda”, organizado por la
Fundación Libertad. También participarán en un concierto de hip-hop
contestatario, producido por la Cuban Soul Foundation y presentado por
la Asociación Pro Arte Libre (APAL).
Por último, todos los mercenarios allí
presentes, y sus financistas, participarán el día 10 de abril en un
evento de Freedom House.
Trapos sucios y males manejos de la FHRC
Aunque se presenta como una organización
501 (c) 3 sin fines de lucro, establecida en 1992 para promover una
transición no violenta a una Cuba “libre y democrática”, mediante la
potenciación de la sociedad civil independiente en Cuba, en muchas
ocasiones su discurso defiende acciones provocadoras y subvenciona tras
bambalinas acciones que poco tienen de pacifismo.
Aunque se define como “organización sin
ánimo de lucro” se han denunciado diversas corruptelas que han puesto en
dudas el uso transparente de las ayudas que recibe por parte del
gobierno norteamericano.
Tal es el caso que involucró a Adolfo
Franco, donde personeros de la FNCA como José Cárdenas, ex directivo de
la misma, fue colocado en la USAID como la salida para descongelar, en
el 2008, los fondos destinados para propiciar la subversión contra Cuba y
tratar de mantener las emisiones de Radio y TV Martí.
La ambiciosa FNCA publicó por ese
entonces un informe en el que denunció que tan solo el 17 % de los
fondos eran realmente empleados para apoyar a la contrarrevolución
interna. Fue una jugada maestra encaminada a lograr el malsano propósito
de monopolizar el dinero de la USAID, desplazando del privilegiado
papel a otras organizaciones radicadas en EE UU, tales como el Centro
por una Cuba libre, el Directorio Democrático Cubano, el Grupo de Apoyo a
la Democracia y Acción Democrática.
No fue, sin embargo, hasta el 2011 cuando
la USAID comenzó a tener en cuenta con más atención a la FNCA y a su
Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), luego de haberle
retirado su financiamiento tras los escándalos de sus vínculos con Luis
Posada Carriles y la oleada terrorista en la década de los noventa, así
como su participación en el secuestro del niño Elián González, lo cual
provocó una seria caída de imagen para la misma. La USAID tuvo siempre
la certeza de que la FNCA empleó parte de los fondos entregados a ella
en actividades terroristas contra objetivos económicos, políticos y
sociales dentro de Cuba, distanciándose de la misma, al menos, de forma
pública.
Fue en el 2011 cuando la USAID aprobó 3.4
millones de USD para la FHRC, parte de los que fueron dirigidos hacia
los grupúsculos contrarrevolucionarios por los que apostaban los
directores de la FNCA. Otra parte importante de los fondos, a falta de
serias auditorías, fueron a parar a los bolsillos de los propios
intermediarios y unos pocos liderzuelos dentro de la Isla.
Los envíos destinados por la FHRC a sus
grupúsculos seleccionados, fundamentalmente consistentes en
computadoras, teléfonos celulares, cámaras, materiales impresos,
soportes digitales, alimentos, medicinas, productos higiénicos y ropa,
nunca han sido significativos.
La misma suspicacia acaba de ocurrir
recientemente cuando se dio a conocer que la FNCA destinó más de 250,000
USD para un curso para jóvenes contrarrevolucionarios auspiciado por el
Centro de Iniciativa Latinoamericana y del Caribe del Miami Dade
College, con la intención de capacitarlos como potenciales líderes de la
contrarrevolución interna y, sin embargo, luego de la deserción de tres
de ellos, se filtró la falta de aptitudes de casi todos para cumplir
con las expectativas puestas en ellos.
La Fundación Nacional Cubano Americana
(FNCA) se encuentra ahora financiando la actividad de algunos
grupúsculos como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y las llamadas
Damas de Blanco.
Con Obama, la FNCA ha usado los aportes
de la USAID para promover acciones no pacíficas y declarado corte
violento como fueron los planes para atentar contra la visita de
Benedicto XVI a La Habana y la Feria Internacional de La Habana 2013,
denunciados por mí oportunamente.
Tal vez el momento de mayor espaldarazo
por parte de Obama a la FNCA tuvo lugar el 8 de noviembre de 2013,
cuando el presidente usó la casa del Chairman de la misma, Jorge Mas
Santos, para buscar contribuciones para los demócratas. A cambio, Obama
prometió a la FNCA la monopolización de los fondos de la USAID. Fue, a
todas luces, un acuerdo muy parecido a los usados por la mafia. Así se
completaba la intención de Obama de centralizar los fondos de la USAID,
iniciada desde el 2012, cuando el Departamento de Estado centró sus
esfuerzos en sus dependencias identificadas como la Oficina de
Latinoamérica y el Caribe (LAC), la Oficina de la Democracia, Derechos
Humanos y el Trabajo (DRL) y la Oficina de Asuntos del Hemisferio
Occidental. También concedió a la Sección de Intereses de EE UU en La
Habana el privilegio de canalizar ciertas partidas de financiamiento
dentro del territorio nacional cubano.
Gastos de la FHRC para la subversión, ¿qué hay en el trasfondo?
Emilio Ichikawa publicó el 17 de febrero
de 2014 una interesante nota sobre el informe de los gastos incurridos
por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), suerte de
explicaciones sobre el uso del dinero recibido por EE UU para mantener
la subversión en Cuba durante el pasado 2013. Los autores no escatimaron
en gastos para fabricar un largo dossier de 20 páginas –elaborado a
todo color y bello diseño, como para hacerlo más creíble-, para rendir
cuenta sobre cómo han usado ese dinero sucio para comprar mercenarios y
mantener sus planes desestabilizadores en la Isla. ¿Por qué esa prisa en
hacer públicas estas cifras? Es evidente que se ha hecho para eliminar
suspicacias y recelos sobre el uso real de esos fondos, luego de que el
negocio del financiamiento a la contrarrevolución ha estado desde hace
mucho tiempo en la mirilla de la opinión pública constantemente.
La primera pregunta cae por sí sola: ¿Por
qué, ahora? Es obvio que la lucha por el dinero para sufragar a la
contrarrevolución ha sido siempre un pingüe negocio y los señores de la
FHRC –atados al cordón umbilical de la FNCA-, pretenden “convencernos”
de su transparencia, sobre todo cuando las corruptelas y las estafas han
sido siempre un mal mayor siempre latente en sus acciones. De más está
decir que todo el mundo considera que esto de mantener a mercenarios y
provocadores perjudica doblemente a los contribuyentes norteamericanos.
Por un lado, su dinero se gasta en subvertir el orden institucional de
una nación a la que no se ha declarado legalmente la guerra. Por otro
lado, todos esos desembolsos millonarios de dinero son usados en una
conspiración destinada a un rotundo fracaso.
Lo cierto es que la FNCA, dirigida por
estafadores y terroristas está involucrada con la FHRC, ya que dentro de
sus directores se encuentran nada menos que Jorge Mas Santos y Pepe
Hernández, éste último planificador de actos terroristas contra la Isla.
Yo fui testigo directo de esto pues infiltrado en su ala paramilitar,
varios directivos de la misma me orientaron directamente realizar actos
de espionaje, estudios de vulnerabilidad, sabotajes y otras acciones
violentas contra objetivos económicos, políticos y sociales en Cuba.
Eran ellos el propio Pepe Hernández, Salvador García Cordero, Luis
Zúñiga Rey y Arnaldo Monzón Plasencia.
Creada en 1992, la FHRC dice “atender” a
unos 60 grupúsculos de la contrarrevolución interna, integrados por
cerca de 1,300 a lo largo del país. Estos grupos, según justifica en el
informe, realizaron cerca de 600 actos provocativos y shows mediáticos
en la Isla durante 2013. Esa “atención” de la FHRC abarca a los
principales grupos contrarrevolucionarios como las Damas de Blanco,
UNPACU, la CDHRN, prestando especial atención en eso de abastecer de
logística y abundante dinero a mercenarios como Berta Soler, Guillermo
Fariñas, Yoani Sánchez, Laritza Diversent y Elizardo Sánchez, entre
otros.
De esta forma, el informe de la FHRC
desglosa sus “gastos” de la siguiente manera, aunque fuentes confiables
dicen que existen desvíos de estos fondos hacia otros fines y que no
todos los desembolsos reportados han sido reales, ni tampoco han tenido
el uso previsto:
– 80,000 USD en 700 teléfonos celulares, laptops y equipamiento.
– 97,000 USD en prepagos de cargas de teléfonos.
– 200,000 USD en ayuda humanitaria
directa a unas 500 familias en Cuba. (Lo que parece ser la parte central
del desvío de estos fondos)
Luego de un minucioso y detallado
recuento de supuestas miles de llamadas a Cuba –evidenciando que las
mismas son usadas para dar las orientaciones a sus asalariados y recoger
información de interés-, la FHRC reconoce que ellos se encargan no solo
de monitorear las acciones desestabilizadoras de los mercenarios, así
como dar respuestas a sus demandas en tiempo real.
Uno de los principales gastos reconocidos
por la FHRC fue el incurrido para lo que llama “reunión histórica” de
Berta Soler y Guillermo Fariñas con el Presidente Obama, en Miami, así
como el aseguramiento para sus viajes a EE UU y en los encuentros con
miembros de la élite de poder en Washington. Otros de los gastos en que
ha incurrido la FHRC fue por el entrenamiento de 49 mercenarios en el
exterior, así como las visitas realizadas por ellos a 15 países para
lanzar su discurso mediático anticubano. También reconocen su accionar
para penetrar a las comunidades cubanas con proyectos como las llamadas
Bibliotecas Cívicas y el apoyo a músicos contestatarios como Gorki
Águila y el proyecto Omni Zona Franca.
Otro de sus “logros” es la realización
del curso en el Miami Dade College, a partir del proyecto “Somos un solo
pueblo”, exclusivo para mercenarios y sus familiares.
En resumen, la FHRC es una parte más de
los proyectos y grupos dirigidos a derrocar a la Revolución Cubana,
capitaneados por la USAID, en un desesperado esfuerzo que no tendrá
resultado alguno, para desgracia de los bolsillos del ciudadano
norteamericano y para suerte de aprovechadores y delincuentes. De esta
forma, los 3,4 millones de USD otorgados por la USAID a la FHRC para el
período que media entre septiembre del 2011 hasta septiembre del 2014,
traerá solo pleitos, gastos inútiles, enriquecimiento de oportunistas y
un agrio tufillo con sabor a trampa.
Conclusiones
No se sabe, a ciencia cierta, cuánto
dinero desembolsaron los financistas de la guerra ideológica contra Cuba
para llevar a sus mercenarios y sus patrocinadores a la Cumbre de las
Américas. Lo cierto en que, como siempre, parte de esos dineros será
malgastado descaradamente en esta nueva misión imposible. Otra irá a
parar a los bolsillos de liderzuelos corruptos, con antecedentes
terroristas algunos, dedicados a estafar impunemente al contribuyente
norteamericano.
El empeño por presionar a Cuba fracasará nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario