Arthur González/El Heraldo Cubano
La presencia de la bloguera oficialista
de Washington en Chile, Yoani Sánchez Cordero, solo se justifica con el
temor de la ultraderecha a que sus jóvenes se lancen nuevamente a la
calle a exigir más justicia social e igualdad de derechos y se
fortalezcan los movimientos de izquierda.
La ignorancia política demostrada una vez más por ella, puso en evidencias a quién responde.Para
que no dejar dudas, solo hay que releer sus aseveraciones respecto a
las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba, cuando afirmó durante una
conferencia de prensa en Santiago de Chile: “Las negociaciones que
llevan adelante Estados Unidos y Cuba para restablecer sus relaciones
diplomáticas, representan una profunda derrota para el gobierno cubano”.
¿Yoani creará que llegó a una isla de la Polinesia donde la historia de las agresiones de Estados Unidos a Cuba no se conocen?
Si algo saben los chilenos es
precisamente de la Revolución cubana y de las agresiones de Estados
Unidos en toda América Latina, por haber sufrido en carne propia los
horrores de aquellos que se dicen abanderados de la libertad y los
derechos humanos.
Es probable que Yoani en su andar por
Miami olvidara que quienes decidieron romper relaciones con Cuba el 3 de
enero de 1961, fueron los yanquis, y quien anunció al mundo que las
restablecía fue el presidente Barack Obama, aceptando que sus políticas
de aislamiento fracasaron y tenían que cambiarlas.
No se puede pretender reescribir la historia y menos por una persona que la desconoce.
Solo hay que recordarle a la reclutada en
España por el terrorista y agente de la CIA, Carlos Alberto Montaner,
que quienes han hecho y deshecho por eliminar físicamente a Fidel Castro
y a su hermano Raúl desde el mismo año 1959, fueron el gobierno de
Estados Unidos y sus agencias de inteligencia, los mismos que diseñaron y
pusieron en ejecución decenas de planes de Acción Encubierta, sin los
resultados.
Cuba no ha cambiado en sus principios, ni
renunció a su sistema socialista. Si alguna derrota hay en esto es para
la política de la Casa Blanca, al reconocer su incapacidad para
derrocar a la Revolución, a pesar de los cientos de miles de millones de
dólares gastados en mantener a personas como ella, que no logran atraer
al pueblo para que se oponga al proceso socialista.
Yoani Sánchez viajó a Santiago de Chile
invitada por la universidad privada Adolfo Ibáñez, una de las más caras
de Chile, con el propósito de hablar en contra de su propio país, pero
no le será fácil engañar a los jóvenes chilenos que tienen cultura y una
excelente preparación academista.
Aunque pertenezcan a las clases ricas,
rápidamente se percatarán que están ante la presencia de una marioneta
pagada por Washington para sus campañas mediáticas contra Cuba.
Vergüenza deberán sentir aquellas
instituciones europeas de gran prestigio, por haberse dejado presionar
por Estados Unidos para concederle los más altos premios que solo
reciben grandes personalidades de las letras mundiales.
A la distancia de una milla se le percibe
como la fabricación de una “estrella” al mejor estilo de Hollywood,
solo para conformarle una imagen internacional como “disidente”.
En sus declaraciones en Chile, se refirió
al cruel y despiadado Bloque económico, Comercial y Financiero que
padecen los cubanos por más de 50 años, como el “Embargo”, algo bien
diferente de la realidad, asegurando que “ha sido solo un pretexto de
Cuba”.
No mencionó los daños que esa acción le
causa a su país, unido a las multas millonarias impuestas por Washington
contra importantes bancos europeos, por solo realizar una transferencia
con Cuba.
No habló de la Guerra Biológica ejecutada
por la CIA contra los cubanos, que va desde la meningitis infantil y el
dengue hemorrágico, hasta la fiebre porcina africana, el moho azul del
tabaco, el Trip Palmis contra la papa, la tristeza del cítrico, la roya
de la caña de azúcar, la conjuntivitis hemorrágica de los conejos, el
New Castell de las aves y muchas más, para afectar el sistema de salud
cubano, su economía y el eco sistema.
Esas enfermedades dejaron cientos de muertos, pero no le interesan a Yoani.
En el guión escrito por la CIA ella solo
habla de Internet, algo que también está dentro de las acciones del
Bloqueo, impidiéndoles a los cubanos el libre acceso a cientos de sitios
por el simple hecho de residir en la isla.
Ninguno de esos actos criminales pudieron
destruir el sistema socialista cubano y ante la derrota, a los altos
funcionarios estadounidenses no les quedó otro remedio que sentarse a
dialogar con Cuba, para intentar otras fórmulas que le permitan alcanzar
sus verdaderas intensiones.
La realidad se impone aunque Yoani y
otros asalariados intenten ignorar y tergiversar la historia; al final
como expresara José Martí:
“El ignorante pretencioso es como el cobarde, que para disimular su miedo da voces en la sombra”.
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