Firmeza y serenidad en la etapa actual, resistiendo y dialogando.
CARTA A LAS HERMANAS Y HERMANOS
SANDINISTAS
Por Carlos Fonseca Terán
Francisco
Aráuz Pineda, fue asesinado y su cuerpo incinerado por grupos fascistas.
El momento es de indignación
total. Las bestias contrarrevolucionarias han mostrado su crueldad, pero
también su cobardía; su objetivo es crear zozobra y desesperación, unidas a
nuestros deseos de arremeter con todo y de una vez por todas, en contra de las
desorganizadas y cobardes fuerzas reaccionarias causantes de tanta ignominia;
deseos que sin embargo, mal encaminados se pueden convertir en acciones
individuales o de pequeños grupos, desordenadas y descontroladas, sin más
orientación que nuestras emociones.
Apenas se logró avanzar en el
diálogo en el tema de levantar los tranques, los enemigos de la paz y del
pueblo nicaragüense arremetieron con furia quemando viva a una familia con varios
de sus miembros sandinistas, dueños de un negocio de venta de colchones, que
primero no quisieron entregarlos a los vándalos de la UPOLI, luego no se
sumaron al paro y finalmente, no aceptaron que los vándalos
contrarrevolucionarios usaran el techo de su casa como posición de fuego contra
la Policía, que iba tras sus pasos.
Asesinaron
a Francisco el hijo de Amanda
Mientras esto sucedía,
entregaba su vida en defensa de la Paz, de la Patria y de la Revolución nuestro
hermano Francisco Aráuz Pineda, combatiente histórico desde su adolescencia e
hijo de la legendaria luchadora campesina Amanda Pineda, quien fuera torturada
y violada por la Guardia somocista en los años setenta. Las bestias
contrarrevolucionarias, mostrando qué valores morales profesan, se ensañaron en
el cadáver de nuestro hermano caído, quedando el oprobioso hecho registrado en
vídeo para la historia.
En León, a pocas horas de
firmarse un acuerdo de paz, las hordas criminales quemaron la casa de la madre
del diputado sandinista José Ramón Sarria, y el hecho tuvo su réplica en
diferentes lugares del país, aunque quedando sólo en el intento en la mayoría
de los casos.
A pesar de todo y a
tropezones con la irresponsable y criminal intransigencia de la derecha, el
Diálogo avanza. Los revolucionarios no actuamos por emociones, sino por
convicciones. Los sandinistas somos la fuerza política mejor organizada de este
país y estamos acostumbrados a triunfos y fracasos, a momentos de victoria y
momentos difíciles, y en medio de todo, somos una de las fuerzas
revolucionarias más victoriosas del mundo a través de la historia de lucha de
los pueblos por su libertad.
Firmeza
y serenidad en la etapa actual, resistiendo y dialogando
Tenemos un líder que se
encuentra entre los más experimentados, astutos y exitosos de la izquierda a
nivel mundial, con una firmeza y serenidad a prueba de todo, forjada en las
cuatro grandes etapas de la lucha del Frente Sandinista: La lucha contra la
dictadura somocista, durante la cual fue el Jefe de la Resistencia Urbana, pasó
siete años preso y torturado en las cárceles de la tiranía, fundó el Frente
Norte “Carlos Fonseca Amador”, y fue impulsor de la estrategia insurreccional
que llevó al triunfo revolucionario de 1979; durante la primera etapa de
nuestra Revolución en los años ochenta, enfrentando la guerra impuesta por el
imperialismo, época en la que fue Presidente de la República; en los años
terribles del neoliberalismo y de la derecha en el poder, poniéndose al frente
de la lucha popular y de la defensa de los principios revolucionarios del
sandinismo frente a los traidores que renunciaron a ellos y que hoy están al
frente de la asonada contrarrevolucionaria; y luego, en la segunda etapa de la
Revolución, encabezando el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, que ha
hecho tanto por el pueblo y por nuestro país.
Permanecer unidos en la
lucha, bien organizados, resistiendo y dialogando, es la orden del momento.
Unidos en la lucha frente al plan de derrocamiento de nuestro gobierno
revolucionario, a través del trabajo político de nuestras estructuras
organizadas en barrios y comunidades; organizando la defensa de la vida, las
casas de los sandinistas y las casas del Frente; dando la batalla en las redes
sociales con efectividad y precisión, usando nuestros hashtags, haciendo
denuncias en las páginas de los organismos correspondientes; entrando en
diálogo con nuestros vecinos, amigos, familiares, sin rencores, sin odio,
haciendo relucir la verdad con amor y convicción, porque gran parte de nuestro
pueblo está en situación de histeria colectiva frente a la guerra psicológica
del enemigo, y de ahí la proliferación de barricadas que en gran parte no son
contra nosotros, sino porque muchos piensan que así se protegen de la violencia
desatada por la derecha, pero que amplios sectores de nuestro pueblo, víctimas
de la manipulación y la mentira, no sabe a quién atribuir o nos la atribuye a
nosotros. Eso no se resuelve con la confrontación. De nada nos sirve arrasar
barricadas y tranques si perdemos la confianza y el apoyo del pueblo, al cual
pertenecemos y al cual nos debemos como fuerza revolucionaria organizada.
Nuestros enemigos, los
enemigos del pueblo, quieren que nos invada la desesperación, la impaciencia o
peor aún, la desesperanza, que nos dejemos llevar por nuestras emociones, que
perdamos nuestra capacidad de raciocinio, como se la han hecho perder a muchos
de nuestros vecinos, familiares, amigos, compañeros de trabajo e incluso,
compañeros sandinistas. Ese es el objetivo de esas imágenes de compañeros
nuestros ultrajados y torturados.
El
ejercito patriótico y popular jamás permitirá que fuerzas
antidemocráticas tomen el poder por la fuerza
Tenemos la fuerza más
invencible del mundo, que es la de la verdad y las ideas; tenemos una fuerza
organizada que ni sueña tenerla la derecha vende patria; tenemos un líder que
nuestros enemigos no tendrán jamás; tenemos una historia de lucha, sacrificio y
victorias que pocos movimientos revolucionarios tienen y que los enemigos del
pueblo jamás podrán llegar a tener; tenemos una Policía heroica que no se vende
ni se rinde; tenemos un Ejército patriótico y popular, que jamás permitirá la
violación de nuestra Constitución ni que fuerzas antidemocráticas tomen el
poder por la fuerza.
La firmeza de carácter debe
ser atributo de los revolucionarios, y eso implica no desesperarse ante ninguna
circunstancia. La serenidad es indispensable incluso en medio de los más
cruentos combates. Tenemos todo para vencer, hermanas y hermanos, y a pesar de
lo difícil del momento, como difíciles han sido tantos otros que hemos vivido,
VENCEREMOS.
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#PazYSeguridad
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