Por estos días el diario más antiguo de Panamá publicó una noticia sobre la detención en Cuba de un supuesto "Periodista Independiente". Les comparto un breve análisis sobre el tema.
En medio de un amplio debate sobre la “libertad de expresión” en Panamá.....
Contexto
En medio de un amplio debate sobre la “libertad de
expresión” en Panamá, motivado por la presunta “amenaza” a este derecho que se
deriva de un proceso legal contra el diario “La Prensa” por injurias a un
dirigente político, su homólogo “La Estrella de Panamá”, publica un artículo (1)
sobre la detención de un “periodista independiente” cubano, elaborado sobre la
base de declaraciones del detenido (ya liberado) y en el que la autora
cuestiona las garantías de la libertad de expresión en la isla y el control del
“régimen cubano” sobre los medios de comunicación.
Ya con esto, la autora garantiza cierto nivel de
visibilidad de su material, quizás sin saber (dando margen a la presunción de
inocencia), que lo hace en un contexto en que se incrementa el linchamiento
mediático contra Cuba como consecuencia de la frustración que genera en los
enemigos de la Revolución los logros del país socialista en el enfrentamiento a
la Covid-19 y su capacidad de desplegar ayuda solidaria a otros en este crucial
momento de la historia de la humanidad.
No dudo de la buena fe y preocupación de la
periodista, solo creo que, en la elaboración de su artículo, no se contemplaron
todas las verdades.
En resumen, conscientes o no, la autora y el
prestigioso y antiguo diario panameño, contribuyen a la campaña contra Cuba,
promovida por el Gobierno norteamericano, aquel que en una fecha no muy lejana
también atentó contra la estabilidad y la propia existencia de La Estrella de
Panamá y a su “libertad de expresión”, por oscuras razones políticas.
Contenido
No pretendo adentrarme en las circunstancias de la
detención del “periodista independiente” ni en el personaje en sí, que como
muchos “disidentes” que la prensa anticubana enaltece, son desconocidos para el
pueblo cubano. Trataré de aportar argumentos -de fácil acceso en Internet-, sobre
el manejo de la “prensa independiente” en Cuba, que hubiesen permitido a la
autora (Premio Nacional de Periodismo en 2019), alcanzar un mejor balance en su
artículo, principio básico del periodismo.
El título del material es elocuente y quizás la verdad
absoluta del mismo, al señalar “Ser
periodista en Cuba, si no es un riesgo mortal, es un riesgo profundo”, esta
afirmación-negación contradice el propósito de desacreditar a la Isla, al
patentizar lo que es notorio y pocos quieren reconocer: En Cuba no hay
asesinatos de periodistas (ni políticos), como si ocurre en muchos países de la
región, pero que no están en la mira mediática del imperio.
Ciertamente, para los llamados “periodistas
independientes”, que actúan al margen de la ley y al servicio de una potencia
extranjera como es el caso, están en “…un
riesgo profundo…” de ser juzgados por las leyes que rigen en Cuba, que,
aunque algunos quieran desconocer, es también un Estado de Derechos.
El “periodista” detenido y otros que como él forman
parte de plataformas comunicacionales orientadas a fomentar las campañas
mediáticas contra Cuba, que luego sustentan las acciones coercitivas del
Gobierno de los Estados Unidos contra la Isla, ni son independientes ni
autóctonos.
Diario de Cuba (DDC), al que pertenece el “periodista
detenido” es una plataforma digital con sede en Miami, orientada por completo a
linchar mediáticamente a la Isla socialista. Para ello, recibe financiamiento de
la National Endowment for Democracy (NED), organización que a su vez es receptora
de los fondos que destina el gobierno norteamericano para buscar un cambio del
régimen social, económico y político establecidos constitucionalmente en
Cuba.
Según se publica en el sitio web de la NED, en 2019
DDC recibió 220 000 dólares (2),
(similar cifra recibió en 2018) con el manido propósito de “Promover la
libertad de información en Cuba a través de la producción y difusión de
noticias y análisis independientes a través del medio digital de noticias del
concesionario”, según la NED.
En el documento se señala además: “El concesionario
continuará asesorando a su red de contribuyentes en Cuba para que produzcan
contenido de manera más independiente y profesional. Para continuar aumentando su número de lectores dentro de
Cuba, la organización ajustará su
contenido a los comentarios de los lectores e implementará nuevas
herramientas para evitar la censura”. Más claro ni el agua.
En total suman 5
495 402 dólares los que destinó la NED para un cambio de régimen en la isla
en 2019, de ellos 2 495 121 (45.4%) están
concentrados en proyectos orientados a promover a los “periodistas
independientes” y la “libertad de expresión”. Es decir, a burlar la “censura”
del gobierno cubano o lo que es lo mismo, imponer la “verdad” del todo poderoso
gobierno de los EE.UU.[1]
DDC no es una organización reconocida legalmente en
Cuba ni sus corresponsales en la Isla están acreditados, por lo tanto, es
ilegal el actuar del “periodista” detenido y está fundamentada la acción de las
autoridades cubanas sobre el mismo.
Ningún país permitiría que un “periodista” no
acreditado ni habilitado por el gremio y mucho menos, pagado por un gobierno
externo hostil, actúe sobre la base de la manipulación de incidentes internos.
Soy de los que creo que la “libertad de prensa” no existe
en su forma pura, en ningún país; siempre se mueve en los márgenes que
establezcan los círculos de poder que están detrás de los medios de difusión,
solo que en el caso de la Isla, no son grandes trasnacionales ni una acaudalada
burguesía criolla que mueven los hilos de la “libertad” a favor de sus
intereses político y económicos, hay un sistema estatal, sí, estatal, el mismo
que por estos días ha salvado eficientemente la vida de sus ciudadanos frente a
la Covid-19 y no ha dejado a ninguno de ellos a su suerte.
No se le puede cuestionar a la pequeña isla actuar en su
propia defensa ante la constante alevosía y premeditación del imperio. Para los que no han sufrido el asedio es
difícil entender, pero ello no da el derecho de criticar sin intentar
comprender.
Sugerencias
- - Invito
a los periodistas de investigación de La Estrella de Panamá a husmear en la
página web de la NED y ver los fondos que esta organización destina para el
istmo, quizás se sorprendan si lo asocian con la realidad política que vive el
país por estos días.
- Para
llegar al financiamiento de la NED, solo tienen que abrir su página web y poner
Cuba en el buscador.
Referencias.
(1) Artículo de la Estrella de Panamá https://www.laestrella.com.pa/internacional/america/200707/periodista-cuba-riesgo-mortal-riesgo
El Indio
9 de julio de 2020
9 de julio de 2020
[1] Estos por supuesto, no son los únicos fondos para
subvertir a Cuba, a ellos se suman los de la USAID que tiene un programa
orientado a “ayudar a romper el bloqueo de información en la isla al
proporcionar soporte de nuevos medios en forma de asistencia a blogueros y
capacitación técnica para ampliar el acceso a Internet.” Se añaden, además, otros financiamientos que
se erogan clandestinamente en virtud del capítulo secreto del plan Bush o
“Comisión de Asistencia a una Cuba Libre”, aprobado por el presidente
George Bush el 6 de agosto de 2004.
Como Estudioso de la Etica y la llamada ¨Libertad de Expresión" y Periodista por 32 años, siempre estos medios le crean expectativa a la opinión pública determinar a los países libres y soberanos como violadores de los derechos humanos, lo hacen para distanciar la atención o la intención será financiada, por los mismos que se señalas, medios que responden a los grandes consorcios, a la SIP que determina líneas contra el verdadero ejercicio del periodismo
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