Alfredo Consuegra Zaldívar, guardián del criadero de cocodrilos de la provincia de Camagüey, aún conserva el asombro de ver nacer a dos crías de ese reptil a partir de la eclosión de un solo huevo, nunca visto en sus 18 años de trabajo en esa instalación.
Nacidos el 12 de junio último, los ejemplares se encuentran apartados del resto para asegurar su supervivencia, y hasta ahora se mantienen bien sanos y con un desarrollo normal, explicó Consuegra a la AIN.
Para el biólogo Manuel Alonso Tabet, del refugio de fauna silvestre Monte Cabaniguán-Ojo de Agua, en la vecina provincia de Las Tunas, la frecuencia de un nacimiento de ese tipo entre las especies de cocodrilos se puede equiparar a la de los partos de cuatrillizos en humanos.
Entrevistado vía telefónica por la AIN, el especialista aseguró que en sus 21 años de trabajo con el Crocodylus acutus o americano, ha visto casos similares en seis o siete ocasiones, pues muchas veces las crías no superan la eclosión o se forman como siameses.
Los gemelos sobrevivientes resultan individuos sin desventajas entre la camada, pues desarrollan tamaños y habilidades aceptables para esa especie depredadora, aunque en sus primeros meses de vida requieren algunos cuidados básicos, iguales para todos los ejemplares.
Una higiene impecable en los hábitats artificiales, temperatura constante si existiera la posibilidad en los criaderos, y una alimentación estable, diaria o en días alternos, son algunos de los requisitos establecidos para el manejo de las crías, acotó Alonso.
En el aspecto alimentario, Consuegra, el guardián, señaló que existen algunos problemas con el suministro en el criadero camagüeyano, situado en el municipio de Minas, al norte del territorio, por lo cual buscan alternativas para mantener la salud de los animales.
Tras una búsqueda en Internet, solo se encontró el reporte de un caso similar en China, reseñado por la página digital Teleamazonas.com.
Nacidos el 12 de junio último, los ejemplares se encuentran apartados del resto para asegurar su supervivencia, y hasta ahora se mantienen bien sanos y con un desarrollo normal, explicó Consuegra a la AIN.
Para el biólogo Manuel Alonso Tabet, del refugio de fauna silvestre Monte Cabaniguán-Ojo de Agua, en la vecina provincia de Las Tunas, la frecuencia de un nacimiento de ese tipo entre las especies de cocodrilos se puede equiparar a la de los partos de cuatrillizos en humanos.
Entrevistado vía telefónica por la AIN, el especialista aseguró que en sus 21 años de trabajo con el Crocodylus acutus o americano, ha visto casos similares en seis o siete ocasiones, pues muchas veces las crías no superan la eclosión o se forman como siameses.
Los gemelos sobrevivientes resultan individuos sin desventajas entre la camada, pues desarrollan tamaños y habilidades aceptables para esa especie depredadora, aunque en sus primeros meses de vida requieren algunos cuidados básicos, iguales para todos los ejemplares.
Una higiene impecable en los hábitats artificiales, temperatura constante si existiera la posibilidad en los criaderos, y una alimentación estable, diaria o en días alternos, son algunos de los requisitos establecidos para el manejo de las crías, acotó Alonso.
En el aspecto alimentario, Consuegra, el guardián, señaló que existen algunos problemas con el suministro en el criadero camagüeyano, situado en el municipio de Minas, al norte del territorio, por lo cual buscan alternativas para mantener la salud de los animales.
Tras una búsqueda en Internet, solo se encontró el reporte de un caso similar en China, reseñado por la página digital Teleamazonas.com.
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