Me cuenta Cantaclaro que su mamá, quien a puro esfuerzo logró alcanzar el noveno grado apoyándose en las facilidades que se crearon por la Revolución triunfante, siempre fue muy estricta en cuanto a la observancia de los principios morales que incluían decencia, decoro, honradez, vergüenza, patriotismo y lealtad. Para ella lo más importante era evitar las malas compañías. «La “juntera” con gente sinvergüenza y de mala calaña no aporta buenos resultados» ─ refiere Cantaclaro que les decía como parte de sus reprimendas aleccionadoras ─ por lo que siempre han tenido eso como un paradigma.
Esto me vino a la mente cuando conocí sobre las andanzas de algunos de los llamados “disidentes”, que en su afán de notoriedad y aprovechando las ventajas de las Reformas migratorias, salen de “turismo oposicionista” y por las tierras del norte se apandillan con la flor y nata de lo que la mamá de Cantaclaro llamaría: “gente sinvergüenza y de mala calaña”. Le pondré algunos ejemplos, aplicando de paso la ley de la transitividad.
Los terroristas internacionales de origen cubano Orlando Bosch (fallecido en el 2011), Luís Posada Carriles y sus secuaces, han llevado a cabo 546 actos terroristas, 360 de ellos dentro de los EE.UU. que han sembrado el terror en 10 ciudades norteamericanas, de los cuales 204 fueron en Miami y 81 en New York. La barbarie de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en pleno vuelo se incluye en esta fatídica estadística.
A mediados de 1989 la congresista de origen cubano Ileana Ros-Lethinen demandó con gran vehemencia ante el gobierno de Bush (padre) que se le concediera libertad y protección en el territorio de los EE.UU. al terrorista Orlando Bosch, lo que finalmente se produjo el 17 de julio de 1990. El 13 de agosto de 1997, después de que los mercenarios centroamericanos Raúl Ernesto Cruz León y Francisco Chávez Abarca, reclutados por Luís Posada Carriles y pagados con plata aportada por los Directores de la Fundación Nacional Cubano Americana, habían colocado cargas de explosivo C-4 en hoteles de La Habana, causando destrucción y muerte; un grupo de esos Directores desembolsó la importante suma de $30,000 USD para publicar un anuncio a página entera en el periódico “The Miami Herald”, en el cual esa organización anticubana festejaba la comisión de los atentados terroristas y los atribuía a “personas de alto rango dentro del país, tal vez de las Fuerzas Armadas Revolucionarias o del Ministerio del Interior”.
En marzo de 2006, durante una entrevista realizada en Washington, Ileana Ros-Lethinen declaró: “apruebo la posibilidad de ver a alguien asesinar a Fidel Castro (…) hace años que digo esto y no tengo ninguna vergüenza de mis palabras”. El 6 de abril de 2008 Ros-Lethinen le rindió pública reverencia al terrorista Luís Posada Carriles en un acto organizado por elementos ultraderechistas promotores de la violencia contra Cuba.
Y ahora viene lo mejor: a partir del 14 de enero de 2013, fecha en que el Gobierno Revolucionario Cubano comienza a aplicar las reformas migratorias que facilitan los viajes al exterior a todos los cubanos, incluyendo a los llamados “disidentes”, la Congresista Ileana Ros-Lethinen ha estado recibiendo a tambor batiente, a todos estos “turistas de la oposición”, que sin ningún recato han ido hasta la cueva de esta acérrima enemiga del pueblo cubano, a rendirle tributo de adulación y a solicitarle “interponga sus buenos oficios” para lograr mayores aportes de “apoyo espiritual, moral y sobre todo MATERIAL” por parte de las agencias del Gobierno de los EE.UU.
Los invito ahora a que apliquemos la ley de la transitividad. Recordemos que si A=B y B=C, entonces A=C. Esta regla es exacta. De donde se deduce que si Luís Posada Carriles y sus cómplices del terrorismo son respaldados por Ileana Ros, sus compinches del Congreso, la FNCA y otras organizaciones CR externas y toda esta gente recibe, amamanta, respalda y le extrae el jugo a los llamados “disidentes internos”, entonces podemos decir que los citados “disidentes internos” apoyan, respaldan y comparten las actividades de los terroristas, confesos y declarados, que a la sombra de Luís Posada Carriles proliferan en la fauna contrarrevolucionaria del sur de la Florida. La mamá de Cantaclaro tenía razón: la “juntera” con gente sinvergüenza y de mala calaña no aporta buenos resultados. ¿Qué creen ustedes?
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