Por:Arthur Gónzalez
A diario se escriben informes sobre Cuba que distorsionan y tergiversan su realidad, conociéndose que el gobierno norteamericano destina para eso importantes sumas de dinero, de los 20 millones de dólares que anualmente aprueba la Casa Blanca como parte de su estrategia de subversión en contra de la revolución cubana.
Entre esos reportes está la manipulación del tema migratorio en su intento por politizarla, al darle el calificativo de que en Cuba la gente “huye del comunismo”, aspecto que permite a los norteamericanos mantener solo para la Isla la llamada “Ley de Ajuste cubano”.
En este sentido, recientemente uno de los sitios digitales creados para sus operaciones mediáticas contra la Isla, hizo referencia a queen el año 2012 emigró la mayor cantidad de cubanos, tomando la cifra de46 mil 662 personas, pero no mencionó que Cuba flexibilizó en enero del presente año la ley migratoria que posibilita que los ciudadanos que logren obtener una visado, viajen al extranjero y que vuelvan algunos de los que habían emigrado años atrás.
Sin embargo, este proceso en busca de mejores condiciones económicas no es privativo de la Isla y es común en el mundo observar como millones de personas, especialmente jóvenes, salen a tratar de lograr plazas mejor remuneradas.
De acuerdo a las cifras de las Naciones Unidas, unos 27 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad emigran cada año de sus países, con la intención de obtener superiores condiciones de vida; si se suman las personas de entre 25 y 34 años que emigran cada año, la cifra anual de jóvenes emigrantes internacionales asciende al 30 por ciento del total de los 214 millones de individuos que cada año abandonan sus países de origen.
Por tanto no es un fenómeno privativo de Cuba, a pesar del intento de los enemigos de la Revolución por manipular la realidad. El propio secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, destacó la positiva contribución que realizan los jóvenes emigrantes a las sociedades de origen, tránsito y destino, tanto económicamente como social y culturalmente.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que las diversas tendencias demográficas y la disparidad de ingresos acentúan las dinámicas migratorias, y que la presión será aún más fuerte si se mantienen las proyecciones actuales, dada la crisis economiza mundial.
Esta es una realidad que Cuba también enfrenta pero no se oculta ni distorsiona.
Cada día a los cubanos, especialmente a los jóvenes, se les hace más difícil obtener una visa para trabajar, estudiar o simplemente para visitar a un familiar; sin embargo si llegan en un bote a los Estados Unidos, obtienende inmediato el permiso de trabajo y a los 366 días pueden solicitar su residencia permanente, y esto le permite a los yanquis mantener sus operaciones mediáticas.
De eso no se habla y es otra forma de discriminación que sufren los cubanos.
A diario se escriben informes sobre Cuba que distorsionan y tergiversan su realidad, conociéndose que el gobierno norteamericano destina para eso importantes sumas de dinero, de los 20 millones de dólares que anualmente aprueba la Casa Blanca como parte de su estrategia de subversión en contra de la revolución cubana.
Entre esos reportes está la manipulación del tema migratorio en su intento por politizarla, al darle el calificativo de que en Cuba la gente “huye del comunismo”, aspecto que permite a los norteamericanos mantener solo para la Isla la llamada “Ley de Ajuste cubano”.
En este sentido, recientemente uno de los sitios digitales creados para sus operaciones mediáticas contra la Isla, hizo referencia a queen el año 2012 emigró la mayor cantidad de cubanos, tomando la cifra de46 mil 662 personas, pero no mencionó que Cuba flexibilizó en enero del presente año la ley migratoria que posibilita que los ciudadanos que logren obtener una visado, viajen al extranjero y que vuelvan algunos de los que habían emigrado años atrás.
Sin embargo, este proceso en busca de mejores condiciones económicas no es privativo de la Isla y es común en el mundo observar como millones de personas, especialmente jóvenes, salen a tratar de lograr plazas mejor remuneradas.
De acuerdo a las cifras de las Naciones Unidas, unos 27 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad emigran cada año de sus países, con la intención de obtener superiores condiciones de vida; si se suman las personas de entre 25 y 34 años que emigran cada año, la cifra anual de jóvenes emigrantes internacionales asciende al 30 por ciento del total de los 214 millones de individuos que cada año abandonan sus países de origen.
Por tanto no es un fenómeno privativo de Cuba, a pesar del intento de los enemigos de la Revolución por manipular la realidad. El propio secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, destacó la positiva contribución que realizan los jóvenes emigrantes a las sociedades de origen, tránsito y destino, tanto económicamente como social y culturalmente.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que las diversas tendencias demográficas y la disparidad de ingresos acentúan las dinámicas migratorias, y que la presión será aún más fuerte si se mantienen las proyecciones actuales, dada la crisis economiza mundial.
Esta es una realidad que Cuba también enfrenta pero no se oculta ni distorsiona.
Cada día a los cubanos, especialmente a los jóvenes, se les hace más difícil obtener una visa para trabajar, estudiar o simplemente para visitar a un familiar; sin embargo si llegan en un bote a los Estados Unidos, obtienende inmediato el permiso de trabajo y a los 366 días pueden solicitar su residencia permanente, y esto le permite a los yanquis mantener sus operaciones mediáticas.
De eso no se habla y es otra forma de discriminación que sufren los cubanos.
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