Por: Arthur González.
Documentos desclasificados del Gobierno de Estados Unidos y publicados por el Departamento de Estado en los volúmenes Foreign Relations, confirman que la CIA recibió la aprobación para ejecutar planes que intentaran cambiar la imagen de la Revolución cubana, desde fecha tan temprana como el año 1961.
Esos propósitos no han variado y para lograrlo Estados Unidos dispone de presupuestos millonarios que dilapidan sus Agencias de Inteligencia y otras de Información, sin obtener resultados convincentes.
Los cientos de miles de dólares que recibe mensualmente, le permiten vivir cómodamente con su familia y pagarles a sus compinches para que lo obedezcan como si fuera el jefe de una tribu.
Siguiendo esa vieja línea de trabajo, el sitio creado y financiado por la CIA para la guerra sicológica contra Cuba, bautizado con el nombre de Diario de Cuba/España, publica de forma periódica noticias falsas sobre una supuesta represión contra los llamados “disidentes”, organizados, entrenados y financiados por los norteamericanos, haciéndole creer al mundo que son reprimidos con “fuertes golpizas”, al mejor estilo español, griego o norteamericano, sin poder demostrarlo con pruebas contundentes.
El pasado 17 de marzo, fecha aniversario de la aprobación del primer Programa de Acción Encubierta de la CIA contra Cuba, el referido sitio digital describía una supuesta denuncia de uno de los asalariados de los yanquis mejor pagados, José Daniel Ferrer de la provincia de Santiago de Cuba, el cual como parte de la línea de trabajo trazada por oficiales de la CIA, inventa hechos, golpizas, hospitalizaciones e incluso detenciones que jamás se han producido.
Todo está bien calculado, a Ferrer hay que publicarle todo lo que diga; el objetivo es fabricar una matriz de opinión para hacerle creer al mundo que Santiago de Cuba está ardiendo y la población sublevada. Para eso la CIA le ha destinado un altísimo presupuesto que le permite vivir del cuento sin necesidad de trabajar, algo que no hace desde hace más de 14 años.Los cientos de miles de dólares que recibe mensualmente, le permiten vivir cómodamente con su familia y pagarles a sus compinches para que lo obedezcan como si fuera el jefe de una tribu.
La disparidad de la cantidad de dinero que la CIA destina para pagar a Ferrer, ocasionó disgustos entre otros asalariados como sucedió con la inculta y grosera Berta Soler, de las Damas de Blanco, ya que al no ser ella la que paga a las mujeres Santiagueras, le restó una supuesta subordinación a sus orientaciones, capitalizando José Daniel Ferrer el mando.
En cada una de las declaraciones de este asalariado, se describen situación ficticias que de ser ciertas serían del conocimiento de las más de cien agencias de prensa extranjera acreditadas en el país, de los parte de los dos millones de turistas foráneos que visitan esa zona del país o de los cientos de sacerdotes y monjas asentados en la región oriental.
Casualmente ninguno de ellos conoce o ha visto los hechos relatados, pero todos coinciden en asegurar que José Daniel no tiene interés en trabajar de forma privada o para el Estado, siempre está dispuesto a pagar fuertes sumas de dinero a sus seguidores y no carece ni de alimentos, ni de artículos materiales para él, esposa, hijos y otros familiares cercanos.
Todos en Cuba conocen del alto costo que tienen los alimentos, la ropa, el calzado y los artículos electrodomésticos y que el salario no alcanza para terminar el mes. Si esto es tema reiterado de la población, ¿cómo puede un ciudadano como Ferrer darse el lujo de no trabajar para mantener a sus hijos?
La realidad no deja lugar a dudas. Los cientos de miles de dólares que le proporciona la CIA son suficientes para vivir bien, pues ser contrarrevolucionario es un negocio redondo, de ahí que se pueda pintar a Cuba de negro, aunque la realidad sea bien diferente.
Lo que importa es tergiversar la realidad, al final no todo el mundo puede viajar a Cuba para verificarlo y lo importante es destruir la imagen de la Revolución. De eso se trata.
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