La verdad es que Panamá, Estados Unidos, Canadá y varios países que se habían prestado para montar un show anti venezolano, se vieron imposibilitados de montar una función mediática, tal como esperaban.
La provocadora y fascista María Corina Machado, impostada como vedette de tragedias inexistentes –gracias a la genuflexión de Martinelli, al nombrarla por órdenes de Washington como representante alterna de Panamá-, no pudo obtener la publicidad que esperaban los complotados en la conspiración anti venezolana. La decisión mayoritaria de los embajadores de 22 naciones latinoamericanas –entre los que se encontraban Brasil, Argentina, Dominica, Ecuador, El salvador, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, Santa Lucía, Uruguay y Venezuela, derrotaron a quienes querían un circo a puertas abiertas. Las 11 naciones confabuladas para armar la ansiada tramoya - Chile, Colombia, EEUU, Guatemala, México, Panamá, Perú, Canadá, entre otros-, se vieron obligadas a ceder ante la mayoría aplastante.
Fue Nicaragua, contra la histeria de representantes panameños y la rabia mal disimulada de norteamericanos y canadiense, quien propuso que el debate no fuera público. Brasil en voz de su embajador, Breno Días Da Costa, desenmascaró crudamente la finalidad del complot: "El objetivo de esta reunión no es transformarse en un circo para una platea externa como algunos representantes han demostrado que tienen la intención de hacer".
Otro golpe fue que el Consejo Permanente de la OEA eliminó de su agenda el punto dedicado a la situación de Venezuela, dándole a María Corina la oportunidad de hablar solo al final, cuando se toquen “Otros asuntos”. La votación de esta decisión fue todavía más desfavorable a la representante de la derecha anti bolivariana, pues esta medida fue aprobada por 22 votos a favor, 3 en contra –EEUU, Canadá y Panamá, así como 9 abstenciones.
No le quedo a María Corina más que resignarse y cargar contra la oposición a su montado libreto de víctima: "Es la misma censura, es la censura que nos ha impuesto un régimen en Venezuela y que su brazo censurador llega hasta aquí", tuvo que decir totalmente frustrada. Para colmo, su función solo se efectuaría al finalizar los debates.
Igualmente mordieron el polvo de la derrota Carmen Lomellín, embajadora USA; el representante canadiense, Allan Culham; así como el panameño, Arturo Vallarino.
Todos los grandes medios de comunicación, debidamente interesados en desatar una andanada ideológica contra Venezuela, tuvieron que salir frustrados del plenario. No habría, por supuesto, transmisión directa de las palabras de la provocadora y falsaria. De inmediato, quienes sostienen la guerra comunicacional contra Maduro comenzaron a lanzar tendenciosos titulares, tal como lo hizo el diario español El País, quien colocó su opinión de la siguiente manera: “El Consejo Permanente de la OEA silencia a la oposición venezolana”.
Lo cierto es que los tiempos cambian y María Corina fue por lana y salió trasquilada. Primó el respeto a la soberanía y a la no injerencia en los asuntos internos de otras naciones. Otra vez EE UU y sus peones se vieron aislados del resto del mundo. Y todo esto ocurrió cuando se cumple el 108 aniversario del nacimiento de Benito Juárez, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, México, quien dio a conocer la trascendental frase que se validó hoy: “El respeto al derecho ajeno es la paz.”
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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