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sábado, abril 05, 2014

Cuba: ¿es ficción la subversión Made in USA?

Cubainformación.tv - Noel Manzanares Blanco.- En las últimas horas, me dediqué al examen de la validación de lo expuesto por el Presidente Raúl Castro el pasado 1ro de Enero en Santiago de Cuba sobre la subversión facturada en Washington —cierta y actuante, a pesar de 55 años de fracaso. Apenas faltaba un certificado de una fuente nada sospechosa de ser agente de La Habana como la AP. Abundo, de inmediato.

En la ocasión citada, el compañero Raúl expresó:
“En resumen, se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social, como si esos preceptos no representaran cabalmente los intereses de la clase dominante en el mundo capitalista. Con ello pretenden, además, inducir la ruptura entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones y promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro, todo ello con el marcado fin de desmantelar desde adentro el socialismo en Cuba”.
Debo decir que por razones afines a mi actividad profesional, poco de sorpresa había encontrado en esos pronunciamientos del también Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba. En realidad, había redactado para finales de Diciembre de 2013 Cuba: entre los Carriles uno y dos sosteniendo que EE.UU. mantiene y mantendrá la guerra económica vs. el pueblo cubano ¿hasta que sea viable? —recuérdese que es una variante desacreditada en más de medio siglo—, y tenderá cada vez más a privilegiar la subversión ideológica en sus agresiones contra la Isla —opción validada en la extinta Unión Soviética.
No obstante, lo novedoso en este orden de ideas lo constituye el reporte EEUU creó 'Twitter cubano' para impulsar revueltas contra los Castro, aparecido este 3 de Abril, en el que se revela que el gobierno de Estados Unidos planeó la creación de tal mecanismo, una red de comunicaciones diseñada para socavar el gobierno comunista de la isla, creada usando empresas de fachada constituidas en secreto y financiada a través de transacciones con bancos extranjeros, según descubrió The Associated Press.
También, que el proyecto, que duró dos años y atrajo a decenas de miles de suscriptores, trató de evadir las restricciones de La Habana y pretendía que, una vez que se volviera popular entre los jóvenes en Cuba, empujarlos “hacia la disidencia” —seguramente, estilo contrastes en Miami.
Además, como dato curioso, aclara que sus usuarios nunca supieron que el proyecto fue creado por una agencia de Estados Unidos vinculada al Departamento de Estado, ni que los contratistas estadounidenses estaban reuniendo datos personales sobre ellos con la esperanza de que algún día esa información fuera utilizada con propósitos políticos —las negritas son mías.
Más adelante, el despacho de AP dice que el proyecto, denominado “ZunZuneo”, palabra relacionada con el zunzún, como se denomina en Cuba el colibrí o zumbador, debutó poco después del arresto en Cuba en 2009 del contratista estadounidense Alan Gross, quien fue condenado a prisión tras viajar repetidamente a la isla en otra misión clandestina de la USAID para ampliar el acceso a la Internet mediante el uso de tecnología avanzada, a la que sólo tenían acceso los gobiernos.
Asimismo, que la USAID dijo que su labor se hizo en concordancia con las “las leyes estadounidenses”, pero que el senador Patrick Leahy, demócrata por Vermont y presidente de la Subcomisión del Senado sobre el Departamento de Estado y Operaciones en el Extranjero, manifestó que las revelaciones son preocupantes.
Entretanto, en el reporte en cuestión la AP certifica que ella obtuvo más de 1,000 páginas de documentos acerca del desarrollo del proyecto; que parece ser un retroceso a los tiempos de la Guerra Fría y a la lucha que por décadas han sostenido Estados Unidos y Cuba; que comenzó en 2009 después que Creative Associates International, una empresa con sede en Washington, consiguió medio millón de números de teléfonos móviles; que los responsables de ZunZuneo querían que la red social creciera lentamente para no ser detectada por el gobierno cubano; y que sus líderes planeaban sacar a Cuba “de la inercia mediante iniciativas tácticas y temporales, y lanzar un proceso de transición hacia el cambio democrático”.
Otros datos exhibidos por The Associated Press refrendan que Suzanne Hall, funcionaria del Departamento de Estado que trabajaba en el programa de redes sociales impulsado por la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton, participó en reuniones sobre ZunZuneo y encabezó un intento de conseguir que el fundador de Twitter, Jack Dorsey, se hiciera cargo del proyecto; que los 1,6 millones de dólares que se calcula que invirtieron en tal programa estaban asignados públicamente a un proyecto no especificado en Pakistán; y quizás lo más revelador: “ZunZuneo desapareció abruptamente en 2012 y el Partido Comunista cubanos [sic] siguen en el poder, sin que una Primavera Cubana se avizore en el horizonte —las negritas son mías.
En este escenario, el mismísimo El Nuevo Herald derrama unas lagrimitas de cocodrilo al reflejar que lamentablemente el proyecto subversivo no funcionó, y “el resto de nosotros aquí en Miami, nos quedamos en el mismo lugar en que estábamos antes del reportaje de la AP, aunque un poco más desgastados después de este nuevo capítulo de una saga que nunca termina”.
Mas, de los trabajos que consulté para redactar estas líneas, sin lugar a dudas recomiendo ZunZuneo, el extraño nombre de un fracaso, responsabilidad de Rosa Miriam Elizalde, quien sucintamente nos presenta el resultado de sus indagaciones en la que recuerda que Alan Gross fue arrestado en Diciembre de 2009 en La Habana, tras instalar una red fuera del control de las autoridades cubanas, y esta misma agencia del ZunZuneo, la USAID, al amparo de la legislación que promueve el cambio de régimen en la Isla, le pagaría por este servicio $590.608,00; y acto seguido significa:
“A partir de documentos desclasificados de la administración estadounidense, el periodista norteamericano Tracey Eaton desde hace varios años registra en su blog Cuba Money Project el destino de una parte de los fondos del gobierno de los Estados Unidos para la subversión en Cuba. Entre los documentos publicados en esta web se encuentra una copia de la auditoría de los gastos del Departamento de Estado (DOS, por sus siglas en inglés) realizada por Just the Facts, una entidad civil que audita los gastos del gobierno de los Estados Unidos para la Defensa y la Asistencia de Seguridad en América Latina y el Caribe. El DOS destinó 200 826 000 dólares en programas de subversión contra Cuba desde 1997 hasta 2011, de acuerdo con Just the Facts”.
No existen, pues, ficción de Cuba cuando denuncia la subversión Made in USA, tema recién develado por la AP, la misma que es muy poco sospechosa de actividades a favor del  Socialismo en el Caimán Verde; al tiempo que es comprensible los gemidos de El Nuevo Herald; resulta inobjetable la pesquisa de Rosa Miriam apenas asomada; y muy difícilmente alguien el pleno juicio se arriesgue a desmentir que escapa al cuento el asunto del Carril II vs. la Revolución en la Mayor de las Antillas, en el marco de la Dictadura de Washington.
 

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