Un columnista de el Nuevo Herald, Daniel Shoer Roth, reveló nuevos capítulos sobre la tenebrosa violencia que prevalece en La Florida.
Lo hizo este sábado mediante un artículo que encabezó con el significativo titulo: “Las armas cantan victoria”.
Más contundentes aún las palabras iniciales de su escrito, cuando Shoer Roth asegura que la vida, cada día, pierde más valor en la Florida.Le consta directamente, porque él reside en una de sus localidades, Miami, principal asiento de grupos ultraderechistas de origen cubano.Continúa señalando que la delincuencia callejera “aflora por doquier”, llegando a ultimar a niños mientras juegan en el patio, a un espectador cuando hablaba por teléfono móvil en un cine.
Pero lo dicho tiende a complicarse aún más. ¿Por qué? El jueves en la capital de la Florida, Tallahassee, aprobaron una ley que podría estimular hechos violentos en ese territorio.
En una de sus partes, esa legislación del Senado estadual cierra los casos judiciales abiertos bajo el concepto de “autodefensa”.
Pero no es todo, recuerda Shoer Roth, hay otras dos iniciativas que defienden la venta de armas, avanzando con respaldo bipartidista en la Cámara Alta floridana.
Una de ellas concede inmunidad a las personas que hacen disparos “de advertencia” supuestamente para alertar un peligro, incluso, cuando pongan en riesgo a transeúntes inocentes.
Recuerda a la célebre Stand Your Ground (uso justificado de la fuerza), invocada cientos de veces “para defender a homicidas, narcotraficantes y otros delincuentes violentos”.
Al mismo tiempo avanza el objetivo de armar a profesores, empleados y voluntarios para disminuir conocidas agresiones en escuelas del país.
Pero nada mejor que un ejemplo arrollador para explicar hasta dónde llega la violencia en la Florida.
Hace unos cinco meses, el 13 de noviembre de 2013, informaron que tenía lugar una explosión de violencia en la ciudad de Miami-Gardens.
Según el periodista Sergio Otalora en solo once días hubo allí 10 tiroteos, cifra martillada en el espectro mediático del sur floridano.
La situación llegó tan lejos que la policía local estableció un toque de queda para los adolescentes, ya limitados en sus movimientos.
Equivalente a decir en las calles desde las once de la noche hasta las seis de la mañana (de jueves a domingo) y entre las 12 de la noche y seis de la mañana (viernes y sábado).
Un portavoz de la policía de Miami-Gardens, Mick Wright, declaró: “nuestra respuesta ha sido “poner más policías en las calles”.
También –agregó- “más presencia de vehículos policiales y trabajo de Inteligencia para prevenir los tiroteos”.
Según el alcalde de esa localidad, Oliver Gilbert, revisarán los antecedentes de quienes alquilan viviendas en su territorio y controlarán el número de la chapa de los vehículos que entren allí.
Desde hace más de 50 años, Washington martilla la idea de que Cuba no es una democracia.
Si para serlo debe hacer suya la que muestran en la Florida y su Miami, entonces, como hizo el cacique Hatuey, los cubanos preferirían no ir al Cielo con los representantes de esa democracia.
Más contundentes aún las palabras iniciales de su escrito, cuando Shoer Roth asegura que la vida, cada día, pierde más valor en la Florida.Le consta directamente, porque él reside en una de sus localidades, Miami, principal asiento de grupos ultraderechistas de origen cubano.Continúa señalando que la delincuencia callejera “aflora por doquier”, llegando a ultimar a niños mientras juegan en el patio, a un espectador cuando hablaba por teléfono móvil en un cine.
Pero lo dicho tiende a complicarse aún más. ¿Por qué? El jueves en la capital de la Florida, Tallahassee, aprobaron una ley que podría estimular hechos violentos en ese territorio.
En una de sus partes, esa legislación del Senado estadual cierra los casos judiciales abiertos bajo el concepto de “autodefensa”.
Pero no es todo, recuerda Shoer Roth, hay otras dos iniciativas que defienden la venta de armas, avanzando con respaldo bipartidista en la Cámara Alta floridana.
Una de ellas concede inmunidad a las personas que hacen disparos “de advertencia” supuestamente para alertar un peligro, incluso, cuando pongan en riesgo a transeúntes inocentes.
Recuerda a la célebre Stand Your Ground (uso justificado de la fuerza), invocada cientos de veces “para defender a homicidas, narcotraficantes y otros delincuentes violentos”.
Al mismo tiempo avanza el objetivo de armar a profesores, empleados y voluntarios para disminuir conocidas agresiones en escuelas del país.
Pero nada mejor que un ejemplo arrollador para explicar hasta dónde llega la violencia en la Florida.
Hace unos cinco meses, el 13 de noviembre de 2013, informaron que tenía lugar una explosión de violencia en la ciudad de Miami-Gardens.
Según el periodista Sergio Otalora en solo once días hubo allí 10 tiroteos, cifra martillada en el espectro mediático del sur floridano.
La situación llegó tan lejos que la policía local estableció un toque de queda para los adolescentes, ya limitados en sus movimientos.
Equivalente a decir en las calles desde las once de la noche hasta las seis de la mañana (de jueves a domingo) y entre las 12 de la noche y seis de la mañana (viernes y sábado).
Un portavoz de la policía de Miami-Gardens, Mick Wright, declaró: “nuestra respuesta ha sido “poner más policías en las calles”.
También –agregó- “más presencia de vehículos policiales y trabajo de Inteligencia para prevenir los tiroteos”.
Según el alcalde de esa localidad, Oliver Gilbert, revisarán los antecedentes de quienes alquilan viviendas en su territorio y controlarán el número de la chapa de los vehículos que entren allí.
Desde hace más de 50 años, Washington martilla la idea de que Cuba no es una democracia.
Si para serlo debe hacer suya la que muestran en la Florida y su Miami, entonces, como hizo el cacique Hatuey, los cubanos preferirían no ir al Cielo con los representantes de esa democracia.
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