Fuentes del Comité Organizador informaron
acerca del programa, en el que resalta la participación de la Escuela
Cubana de Wu Shu (arte marcial) y un concierto de la violinista cubana
descendiente de chinos Milagros Lo, miembro de la Orquesta Sinfónica
Nacional de Cuba.
También habrá exposiciones, conferencias y acciones didácticas como enseñar a comer con palillos chinos.
Armando Perón, director artístico de la
celebración, precisó que en esta ocasión se buscará interactuar con el
público de manera más activa que en ediciones anteriores, ya que la
mejor manera de atraerlo –dijo– es haciéndolo parte de las actividades
programadas.
“No logras nada con traer muestras de
medicina tradicional china y limitarte a dar conferencias sobre el tema,
se debe dar demostraciones concretas de su relevancia y aplicación
sobre el propio espectador, es la única manera de vincularse al
público”, subrayó.
La consejera cultural de la embajada de
China en Cuba, Gan Ping, apuntó que la inmensa distancia geográfica que
se interpone entre ambas naciones no obstruirá la disposición a
incrementar la presencia de artistas chinos en futuras ediciones.
Resaltar la presencia de la cultura china
en Cuba es el objetivo principal del Festival, que esta vez está
dedicado al aniversario 167 de la llegada de los inmigrantes chinos a la
isla y los 65 de la proclamación de la República Popular China.
La celebración recuerda el arribo a La
Habana en 1847 de la fragata española “Oquendo”, que trajo a la ínsula a
los primeros 206 ciudadanos chinos o culíes desde Cantón contratados
como mano de obra para sustituir a los depauperados esclavos negros
africanos.
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