Tomado de Blogueros y Corresponsales de la Revolución
El pasado fin de semana se celebró en Santa Cruz de la Sierra, en
Bolivia, la Cumbre G77+ China. Representantes de 133 países se reunieron
bajo la consigna “Por un muevo orden mundial para vivir bien”.
Estos países representan el mayor grupo de las Naciones Unidas, acogen
al 60% de la población mundial y aportan más de un tercio del PIB
global. A pesar de estos datos y de la importancia geopolítica de esta
reunión, los grandes medios de comunicación corporativos y sus
analistas censuraron o ningunearon la Cumbre, como suele ocurrir
con todos los actos, cumbres y organismos que no estén dirigidos y
manejados por EE.UU y la UE. Sin
embargo son estos países y potencias emergentes (a los que hay que
añadir a Rusia, aunque todavía no pertenezca oficialmente al grupo)
quienes van a definir el nuevo orden económico y político mundial en el
futuro próximo, desplazando a EE.UU como potencia hegemónica dominante.
El lema que dio nombre a la Cumbre era en si toda
una declaración de intenciones, pero el presidente y anfitrión Evo
Morales quiso dejarlo mucho más claro en su discurso de inauguración,
“Por una hermandad planetaria de los pueblos”:
“Hace 50 años, grandes líderes levantaron las banderas de la lucha anticolonial y decidieron marchar junto a sus pueblos por el camino de la soberanía y de la independencia. Eran tiempos donde potencias mundiales y transnacionales disputaban el dominio sobre territorios y recursos naturales para seguir engrandeciéndose a costa de la pobreza de los pueblos del Sur. (…) Pese a todos los esfuerzos y luchas por la igualdad y justicia de los pueblos del mundo, las jerarquías y desigualdades planetarias se han incrementado. Hoy 10 países del mundo controlan el 40% de la riqueza de todo el planeta; 15 empresas transnacionales controlan el 50% de la producción mundial (…) Una reducida élite de países y empresas transnacionales dominan autoritariamente los destinos del mundo, de sus economías y sus recursos naturales. (…) Ha llegado el tiempo de las naciones del sur. Antes fuimos colonizados y esclavizados, y con nuestro trabajo robado se levantaron los imperios del Norte. Hoy, a cada paso que damos por nuestra liberación los imperios entran en decadencia y comienzan a derrumbarse. Pero nuestra liberación no es solo la liberación de los pueblos del Sur. Es a la vez la liberación de la humanidad entera porque nosotros no luchamos para dominar a otros; luchamos para que nadie domine a otro. Y a la vez solo nosotros podemos salvar a la fuente de toda vida y de toda sociedad: La Madre Tierra que ahora está amenazada de muerte por la angurria de un capitalismo depredador y enloquecido. Hoy otro mundo no solo es posible sino que es imprescindible. Hoy otro mundo es imprescindible porque si no, no habrá ningún mundo posible. Y ese otro mundo de igualdad, de complementariedad, de convivencia orgánica con la madre tierra solo puede surgir de los mil idiomas, de los mil colores, de las mil culturas hermanadas de todos los Pueblos del Sur”. [discurso de Evo Morales]
Todo un desafío contra el sistema
capitalista dominante depredador de la naturaleza y de los seres
humanos, contra la dictadura del capital financiero internacional que
ahoga a los pueblos, contra la desigualdad, la pobreza, la explotación y
el colonialismo histórico del Norte contra el Sur. Desafío que supone
toda una revolución en lo político, en lo económico, en lo monetario, en
lo comercial, en lo cultural,… un proyecto global que lejos de ser un
sueño o una utopía es una realidad que ya se ha puesto en marcha por
parte de los nuevos actores políticos mundiales que están decididos
a alcanzar su plena soberanía con respecto a la hegemonía de las
potencias y poderes económico-financieros occidentales, principalmente EE.UU.
En esa línea de emancipación de los pueblos del Sur, Evo Morales
propuso nada menos que eliminar el Consejo de Seguridad de la
Organización para las Naciones Unidas (ONU) por considerar que dicha
instancia se dedica a promover guerras e invasiones contra naciones y
pueblos soberanos: “Tiene que desaparecer el Consejo de Seguridad de
la ONU porque ha promovido guerras e invasiones de potencias imperiales
para apoderarse de los recursos naturales de los pueblos soberanos”.
Y en este sentido advirtió sin eufemismos a Estados Unidos sobre las
consecuencias de su injerencia en los asuntos internos de América
Latina, y más en concreto de Venezuela:
“Si el señor Obama sigue agrediendo al pueblo venezolano, estoy por demás convencido que, frente a la provocación y agresión, Venezuela y América Latina serán el segundo Vietnam para Estados Unidos (…) Vamos a defender la democracia, vamos a defender nuestros recursos naturales, vamos a defender nuestra soberanía y nuestra dignidad. Esa lucha de nuestros antepasados seguirá mientras exista imperio y el capitalismo”.
Sin duda estamos ante un reto global
muy ambicioso, ilusionante, necesario e imparable que Evo Morales
sintetizó en nueve puntos básicos a seguir:
1) El desarrollo sustentable para el
vivir bien, en armonía y equilibrio con la Madre Tierra. 2) Soberanía
sobre los recursos naturales y áreas estratégicas. 3) Bienestar para
todos convirtiendo los servicios básicos como derecho humano. 4)
Emancipación del actual sistema financiero internacional y
construcciones de una vida, una nueva arquitectura financiera. 5)
Construir la gran alianza económica, científica, tecnológica y cultural
de los países del G77 + China. 6) Erradicar el hambre de los pueblos del
mundo. 7) Fortalecer la soberanía de los estados sin intervencionismo,
injerencia ni espionaje. 8) Renovación democrática de los Estados. 9) Un
nuevo mundo desde el sur para toda la humanidad.
Este gigantesco grupo de países del Sur
del mundo, con las potencias emergentes que forman el BRICS como su
locomotora económica, están sentando las bases para un nuevo orden
mundial. La alianza estratégica entre Rusia y China principalmente está
desplazando a EE.UU de la
posición de primera e indiscutible potencia hegemónica global. Está
previsto que muy pronto el dólar deje de ser la moneda de referencia
internacional, cuando Rusia y China y otros muchos países comiencen a
utilizar otras monedas para la compraventa de petróleo, gas y otros
recursos naturales, lo que provocará enormes problemas económicos a EE.UU
y por extensión a Europa. Desde hace dos años los BRICS negocian la
puesta en marcha de un Banco multipolar que permitirá financiar a
los Estados y sus inversiones al margen de la influencia del FMI y el
Banco Mundial y los “mercados financieros”, y podría empezar a funcionar
a partir de 2016. Esta previsto también que a este histórico proyecto
de Banco multilateral se adhieran otros países y organismos en un
futuro. Representantes de los países que integran el Grupo de los 77 más
China (G77+China) se volverán a reunir el próximo mes de agosto en el
departamento sureño de Tarija en Bolivia, para debatir sobre el control
de los recursos naturales y la industrialización.
Todo esto y otros muchos factores
indican que el mundo se está moviendo imparable hacia un nuevo
paradigma en las relaciones entre los países basado en la cooperación
económica y comercial y el respeto a la soberanía política y cultural de
los diferentes pueblos del mundo. Y supone el inicio del fin de un
modelo unipolar basado en el dominio, la imposición y el colonialismo de
unas potencias occidentales con epicentro en Washington sobre el resto
de países soberanos del mundo – especialmente los países del Sur –
llegando incluso a utilizar para conseguirlo la destrucción y la
barbarie para someter a los pueblos a sus intereses geopolíticos y
económicos. Esta dictadura capitalista occidental está en fase de
descomposición, afortunadamente.
Y como era de esperar la reacción de EE.UU
ante estos movimientos geopolíticos de recuperación y ampliación de
soberanía de los países, es la utilización de las guerras y la violencia
más salvaje para tratar de frenar dichos procesos de progreso,
integración e igualdad entre las naciones del mundo. La injerencia
violenta de EE.UU en Ucrania,
Siria, Venezuela, Nigeria… y ahora otra vez Irak, no es más que un nuevo
intento de apoderarse de los recursos naturales ajenos para tratar de
salvar una economía híper-endeudada al borde del colapso y frenar la
expansión de Rusia y China para mantener su ya insostenible
hegemonía mundial.
El mundo se reordena hacia la
multipolaridad, y los países y sociedades que aspiran a ser soberanos
crean nuevas alianzas para librarse de la dictadura que impone el
capital financiero internacional y las grandes empresas
trasnacionales. Quienes gobiernan en España por el contrario siguen
cediendo soberanía en favor de las grandes corporaciones financieras y
empresariales, como lo demuestra el tratado de libre comercio EE.UU-UE
que pronto estará terminado. Ajenos a los nuevos y
esperanzadores movimientos y alianzas globales las clases trabajadoras y
populares europeas seguimos bajo la influencia del viejo
eje Washington-Londres-Berlín que no sólo nos empobrecen y explotan sino
que nos conducen inevitablemente a la guerra y nos hacen cómplices
indirectos de sus crímenes en el mundo. ¿Cuál es la propuesta global que
presenta la “izquierda alternativa” para España? ¿cuál será el
futuro modelo y el lugar que queremos ocupar en este nuevo orden mundial
que ya está en marcha? Si silencio sobre todo esto es más que
preocupante.
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