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“Este producto no está disponible para su país”, denegacion de servicio para Cuba. |
La noticia no tendría nada de
sorprendente en cualquier otro país del hemisferio. Pero la reciente
visita a Cuba de cuatro altos directivos de Google —entre ellos su
presidente ejecutivo, Eric Schmidt— ha tenido un efecto viral en la
red.
Y quizás no sea para menos que
personalidades como esas arriben a uno de los pocos países del mundo que
no puede acceder a buena parte de los servicios de ese gigante de
Internet, cuya sede está en Mountain View, California, y por tanto está
sujeto a las injustas leyes del bloqueo norteamericano contra Cuba.
Desde el territorio nacional es imposible
utilizar plataformas como Google Analytics, una de las principales
herramientas para el monitoreo de páginas web ni se puede descargar su
famoso navegador Chrome, entre otros productos de la compañía.
Los cubanos tampoco pueden descargar
libremente las millones de aplicaciones existentes en la tienda oficial
del sistema operativo Android, uno de los líderes en el nuevo mundo de
los teléfonos inteligentes que cada vez se ven con más frecuencia en
Cuba.
Los medios de prensa que se han hecho eco
de la visita no reportan si los directivos de Google intentaron acceder
a algunos de esos servicios. Schmidt no mencionó el tema en un post que
escribió en su perfil de la red social Google+ sobre su visita a Cuba
en compañía de Jared Cohen, Brett Perlmutter y Dan Keyserling.
Allí cuenta sus impresiones sobre el
pueblo cubano, al que califica de moderno y muy bien instruido. “Los dos
mayores éxitos de la Revolución, como ellos la llaman, es la atención
universal de salud gratuita para todos los ciudadanos, con muy buenos
médicos, y la clara mayoría de mujeres en el poder ejecutivo y a nivel
empresarial en el país”, añade.
El presidente de Google critica las
irracionales limitaciones que impone la Oficina de Control de Activos
Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, que es la encargada
de otorgar licencias para cualquier transacción con Cuba.
Schmidt también se sumó a un cada vez
mayor número de voces al interior de Estados Unidos que demandan el
fin del bloqueo contra Cuba.
“El embargo, ahora codificado en la Ley Helms Burton de 1996, define todo para los EE.UU. y Cuba (los cubanos llaman a este “bloqueo” y una pancarta lo describió como genocidio)”, apunta.
“Estas políticas desafían el sentido
común: hay docenas de países a quienes llamamos nuestros aliados y a los
cuales viajamos libremente que representan amenazas y preocupaciones
mucho peores a los EE.UU. que Cuba desde hace más de una década”.
“Los cubanos creen —agrega— que esto es
en gran medida una cuestión de política interna de la Florida, y que la
juventud cubano-americana apoya la normalización de las relaciones junto
con la comunidad de negocios de EE.UU”.
“Ambos países tienen que hacer algo que
es difícil de hacer políticamente, pero valdrá la pena”, concluye tras
hacer un llamado a EE.UU. para que supere su historia y elimine el bloqueo.
Por el momento, de este periódico se
intentó acceder a los servicios mencionados de Google y todavía
permanecía allí el cartel: “Este producto no está disponible para su
país”. (Redacción Internacional)
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