Los agentes de más de 40 agencias gubernamentales de Estados Unidos realizan operaciones encubiertas, según un nuevo informe del diario estadounidense ‘The New York Times’ publicado este domingo.
De acuerdo con el rotativo norteamericano, los oficiales de dichos órganos se visten de estudiantes, negociantes, beneficiarios de asistencia social, manifestantes políticos e incluso médicos o ministros para llevar a cabo sus misiones.
The New York Times informa como un ejemplo que el Departamento de Agricultura de EE.UU. cuenta con más de 100 agentes secretos que fingen ser beneficiarios de cupones de alimentos en las tiendas de la vecindad para descubrir los posibles fraudes.
Además, señala que debido a la abundancia de las referidas operaciones, a veces agentes encubiertos, sin saberlo, comienzan a investigar a los empleados secretos de otros organismos federales.
Estas misiones ocultas, asimismo, pueden provocar muchos problemas para el Gobierno. En un caso conocido como “Fast and Furious” (Rápido y Furioso), una operación encubierta entre 2009 y 2011 contra el narcotráfico dio lugar a la caída de armas estadounidenses en manos de los criminales mexicanos.
Estas prácticas, que un día fueron la prerrogativa de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), ahora se han convertido en un fenómeno muy extendido que plantea serias dudas y críticas sobre el cumplimiento de las libertades civiles.
(Con información de The New York Times)
De acuerdo con el rotativo norteamericano, los oficiales de dichos órganos se visten de estudiantes, negociantes, beneficiarios de asistencia social, manifestantes políticos e incluso médicos o ministros para llevar a cabo sus misiones.
The New York Times informa como un ejemplo que el Departamento de Agricultura de EE.UU. cuenta con más de 100 agentes secretos que fingen ser beneficiarios de cupones de alimentos en las tiendas de la vecindad para descubrir los posibles fraudes.
Además, señala que debido a la abundancia de las referidas operaciones, a veces agentes encubiertos, sin saberlo, comienzan a investigar a los empleados secretos de otros organismos federales.
Estas misiones ocultas, asimismo, pueden provocar muchos problemas para el Gobierno. En un caso conocido como “Fast and Furious” (Rápido y Furioso), una operación encubierta entre 2009 y 2011 contra el narcotráfico dio lugar a la caída de armas estadounidenses en manos de los criminales mexicanos.
Estas prácticas, que un día fueron la prerrogativa de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), ahora se han convertido en un fenómeno muy extendido que plantea serias dudas y críticas sobre el cumplimiento de las libertades civiles.
(Con información de The New York Times)
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