Por: TelesurTV
El canciller ecuatoriano Guillaume Long, aseguró que hay que seguir desmontando todo este aparataje que de alguna manera es parte del bloqueo a Cuba.
El canciller de Ecuador Guillaume Long, aseguró que el Gobierno de Rafael Correa no participará en migraciones ilegales ni se involucrará en el tráfico de personas, ante la situación de decenas de cubanos que acampan en lugares públicos de Quito, reclamando a México la entrega de una visa humanitaria para llegar a Estados Unidos.
"Es un caso sui géneris, inuisitado, no están solicitando quedarse en Ecuador sino que piden ir a México y después a Estados Unidos, en un traslado aéreo, y evidentemente el gobierno ecuatoriano no puede estar participando de esta migración ilegal a través de la trata de personas o estar involucrado en tráfico de personas proporcionando aviones”.
Long señaló que el gobierno mexicano “ha sido muy claro en que no iba a otorgar estas visas” para los cubanos. “No hay una solicitud de refugio, sino que hay una solicitud de que les facilitemos, les demos aviones para que puedan aterrizar en México y si es que es en Estados Unidos qué mejor (...) Es una petición un poco difícil de poder satisfacer”, apuntó el diplomático.
Cuestionó además las políticas migratorias de Washington para los cubanos, como la de “pies secos, pies mojados”, que permite permanecer en territorio estadounidense a los isleños que tocan tierra firme.
“Hay que seguir desmontando todo este aparataje que de alguna manera es parte del bloqueo a Cuba”, dijo el canciller de Ecuador.
En diciembre pasado, Quito volvió a imponer el requisito de visa de turista por 90 días a los cubanos, que había eliminado en 2008, para desestimular una alta emigración irregular -a menudo sometida a mafias de tráfico de personas- de esos extranjeros desde territorio ecuatoriano hacia Estados Unidos.
En días recientes, algunos medios de prensa ecuatorianos y extranjeros, se han hecho eco de los reclamos realizados, ante diferentes embajadas radicadas en Quito, por un grupo de ciudadanos cubanos que solicitan facilidades para viajar a México y desde allí llegar a los Estados Unidos de América.
La Embajada de Cuba en Ecuador aclaró ante la opinión pública, que estos ciudadanos, en su inmensa mayoría, salieron de manera legal de su país y ninguno de ellos es perseguido por sus ideas políticas, como algunos han expresado.
Quienes han hecho esas declaraciones, son personas que, una vez fuera de Cuba y atrapadas en una situación en la que no encuentran vías para llegar a los Estados Unidos, se manifiestan contra la Revolución Cubana y contra el país que los acoge, tratando de “hacer méritos” ante el gobierno norteamericano para que este los admita. Esta historia se ha repetido muchas veces a lo largo de los últimos 56 años, señala un comunicado de la Embajada de Cuba en Ecuador.
Estas personas no cejan en su intento de llegar a los Estados Unidos, alentados por la política migratoria preferencial que el gobierno de ese país mantiene hacia Cuba a pesar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas y que se expresa en la vigencia de la llamada política de “pies secos-pies mojados” y la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que permiten la admisión automática de los ciudadanos cubanos que logran arribar al territorio estadounidense por cualquier vía, incluso indocumentados, y les brindan facilidades exclusivas como la obtención de la residencia permanente al cabo de un año.
Ante la imposibilidad de obtener una visa, estas personas deciden viajar legalmente a otros países, como Ecuador, e intentan continuar su rumbo, de manera irregular, hacia los Estados Unidos.
En los últimos meses se ha visto cómo en el intento de llegar a territorio norteamericano, muchos de estos emigrantes se han convertido en víctimas de traficantes de personas y de bandas delincuenciales, que de manera inescrupulosa lucran a partir del control del paso de éstas por Sudamérica, Centroamérica y México.
La Embajada de Cuba en Ecuador enfatizó que la irracional política migratoria del gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba, y única de su tipo en el mundo, es la causa fundamental de todos estos problemas. El hecho de que un ciudadano cubano, si logra ingresar a territorio norteamericano, ya sea con un pasaporte en regla, sin pasaporte o incluso con un pasaporte falso, es admitido automáticamente en ese país, constituye un estímulo a la emigración irregular, a la trata y al tráfico de migrantes.
En contexto
El 2 de noviembre de 1966 el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Pública 89-732, “The Cuban Adjustment Act”, conocida comúnmente en español como la Ley de Ajuste Cubano, que permitía al Fiscal General, “a su discreción y conforme a las regulaciones que él pudiera prescribir”, ajustar el estatus inmigratorio que tenían los refugiados cubanos que se encontraban en los Estados Unidos.
En 28 de septiembre de 1965, ante un incremento de las salidas ilegales, el gobierno cubano abre el puerto de Camarioca, para facilitar que los cubanos residentes en los EE.UU. fueran a buscar a familiares y amigos. Ante esta unilateral medida del gobierno cubano, el gobierno norteamericano comienza a negociar un acuerdo inmigratorio con Cuba, que se culmina, el 6 de noviembre de 1965, con la firma del documento conocido como el “Acuerdo entre Cuba y Estados Unidos de noviembre de 1965, respecto al traslado de cubanos que deseen vivir en Estados Unidos.”.
La situación de limbo que padecían muchos de los cubanos que habían llegado a los EE.UU. antes de 1966 y el no tener una solución para el ajuste legal de los que comenzaron a ir en los vuelos de Varadero, obligó en la práctica al Congreso norteamericano a implementar y aprobar la Ley de Ajuste Cubano en noviembre de 1966, lo cual permitió que tanto los cubanos que se encontraban en los Estados Unidos, como también los que llegarían por el “Puente Aéreo” pudieran solicitar la residencia permanente de acuerdo con los requisitos establecidos por esa Ley.
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