
Las cenizas de Jorge Risquet reposarán definitivamente en el mausoleo que guardan los restos de sus compañeros de armas en la gesta de liberación, pero intuyo que un soplo mágico llevará una parte de ellas desde el Oriente cubano hasta el otro lado del Atlántico, a tierras africanas.
No sabía que estaba herido de muerte la última vez que nos vimos, hace apenas unos meses durante la presentación del libro Visiones de libertad, del historiador italonorteamericano Piero Gleijeses, en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.