Por Arthuro González
Para el sitio digital Diario de Cuba-España los contrarrevolucionarios cubanos iniciaron viajes por el mundo, a partir de las modificaciones que el gobierno de Raúl Castro llevó a cabo en enero del 2013, pero “perdieron protagonismo en el interior de Cuba”.
Evidentemente las personas que residen fuera de la Isla y conocen de ella solo por lo que se publica en Internet, desconocen la verdad.
El pueblo no les brinda la menor atención, porque tiene una amplia experiencia en personajes semejante a lo largo de 53 años. Muchos se denuncian en programas de la TV cubana, evidenciando su carácter mercenario al servicio del imperialismo norteamericano.
Otros son desclasificados como agentes de la Seguridad del Estado durante años, con relatos sobre su actuación en organizaciones contrarrevolucionarias, las orientaciones recibidas por parte de los funcionarios diplomáticos norteamericanos y el abastecimiento financiero y material que reciben para las tareas encomendadas.
Los propios cables codificados que envía la sede diplomática yanqui en La Habana, conocidos gracias a C posibilitó conocer el criterio de los diplomáticos norteamericanos de que la contrarrevolución no representa nada en el pueblo cubano y solo actúan por los beneficios materiales que reciben.
Por tanto, sería conveniente que los periodistas de Diario de Cuba, releyeran algunos de esos informes para convencerse de la clase de personajes que integran esos grupúsculos, a pesar del esfuerzo que realiza la mafia terrorista de Miami, algunos funcionarios de la Casa Blanca y la prensa extranjera, en promoverlos como figuras de cambio.
No hay dudas que a Cuba la beneficia la presencia de estos asalariados en el exterior.
Primero: Se demuestra la falta de peso político en sus proyecciones frente a un Gobierno que tiene líderes auténticos y una obra que mostrar.
Segundo: Todos gozan de perfecta salud, libertad de movimientos y expresión, algo que desmorona las campañas mediáticas que ellos han fomentado para intentar debilitar la imagen de la Revolución, al asegurar que son “perseguidos políticos”.
Tercero: Mientras pasean y se llenan el estómago, más las compras que realizan, no molestan a nadie en Cuba.
Por tanto, que sigan como turistas, así están contentos y tranquilos.
Evidentemente las personas que residen fuera de la Isla y conocen de ella solo por lo que se publica en Internet, desconocen la verdad.
La contrarrevolución interna nunca ha tenido ni tendrá protagonismo en Cuba, porque fue creada por la CIA, según sus propios documentos desclasificados, ante apoyo mayoritario de la Revolución y a pesar de las campañas mediáticas que pretenden vender una imagen diferente, no logran seguidores en el pueblo y menos en la juventud.
Los asalariados de Washington como la bloguera oficialista Yoani Sánchez, Guillermo Fariñas, la inculta y grosera Berta Soler, Elizardo Sánchez, alias el Camaján y otros más, siempre han vivido del dinero que les envían sus patrocinadores y solo son conocidos por los funcionarios diplomáticos de algunas sedes europeas y por supuesto de la misión de Estados Unidos en la Habana.El pueblo no les brinda la menor atención, porque tiene una amplia experiencia en personajes semejante a lo largo de 53 años. Muchos se denuncian en programas de la TV cubana, evidenciando su carácter mercenario al servicio del imperialismo norteamericano.
Otros son desclasificados como agentes de la Seguridad del Estado durante años, con relatos sobre su actuación en organizaciones contrarrevolucionarias, las orientaciones recibidas por parte de los funcionarios diplomáticos norteamericanos y el abastecimiento financiero y material que reciben para las tareas encomendadas.
Los propios cables codificados que envía la sede diplomática yanqui en La Habana, conocidos gracias a C posibilitó conocer el criterio de los diplomáticos norteamericanos de que la contrarrevolución no representa nada en el pueblo cubano y solo actúan por los beneficios materiales que reciben.
Por tanto, sería conveniente que los periodistas de Diario de Cuba, releyeran algunos de esos informes para convencerse de la clase de personajes que integran esos grupúsculos, a pesar del esfuerzo que realiza la mafia terrorista de Miami, algunos funcionarios de la Casa Blanca y la prensa extranjera, en promoverlos como figuras de cambio.
No hay dudas que a Cuba la beneficia la presencia de estos asalariados en el exterior.
Primero: Se demuestra la falta de peso político en sus proyecciones frente a un Gobierno que tiene líderes auténticos y una obra que mostrar.
Segundo: Todos gozan de perfecta salud, libertad de movimientos y expresión, algo que desmorona las campañas mediáticas que ellos han fomentado para intentar debilitar la imagen de la Revolución, al asegurar que son “perseguidos políticos”.
Tercero: Mientras pasean y se llenan el estómago, más las compras que realizan, no molestan a nadie en Cuba.
Por tanto, que sigan como turistas, así están contentos y tranquilos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario