Hace unos días escribía sobre el tema de la no inclusión de la USAID para recibir fondos destinados a subvertir el orden constitucional en Cuba para el año 2014. Retomaré hoy el tema puesto que quedaron algunas cuestiones en el tintero que me gustaría compartir con mis lectores.
Dentro de los principales receptores de fondos destinados por la USAID para trabajar contra Cuba no hay preocupación porque ellos saben que el gobierno norteamericano no los dejará abandonados y que a través de la NED o del Departamento de Estado seguirán llegando los millones de dólares que sirven, entre otras cosas, para pagar los viajes al exterior de los principales cabecillas de los apátridas cubanos, mantener el nivel de vida de estos “ilustres” personajes, y de sus contrapartes en Miami que también invierten el “money” que escamotean, en sus negocios privados en Miami y otras latitudes.
De esos negocios sucios o manipulaciones financieras pueden hablar algunos de los cabecillas de “organizaciones de renombre” como el Directorio Democrático Cubano (DDC), en especial Orlando Gutiérrez Boronat, ampliamente denunciado por apropiarse en su propio beneficio de varios millones de dólares para comprar lujosos apartamentos en Praga, capital de la República Checa, así como costearse giras para promover los libros que escribe y que pocos adquieren. Los directivos del DDC siempre han sentido atracción por los paisajes asiáticos tales como Indonesia y Taiwán.
También han sido acusados los cabecillas del Grupo de Apoyo a la Democracia, en especial Frank Hernández Trujillo, receptor de 8 270 708 de dólares entre 1997 y el 2010 que fueron utilizados para comprar artículos suntuosos que nada tienen que ver con la lucha por los derechos humanos en Cuba, según informe del 2006 de la Oficina General de Contabilidad (GAO, por sus siglas en Inglés). Incluso, de los más de 6 millones que recibió entre los años 1996 y el 2005 solamente llegaron a Cuba unos 251 077 dólares, el resto se invirtió en Estados Unidos y otros países. ¿Cómo ayuda eso a la “oposición cubana”? Entre el 2010 y el 2012 el propio GAD distribuyó 1.5 millones de dólares, cuyas migajas llegaron a manos de figuras con un nulo arraigo popular como Yoani Sánchez, Berta Soler, o la Federación Latinoamericana de Mujeres Latinoamericanas (FLAMUR), que no tienen nada de latinoamericanas y mucho menos de rurales, al menos quienes representan a Cuba en esa organización. Los beneficiarios de Hernández Trujillo, en general, se quejan de que en sus envíos para apoyar sus actividades predominan los alimentos enlatados.
A tal extremo llegan las discrepancias que la Sra. Soler expulsó a su representante en Miami, Yolanda Huerga, quien también es directiva del GAD, por problemas en los suministros procedentes de esa ciudad.
A pesar de esos escándalos, estos personajes y las organizaciones que encabezan seguirán gozando de las magnificencias que les facilitarán los 17,5 millones de dólares aprobados por el Congreso de EE.UU. para potenciar a la improductiva oposición cubana en 2014. A estos millones hay que agregarles los que todavía están en ejecución de otras partidas presupuestales y los que provienen de arcas confidenciales que nunca se publican.
De manera que la FNCA, a través de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) seguirá administrando los 3,4 millones de dólares asignados, hasta septiembre del 2014, utilizados en programas como el de facilitar becas en el Miami Dade College a una serie de hijos, parientes cercanos y amigos (¿eso no es nepotismo?) de Guillermo Fariñas, Berta Soler y otros imberbes contrarrevolucionarios cubanos; manipular la entrega de premios o querer presentar un simple y obligado saludo de manos con Obama como una entrevista de más de media hora, donde se analizó el futuro de la Cuba comunista. Al final siempre habrá ilusos que piensan que el dinero del contribuyente norteamericano está siendo bien utilizado en el marco de la política actual de la Casa Blanca hacia Cuba.
Recuerdo, hablando en buen cubano, las broncas que desataron en 2011 ciertos líderes anticubanos de Miami, como los hermanos Díaz Balart y Orlando Gutiérrez Boronat, cuando conocieron que la FDHC había recibido esos 3,4 millones. Por ejemplo, Mario dijo que esos fondos “se deberían dar a organizaciones con una experiencia sólida y un historial probado”; mientras que Gutiérrez Boronat apuntó que “esperaba que eso no era el gobierno tratando de imponer a un favorito”.
Ahora, leyendo entre líneas algunas recientes declaraciones de cabecillas contrarrevolucionarios cubanos radicados en Cuba y en Miami, intervenciones de congresistas cubanoamericanos como Ileana Ros Lehtinen y el menor de los Díaz Balart, así como artículos de opinión aparecidos en libelos anticubanos como El Nuevo Herald y Diario Las Américas, y en sitios Web que practican el terrorismo mediático como Nuevo Acción, hay algo que salta a la vista. Y es el conflicto de intereses que hay tras el retiro de los fondos de la USAID para el 2014. Las acusaciones son múltiples: que si Obama beneficiaba a la FNCA, que si Bush apoyaba al DDC y el GAD, que si hay descontrol, que no se está logrando nada excepto dilapidar millones de dólares. En fin, se habla de tantas cosas que uno incluso pudiera perderse ante tanto cúmulo de informaciones.
Ya hay quien incluso se ha erigido como el principal responsable del retiro de los fondos a la USAID, me refiero al congresista Mario Díaz Balart, aunque algo me dice que eso es una vendetta de este personaje, debido a que la FNCA acusó hace unos años a sus amigos del DDC de dilapidar los fondos recibidos para trabajar contra Cuba y ahora este personaje les está devolviendo la píldora.
Todo esto responde a una sola cuestión, quien logre monopolizar los proyectos más jugosos para atacar a Cuba garantizará engrosar sus arcas personales y seguir viviendo a costa del negocio del anticastrismo. Negocio que ha creado varios millonarios en Miami y otras ciudades de Florida y que también han servido para que unos pocos “disidentes” internos eleven su nivel de vida, sin lograr ninguna transformación dentro del país ni hacer nada de lo que han dicho harían.
Ejemplos sobran. El disidente Jorge Luis García Pérez (Antúnez) dijo en Miami que cuando regresara a Cuba lograría un paro nacional en menos de 48 horas y ya han pasado varios meses sin poder mostrar ni una protesta de 4 personas. El líder mundial en huelgas de hambre, Guillermo Fariñas, dijo en Miami que altos jefes de las FAR y el MININT estaban listos para “derrocar la tiranía” y ¿qué ha pasado? Por último, la multipremiada Yoani Sánchez lleva recibiendo desde hace más de un año miles de dólares para abrir un medio de prensa digital “independiente” en Cuba, pero lo único real es que ha dado más viajes turísticos que un acaudalado empresario, se ha comprado dos apartamentos en su propio edificio, una casa y un auto.
¿Sabe el contribuyente norteamericano que en eso el gobierno de EE.UU. usa sus impuestos? Por supuesto que no. El monopolio informativo norteamericano no permite que les lleguen estas informaciones.
Si el gobierno norteamericano piensa que quitándole a la USAID el financiamiento para trabajar contra Cuba y dárselo a la NED y el DOS evitará el despilfarro de ese dinero está equivocado. Al final ese dinero, por otras vías, irá a parar a las manos de los mismos que siguen haciendo su agosto con el negocio de la “democratización de Cuba”.
La única acción inteligente del gobierno norteamericano con respecto a Cuba es cesar una política estancada en la guerra fría, que no ha logrado ni logrará el derrocamiento de la Revolución Cubana, y destinar ese dinero a resolver los acuciantes problemas que afectan a millones de ciudadanos norteamericanos. Sin embargo, algunos especulan que hay nuevos elegidos de la corona para recepcionar el mayor porcentaje de los fondos, aunque siempre habrá “salpicadura” para todos. Pero de este tema escribiré cuando sea confirmado.
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