El etanol es uno de los biocombustibles propuestos para sustituir a
la gasolina ya que, en principio, es más ‘ecológico’ y saludable, pero
un análisis de la calidad del aire en São Paulo lo pone en duda.
Dos investigadores han comprobado que
cuando los coches que pueden utilizar los dos carburantes se inclinan
por la gasolina, se reducen los niveles de ozono en la ciudad, aunque
aumentan los de otros contaminantes.
Una investigación realizada por dos
científicos de la Universidad Nacional de Singapur y la Northwestern
University (EE UU) ha confirmado que el uso del etanol frente a la
gasolina aumenta los niveles de contaminación por ozono en São Paulo (Brasil).
Este ozono ambiental o troposférico nocivo –causa daños en la salud y
el medio ambiente– no debe confundirse con el estratosférico que forma
la beneficiosa capa de ozono.
Los resultados, que publica la revista Nature Geoscince,
muestran que cuando los coches que pueden usar dos combustibles
aumentan la proporción de gasolina del 14% al 76%, los niveles de ozono
cayeron un 20%. Eso sí, aumentaron los niveles de óxido nítrico y
monóxido de carbono en la atmósfera local.
“La industria del azúcar y del etanol
intenta fomentar el uso de este combustible defendiendo que es
beneficioso para la salud pública, pero nuestros resultados muestran que
no es así”, explica a Sinc el investigador principal, Alberto Salvo.
“No medimos el número de muertes, pero observamos que el ozono va en una
dirección y el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno hacia
otra”.
El etanol es un biocombustible obtenido
a partir de la fermentación de azúcares, y se propone como un
sustituto de los derivados del petróleo. Se supone que es más limpio que
la gasolina, ya que emite menos óxidos de nitrógeno (NOx).
Brasil es uno de los mayores
productores a nivel mundial de etanol y la mayoría de sus automóviles
nuevos disponen de un motor bivalente
Brasil
es uno de los mayores productores a nivel mundial de este
biocombustible y la mayoría de sus automóviles nuevos disponen de un
motor bivalente que pueden usar tanto etanol como gasolina, o los dos a
la vez. Esta tecnología ofrece la posibilidad a los usuarios de elegir
su carburante dependiendo de los precios de mercado.
Debido a las fluctuaciones de precio que
sufrió del etanol respecto a la gasolina entre 2009 y 2011 en São Paulo
se redujo hasta una cuarta parte el uso de etanol, favoreciendo, así,
el consumo de gasolina. Los investigadores aprovecharon esta situación
para analizar las variaciones en las concentraciones de ozono y otros
contaminantes atmosféricos durante ese periodo con los datos de la
calidad del aire de la ciudad brasileña.
“No hay otro lugar en el mundo que
permita elaborar un estudio tan detallado dada la excelente red de
monitoreo del aire en São Paulo. Las condiciones meteorológicas son
moderadas, al contrario que en una ciudad como Londres o Chicago, donde
las temperaturas varían sustancialmente durante las diferentes
estaciones del año”, señala Salvo.
Este trabajo muestra, por primera vez, lo que ocurre en el mundo
real, ya que hasta ahora solo se habían realizado simulaciones por
ordenador
El científico destaca que este trabajo
muestra, por primera vez, lo que ocurre en el mundo real, ya que hasta
ahora solo se habían realizado simulaciones por ordenador de las
reacciones químicas atmosféricas utilizando los estudios de emisiones de
tubos de escape e inventarios de emisiones contaminantes.
“Nuestro trabajo demuestra que los
resultados varían de un modelo a otro. Los trabajos computacionales son
importantes, pero se conocen poco y es necesario verificarlos con un
modelo observacional, como el que hemos aplicado”, destaca Salvo.
Mediante la observación no solo obtienen
medidas físicas, químicas y biológicas, sino que también permite
conectar esta información con datos de comportamiento económico y
consumo, que en este caso son los responsables de la disminución de la
contaminación por ozono.
Competencia entre ozono y NOx
“En teoría química, en ciertos rangos se
puede observar una subida de NOx al mismo tiempo que se reduce el
ozono, ya que los NOx compiten con el ozono y lo debilitan. Por esta
razón es importante conocer el sistema atmosférico”, señala el
investigador.
Los científicos insisten en que la
reducción que han observado en los niveles de ozono no debe
interpretarse como que la disminución del uso de etanol en pro del
consumo de gasolina mejoraría la calidad ambiental, ya que gran parte
del ozono perdido se reemplazó con dióxido de nitrógeno (NO2), también muy nocivo.
Salvo concluye: “No valoramos si el
etanol es bueno o malo, simplemente hemos observado una disminución de
ozono cuando se reemplaza el uso de etanol por el de gasolina en algunos
episodios en que el biocombustible ha subido mucho de precio”.
Referencia bibliográfica:
Alberto Salvo y Franz M. Geiger.
“Reduction in local ozone levels in urban São Paulo due to a shift from
ethanol to gasoline use”. Nature Geoscience, 28 de abril de 2014.
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