Además de su probado sistema de salud
extendido, universal y gratuito, sustentado en un desarrollo científico también
avalado con resultados concretos, Cuba tiene un diseño económico, social,
político, cultural y geográfico que le permite posicionarse mejor que otras
naciones en el enfrentamiento al Covid-19.
Además de su probado sistema de salud extendido,
universal y gratuito, sustentado en un desarrollo científico también avalado
con resultados concretos, Cuba tiene un diseño económico, social, político, cultural
y geográfico que le permite posicionarse mejor que otras naciones en el enfrentamiento
al Covid-19.
a) Existe experiencia en el enfrentamiento a epidemias,
incluso inoculadas intencionalmente.
b) La población en general es saludable y con conocimiento
de salud.
c) La gratuidad de los servicios de salud no limitará a
los enfermos a declarar síntomas por temor a afrontar el costo del tratamiento.
d) El elevado índice educacional presupone una mejor
conciencia en la población en el momento de asumir las medidas de contención.
e) La solidaridad es un valor incorporado a la conciencia
social.
f) Las instalaciones de salud y otras a acondicionar para
asimilar pacientes son estatales, no hay que pagar ni pedir permiso a nadie
para su empleo. No hay que invertir en nuevas instalaciones.
g) Los medios de comunicación, con un rol determinante en
situaciones como estas, también son estatales por lo que la propaganda
educativa y orientadora, no implicará invertir cuantiosos recursos.
h) El pueblo tiene conciencia política y la dirección de
la Revolución cuenta con los resortes necesarios para la movilización popular.
i) El país cuenta con recursos humanos especializados,
entrenados y consagrados.
j) Tiene una economía centralizada, que domina todo el
recurso material y financiero de la nación y lo pondrá donde más se
necesite.
k) No hay una clase económica dominante a proteger, por
lo tanto, los recursos se destinarán todos a la subsistencia y a crear las
reservas necesarias.
l) No hay espacio para manejar los recursos en función de
intereses políticos o electorales.
m) El país lleva años de racionamiento y control estricto
de los recursos, impuestos por la guerra económica de los EE.UU. La mayoría de
los países trata de adaptarse a una situación que en Cuba es cotidiana.
n) Cuenta con organizaciones estatales, gubernamentales y
sociales con incidencia hasta la base, que en tiempo de crisis es cuando mejor
funcionan, al elevarse la exigencia en todas direcciones.
o) La participación de su personal de salud en el
enfrentamiento del virus en lugares que son epicentro de la pandemia, permitirá
adquirir conocimientos y formas de hacer, que nos colocará en una posición
privilegiada.
p) Tiene avanzado un medicamento para el tratamiento
preventivo de la enfermedad, con demostradas capacidades de producción.
q) La isla no tiene una relación vinculante a mecanismos
regionales, que obliguen a asumir recetas económicas o de otra índole.
r) El estado tiene control de la cadena de importación y
distribución de los recursos, así como de los entes productivos, incluyendo el
privado.
s) La toma de decisiones estratégicas y ejecutivas no
tiene las ataduras que impone la separación de poderes, que las dilata y
entorpece.
t) No existen organizaciones criminales con capacidad de
desestabilizar el país.
u) La dirigencia política está entrenada en el
enfrentamiento a las contingencias que nos impone la naturaleza y la guerra
económica.
v) Contamos con aliados estratégicos lejanos, pero
poderosos.
w) Su geografía ayuda. Es una isla que cuando cierra sus
fronteras es poco probable el flujo de personas. Su clima es adverso al
desarrollo del virus.
La guerra económica de los EE.UU., es sin dudas una
variable a considerar por su alto impacto en todos los sectores de la vida
económica y social del país, que impone limitaciones reales a algunas de las
potencialidades relacionadas anteriormente.
Pero esta variable la conocemos y también tenemos
experiencia en su enfrentamiento. Hoy confluyen condiciones favorables para
flexibilizar esta política hostil, veremos cuánto podrá resistir la tozudez del
imperio y la complicidad de sus aliados.
No debemos pecar de optimismo, se avizoran tiempos
difíciles y algunas de nuestras potencialidades podrán fallar o verse
minimizado su nivel de impacto, pero es poco probable que sean la mayoría o que
incidan en la situación con el mismo peso y al unísono.
La posibilidad real de un evento natural catastrófico
al que nuestra posición geográfica está sometida permanentemente, agravaría la
situación, en un contexto en que la ayuda internacional se verá menguada por
razones obvias. En esto también existe experiencia de alerta temprana y
mitigación de sus efectos.
No deben descartarse estallidos sociales derivados de
la agudización de las condiciones económicas del país o alentados desde el
exterior, como usualmente ocurre en tiempos de crisis; pero es poco probable
que ello desestabilice políticamente la nación.
Una aventura bélica de EE.UU. contra Venezuela también
tendría efectos negativos a considerar.
El principal reto será la etapa post virus. La
dilación de esta situación provocará una aguda crisis económicas global a
niveles no antes visto e impactará considerablemente en nuestra economía
abierta y dependiente del exterior.
El peor escenario sería una conflagración bélica
internacional provocada por el reacomodo de la geopolítica y la lucha por el
posicionamiento del liderazgo mundial de las grandes potencias. De darse, no
tendiéramos otra opción de continuar luchando por nuestra independencia y
soberanía, de lo contrario pereceríamos como nación.
Esperemos que la racionalidad se imponga, apuntalada
por una mayor conciencia política y ecológica de las masas, que sin dudas se
consolidará en el actual contexto.
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