La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aceptó hoy la renuncia del canciller Antonio Patriota, después de la fuga del senador boliviano Roger Pinto, quien se encontraba en la embajada de Brasil en Bolivia y que provocó un conflicto diplomático entre ambos países.
La dimisión de Patriota fue confirmada por el portavoz de la Presidencia, Thomas Traumann, quien explicó que el puesto será asumido por Luiz Alberto Figueiredo, actual embajador del país ante la Organización de Naciones Unidas.
En una nota oficial, la Presidencia informó de que Rousseff ha designado a Patriota para ocupar la vacante que deja Figueiredo en la ONU y que “agradece la dedicación” que mostró durante los más de dos años que permaneció como canciller, cargo que asumió el 1 de enero de 2011, cuando Rousseff llegó al poder.
Según fuentes oficiales, Patriota le comunicó su decisión a la presidenta durante una reunión sostenida hoy, que duró cerca de 50 minutos y en la que fue analizada la situación generada con Bolivia por la salida de Pinto, quien llegó a Brasil este fin de semana con la complicidad de diplomáticos y parlamentarios brasileños.
El senador Pinto, un enconado opositor del Gobierno de Evo Morales, estaba alojado en la embajada brasileña en La Paz desde el 28 de mayo de 2012.
Al presentarse en la embajada, alegó que era víctima de una “persecución” del Gobierno boliviano y diez días después recibió de Brasil el estatus de asilado político, pero La Paz nunca emitió el salvoconducto que necesitaba para abandonar su país.
Según el Gobierno de Evo Morales, el salvoconducto no podía ser aprobado debido a que el senador responde a diversos procesos ante la justicia, l a mayoría por corrupción, e incluso ha sido condenado en uno de ellos a un año de cárcel.
El pasado viernes, con la complicidad de diplomáticos brasileños, Pinto fue trasladado en un coche oficial de la embajada y escoltado por soldados brasileños hasta la ciudad de Corumbá, en el lado brasileño de la frontera.
Fue recibido por agentes de la Policía Federal y viajó luego hacia Brasilia en un avión privado fletado por el senador Ricardo Ferraço, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, quien admitió que había intercedido ante el personal diplomático en La Paz para que colaborase con su salida.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo que sólo supo de la salida de Pinto el pasado sábado y decidió investigar el asunto.
También garantizó que “se tomarán las medidas administrativas y disciplinarias” que correspondan, con lo cual pareció admitir que hubo alguna irregularidad en la salida de Pinto, y convocó para consultas al encargado de negocios en La Paz, Eduardo Saboia.
Este funcionario llegó hoy a Brasilia y, en el aeropuerto, reconoció que facilitó la huida del senador “por razones humanitarias”.
“Tomé la decisión porque había un riesgo inminente para su vida y una amenaza a la dignidad de una persona”, declaró a periodistas el diplomático.
“Opté por la vida. Opté por proteger a una persona, a un perseguido político, como la presidenta Dilma (Rousseff) fue perseguida” durante la dictadura, pretendió Saboia.
El Gobierno boliviano ha exigido “explicaciones” a Brasil por la “fuga” del senador, a quien ha calificado de “prófugo”.
EFE
La dimisión de Patriota fue confirmada por el portavoz de la Presidencia, Thomas Traumann, quien explicó que el puesto será asumido por Luiz Alberto Figueiredo, actual embajador del país ante la Organización de Naciones Unidas.
En una nota oficial, la Presidencia informó de que Rousseff ha designado a Patriota para ocupar la vacante que deja Figueiredo en la ONU y que “agradece la dedicación” que mostró durante los más de dos años que permaneció como canciller, cargo que asumió el 1 de enero de 2011, cuando Rousseff llegó al poder.
Según fuentes oficiales, Patriota le comunicó su decisión a la presidenta durante una reunión sostenida hoy, que duró cerca de 50 minutos y en la que fue analizada la situación generada con Bolivia por la salida de Pinto, quien llegó a Brasil este fin de semana con la complicidad de diplomáticos y parlamentarios brasileños.
El senador Pinto, un enconado opositor del Gobierno de Evo Morales, estaba alojado en la embajada brasileña en La Paz desde el 28 de mayo de 2012.
Al presentarse en la embajada, alegó que era víctima de una “persecución” del Gobierno boliviano y diez días después recibió de Brasil el estatus de asilado político, pero La Paz nunca emitió el salvoconducto que necesitaba para abandonar su país.
Según el Gobierno de Evo Morales, el salvoconducto no podía ser aprobado debido a que el senador responde a diversos procesos ante la justicia, l a mayoría por corrupción, e incluso ha sido condenado en uno de ellos a un año de cárcel.
El pasado viernes, con la complicidad de diplomáticos brasileños, Pinto fue trasladado en un coche oficial de la embajada y escoltado por soldados brasileños hasta la ciudad de Corumbá, en el lado brasileño de la frontera.
Fue recibido por agentes de la Policía Federal y viajó luego hacia Brasilia en un avión privado fletado por el senador Ricardo Ferraço, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, quien admitió que había intercedido ante el personal diplomático en La Paz para que colaborase con su salida.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo que sólo supo de la salida de Pinto el pasado sábado y decidió investigar el asunto.
También garantizó que “se tomarán las medidas administrativas y disciplinarias” que correspondan, con lo cual pareció admitir que hubo alguna irregularidad en la salida de Pinto, y convocó para consultas al encargado de negocios en La Paz, Eduardo Saboia.
Este funcionario llegó hoy a Brasilia y, en el aeropuerto, reconoció que facilitó la huida del senador “por razones humanitarias”.
“Tomé la decisión porque había un riesgo inminente para su vida y una amenaza a la dignidad de una persona”, declaró a periodistas el diplomático.
“Opté por la vida. Opté por proteger a una persona, a un perseguido político, como la presidenta Dilma (Rousseff) fue perseguida” durante la dictadura, pretendió Saboia.
El Gobierno boliviano ha exigido “explicaciones” a Brasil por la “fuga” del senador, a quien ha calificado de “prófugo”.
EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario