Religiosos de diversas congregaciones cubanas recordaron hoy con un culto el medio siglo del memorable discurso pronunciado por el estadounidense Martin Luther King y conocido como Yo tengo un sueño. En la Iglesia bautista Ebenezer de Marianao, de esta capital, el reverendo Raúl Suárez, de Cuba, dijo que el pastor afronorteamericano fue uno de los más valientes profetas del siglo XX.
Y el mejor homenaje, acotó, es recuperar su voz y su compromiso, para hacerlo vigente sobre todo en su país, ahora a las puertas de conflagración de la cual la humanidad podrá ver imágenes de los humos de los bombardeos de un pueblo a otro.
Sin embargo, apuntó, ahora los “Señores de la guerra” intentan honrar a King, quien como luchador por los derechos civiles aspiraba a la no violencia entre los hombres y a un cambio radical que todavía precisa el mundo.
Ante invitados de varias nacionalidades y de devotos de la comunidad, el reverendo Davewin C. Thomas, de Jamaica, señaló los desafíos expuestos en el discurso del religioso y que están vigentes para las iglesias.
Observó cómo en su alocución en el Memorial Lincoln de Washington ante unas 250 mil personas se aprecian por lo menos unas siete referencias a la palabra justicia.
En particular exaltó el llamado para que hubiese justeza, vista esta como el acto de distribuir de forma equitativa aquello que le pertenece por derecho al individuo, cualquiera fuera su raza.
A este homenaje acudieron el presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, Joel Ortega, funcionarios de la ciudad y de la Oficina para la Atención de los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista.
Y el mejor homenaje, acotó, es recuperar su voz y su compromiso, para hacerlo vigente sobre todo en su país, ahora a las puertas de conflagración de la cual la humanidad podrá ver imágenes de los humos de los bombardeos de un pueblo a otro.
Sin embargo, apuntó, ahora los “Señores de la guerra” intentan honrar a King, quien como luchador por los derechos civiles aspiraba a la no violencia entre los hombres y a un cambio radical que todavía precisa el mundo.
Ante invitados de varias nacionalidades y de devotos de la comunidad, el reverendo Davewin C. Thomas, de Jamaica, señaló los desafíos expuestos en el discurso del religioso y que están vigentes para las iglesias.
Observó cómo en su alocución en el Memorial Lincoln de Washington ante unas 250 mil personas se aprecian por lo menos unas siete referencias a la palabra justicia.
En particular exaltó el llamado para que hubiese justeza, vista esta como el acto de distribuir de forma equitativa aquello que le pertenece por derecho al individuo, cualquiera fuera su raza.
A este homenaje acudieron el presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, Joel Ortega, funcionarios de la ciudad y de la Oficina para la Atención de los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista.
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