Por: Ernesto Antonio Vera Rodríguez. Abogado Independiente
Teléfono movil: 53162276
Email: loynaciano@yahoo.es
La Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), ha decidido privilegiar sus vínculos con las Damas de Blanco y dejar fuera a la Unión Nacional Patriótica de Cuba (UNPACU). La FNCA es una de las principales organizaciones en Miami, que con fondos del gobierno norteamericano y sus instituciones ayuda a la oposición cubana.
No es un rumor, no es una broma, dicha información fue confirmada por varias personas, todas ellas activistas pro derechos humanos, con acceso a directivos de la Fundación y sus dependencias en Miami.
A pocos días del publicitado y notorio incidente entre José Daniel Ferrer García y Berta Soler, del cual evidentemente salió vencedora la Soler, Luis Enrique Ferrer pasaba a penas medio día en su oficina. EN los últimos días no se le ha visto por allí. Está buscando desesperadamente, nuevos locales y por supuesto, nuevos financiamientos para seguir enviándole dinero y recursos a sus seguidores internos, o más exactamente a su hermano. En tanto, José Daniel en Cuba, está clamando, todavía discretamente, por más ayuda monetaria o material, pues ya le queda muy poco de los recursos que le mandaba la Fundación.
Ante la ruptura con la FNCA, los hermanos Ferrer ya están “moviendo fichas”; aspiran a que UNPACU quede como una organización “independiente”, ahora con el patrocinio de personajes de la llamada línea dura cubano americana, como el grupo de ex presos políticos radicados en Miami y en la Zona Norte, afiliados a la Asamblea de la Resistencia, entre otros.
Luis Enrique y José Daniel están preocupados, con razón, pues pueden perder membresía, y será mucho más difícil crecer, cuando trascienda en Cuba que la organización no goza de la sombrilla financiera que constituía para ella la FNCA.
Conocedores del tema cubano coinciden en señalar que la crisis actual que enfrentan los grupos principales de la oposición cubana es un reflejo de la política errónea que ha seguido la Administración Obama en el apoyo a algunas organizaciones tanto dentro como fuera de Cuba.
La Administración Obama y la USAID, han puesto casi todo el apoyo financiero a grupos internos en manos de la FNCA, suponiendo que esta representa una mejor alternativa que otras organizaciones que integran la Asamblea de la Resistencia, que habían controlado hasta hace poco a sus contrapartes en la Isla.
A lo interno, la Fundación no es ajena al conflicto. UN grupo de directores en Miami, y Puerto Rico apoyan incondicionalmente a las Damas de Blanco. Este grupo también es apoyado por ex directivos de la organización que en la actualidad militan en el Consejopara la Libertad de Cuba (CLC) como Horacio García, Remedios Díaz Oliver, Yolanda Huerga y parte de la prensa de Miami, como el Herald, por ejemplo.
Del otro lado, o sea, apoyando a José Daniel Ferrer estaba inicialmente, José “Pepe” Hernández, el mismísimo Presidente del ente, quien tuvo que ceder ante las presiones de la gente de la Casa Blanca, enfrascada en buscar fórmulas menos “traumáticas y dañinas” para alcanzar la libertad del pueblo cubano. Le recordaron que ahora la FNCA debe estar en línea con la nueva estrategia de Obama y John Kerry hacia Cuba, como condición para mantener su posición de más favorecidos en el financiamiento del gobierno de EEUU para promover la democracia en Cuba.
En el marco de la polémica entre José Daniel Ferrer y Berta Soler, ventilada – por primera vez a los cuatro vientos en Miami-, colegas de los medios de difusión conversaron con otras personas de la Fundación, que apoyaban a las Damas de Blanco, pero no lo decían por temor a Pepe Hernández y a Luis Enrique.
Pepe Hernández, estaba consciente de que la mayoría de los directores de su organización estaban molestos con la actuación de los hermanos Ferrer, en su diferendo con las Damas de Blanco y que incluso el problema se había extendido a otros grupos, con repercusiones ante el gobierno norteamericano y en particular la USAID.
Hasta los congresistas federales intervinieron en más de una oportunidad, sin lograrlo, para tratar de desactivar o al menos minimizar la situación verdaderamente explosiva provocada por las Damas de Blanco y UNPACU.
Para los directivos de la FNCA, Luis Enrique Ferrer, y su hermano, sobrepasaron los límites de la tolerancia, y sus acciones se han convertido en un problema muy nocivo y peligroso para sus intereses particulares y a causa de la “libertad de Cuba”, por lo tanto decidieron sacarlo de las oficinas, y expulsarlo como uno de los nuevos directores de la FNCA que fue. Mucho pesaron los escándalos relacionados con las golpizas que daba José Daniel Ferrer a su esposa Belkis Cantillo y luego a su amante Liudmila Cedeño y la ironía con que decidió el nombramiento de Angel Moya como Coordinador de la UNPACU en Occidente a sabiendas de que sus relaciones no eran para nada buenas a raíz de las disputas con las Damas de Blanca, habida cuenta de que Moya es esposo de Berta Soler.
De momento las Damas de Blanco y su líder Berta Soler tienen el apoyo casi total de la FNCA por haber enfrentado este proceso tan difícil para los opositores cubanos de una forma “más inteligente”. Pero no deben perder de vista que también tienen sus detractores ahí dentro con mucho y poder.
De todas maneras la verdad verdadera la conoceremos claramente cuando los beneficiarios (grupos internos) reciban sus asignaciones de la FNCA.
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La Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), ha decidido privilegiar sus vínculos con las Damas de Blanco y dejar fuera a la Unión Nacional Patriótica de Cuba (UNPACU). La FNCA es una de las principales organizaciones en Miami, que con fondos del gobierno norteamericano y sus instituciones ayuda a la oposición cubana.
No es un rumor, no es una broma, dicha información fue confirmada por varias personas, todas ellas activistas pro derechos humanos, con acceso a directivos de la Fundación y sus dependencias en Miami.
A pocos días del publicitado y notorio incidente entre José Daniel Ferrer García y Berta Soler, del cual evidentemente salió vencedora la Soler, Luis Enrique Ferrer pasaba a penas medio día en su oficina. EN los últimos días no se le ha visto por allí. Está buscando desesperadamente, nuevos locales y por supuesto, nuevos financiamientos para seguir enviándole dinero y recursos a sus seguidores internos, o más exactamente a su hermano. En tanto, José Daniel en Cuba, está clamando, todavía discretamente, por más ayuda monetaria o material, pues ya le queda muy poco de los recursos que le mandaba la Fundación.
Ante la ruptura con la FNCA, los hermanos Ferrer ya están “moviendo fichas”; aspiran a que UNPACU quede como una organización “independiente”, ahora con el patrocinio de personajes de la llamada línea dura cubano americana, como el grupo de ex presos políticos radicados en Miami y en la Zona Norte, afiliados a la Asamblea de la Resistencia, entre otros.
Luis Enrique y José Daniel están preocupados, con razón, pues pueden perder membresía, y será mucho más difícil crecer, cuando trascienda en Cuba que la organización no goza de la sombrilla financiera que constituía para ella la FNCA.
Conocedores del tema cubano coinciden en señalar que la crisis actual que enfrentan los grupos principales de la oposición cubana es un reflejo de la política errónea que ha seguido la Administración Obama en el apoyo a algunas organizaciones tanto dentro como fuera de Cuba.
La Administración Obama y la USAID, han puesto casi todo el apoyo financiero a grupos internos en manos de la FNCA, suponiendo que esta representa una mejor alternativa que otras organizaciones que integran la Asamblea de la Resistencia, que habían controlado hasta hace poco a sus contrapartes en la Isla.
A lo interno, la Fundación no es ajena al conflicto. UN grupo de directores en Miami, y Puerto Rico apoyan incondicionalmente a las Damas de Blanco. Este grupo también es apoyado por ex directivos de la organización que en la actualidad militan en el Consejopara la Libertad de Cuba (CLC) como Horacio García, Remedios Díaz Oliver, Yolanda Huerga y parte de la prensa de Miami, como el Herald, por ejemplo.
Del otro lado, o sea, apoyando a José Daniel Ferrer estaba inicialmente, José “Pepe” Hernández, el mismísimo Presidente del ente, quien tuvo que ceder ante las presiones de la gente de la Casa Blanca, enfrascada en buscar fórmulas menos “traumáticas y dañinas” para alcanzar la libertad del pueblo cubano. Le recordaron que ahora la FNCA debe estar en línea con la nueva estrategia de Obama y John Kerry hacia Cuba, como condición para mantener su posición de más favorecidos en el financiamiento del gobierno de EEUU para promover la democracia en Cuba.
En el marco de la polémica entre José Daniel Ferrer y Berta Soler, ventilada – por primera vez a los cuatro vientos en Miami-, colegas de los medios de difusión conversaron con otras personas de la Fundación, que apoyaban a las Damas de Blanco, pero no lo decían por temor a Pepe Hernández y a Luis Enrique.
Pepe Hernández, estaba consciente de que la mayoría de los directores de su organización estaban molestos con la actuación de los hermanos Ferrer, en su diferendo con las Damas de Blanco y que incluso el problema se había extendido a otros grupos, con repercusiones ante el gobierno norteamericano y en particular la USAID.
Hasta los congresistas federales intervinieron en más de una oportunidad, sin lograrlo, para tratar de desactivar o al menos minimizar la situación verdaderamente explosiva provocada por las Damas de Blanco y UNPACU.
Para los directivos de la FNCA, Luis Enrique Ferrer, y su hermano, sobrepasaron los límites de la tolerancia, y sus acciones se han convertido en un problema muy nocivo y peligroso para sus intereses particulares y a causa de la “libertad de Cuba”, por lo tanto decidieron sacarlo de las oficinas, y expulsarlo como uno de los nuevos directores de la FNCA que fue. Mucho pesaron los escándalos relacionados con las golpizas que daba José Daniel Ferrer a su esposa Belkis Cantillo y luego a su amante Liudmila Cedeño y la ironía con que decidió el nombramiento de Angel Moya como Coordinador de la UNPACU en Occidente a sabiendas de que sus relaciones no eran para nada buenas a raíz de las disputas con las Damas de Blanca, habida cuenta de que Moya es esposo de Berta Soler.
De momento las Damas de Blanco y su líder Berta Soler tienen el apoyo casi total de la FNCA por haber enfrentado este proceso tan difícil para los opositores cubanos de una forma “más inteligente”. Pero no deben perder de vista que también tienen sus detractores ahí dentro con mucho y poder.
De todas maneras la verdad verdadera la conoceremos claramente cuando los beneficiarios (grupos internos) reciban sus asignaciones de la FNCA.
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