El programa Mesa redonda se dedicó ayer, viernes 3 de enero, al tema Valores: el lenguaje. Sus invitados: Ciro Bianchi, Marlen Domínguez y Nuria Gregori. La discusión se ilustraba con caricaturas de Lázaro (LAZ) y en algún momento quedó en pantalla una lista de sinónimos donde aparecía “encautado” en lugar del correcto “incautado”. ¿Nadie lo advirtió? Nuestros medios dan la batalla por los valores de un modo muy peculiar, como aquel reciente Juventud Rebelde que abogaba en primera plana por terminar con la vulgaridad y cerraba el número con la página del Dedeté donde el cintillo de pie de página ponía el colofón: “Peor que una piedra en el zapato es un granito de arena en el preservativo”.
En fin, apenas en la última semana los espectadores de la televisión hemos asistido a carteleras de TV donde se dice “entrépida” por “intrépida”, anuncios por el aniversario de la Revolución (el del canal multivisión) donde aparece “heróico” en lugar de “heroico”, una cartelera de cine (Cine TV) donde el nombre del presentador, Raúl, aparece sin acento y donde apareció este despropósito: “el sacerdote a muerto”. Son ironías de este fin de año, como la mayúscula de que en la página cultural de Granma apareciera, el 24 de diciembre, el reportaje de Madeleine Sautié “En la clase de literatura”, sobre su asistencia a una clase de la escuela Rosalía Abréu (sic).
¿Cuáles son las razones de ese uso deficiente del lenguaje en los medios públicos cubanos? La primera, incultura, está claro, ¿pero, de cuánta gente? Porque cada programa tiene asesor, cada periódico corrector y cada sección de un periódico o división de la tv cubana tiene un director o responsable y… ¿Cómo enmendar esas faltas flagrantes a la corrección del idioma?
*Zaida Capote es escritora cubana, Investigadora titular del Instituto de Literatura y Linguística y ha obtenido, entre otros, el Premio de la Crítica y el Alejo Carpentier de ensayo.
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