Una alegría que brota de la esperanza
dejaron en la afición los equipos femenino y masculino cubanos de
voleibol clasificados para los Campeonatos Mundiales, en Italia y
Polonia, respectivamente.
Melissa Vargas y el resto del conjunto
convencieron en la Ciudad Deportiva, aún cuando los especialistas
locales no lanzaron campanas al viento anticipadas, porque Trinidad y
Tobago vino a La Habana precedida de intenciones bien fundadas: ganar el
boleto mundialista apoyada en varias jugadoras activas en ligas
foráneas.
El Campeonato Mundial para mujeres
(octubre) será a continuación del varonil, por ello hablaremos hoy de
los muchachos, quienes antes de competir en la lid del orbe del 30 de
agosto al 21 de septiembre, rivalizarán en la Liga Mundial a partir del 6
de junio.
Mejor no lo pudieron hacer frente a
República Dominicana los alumnos de Rodolfo Sánchez en el Coliseo. El
mentor mostró autoridad, combinó la exigencia con la alentadora palmada
en la espalda tras una buena acción; eso es primordial, calzar en una
mano el guante certero de la disciplina y en la otra la sedosa piel para
animar.
VIRTUDES PARA MOLDEAR
Al joven equipo cubano la euforia lo
desborda por momentos y la concentración le abre paso a los errores
propios, como aconteció en el segundo set del partido decisivo ante los
dominicanos por el boleto al Mundial.
Después de salir adelante en esa manga,
diversas pifias no provocadas por el adversario volcaron el marcador en
contra de los anfitriones y los condujeron al sobreesfuerzo por empatar.
Los nuestros perdieron 24-26, en desafío que después ganaron 3-1.
Solo las horas sobre la cancha pulen esa
desazón por terminar rápido los pasajes del juego y, para lograrlo, en
ocasiones se afincan en algún pase anunciado, combinación descifrada con
anticipación por el oponente.
Los quisqueyanos exhibieron un físico
inferior al de los locales, y no soportaron más allá del cuarto tiempo
la tensión y el ataque despiadado. Los dos choques entre ambas escuadras
se decidieron en cuatro parciales, matizados por cartones finales
abiertos a favor de los anfitriones.
El equipo Cuba, si mantiene su máxima de
que los atacadores auxiliares cumplan su papel clave en la ofensiva,
entonces el opuesto y capitán Rolando Cepeda hallará un respiro, aunque
su función siga siendo marcar la mayor cantidad de puntos, lo que se le
facilita al liberarlo de la responsabilidad de recibir el servicio.
EL JUEGO POR LAS ESQUINAS
Osmany Uriarte y Javier Jiménez exhiben
clase para consolidarse como atacadores por las esquinas. Jiménez debe
de trabajar sobre la recepción del balón, para no ser sustituido cuando
rota por las posiciones zaguera por Denny Hernández, pues ese cambio
resta poder al elenco. Cuando el rival descubre fallas en algunos de los
receptores, lo castiga con el saque interesado en perturbar sus
entradas a rematar.
Isbel Mesa va tomando una dimensión
superior como central, posición donde el avance quizá es más lento que
en las restantes, por la esmerada técnica exigida, sobre todo al
bloquear. Recordemos que Pavel Pimienta y luego Robertlandy Simón lo
hicieron poco a poco hasta ser reconocidos entre los mejores del mundo.
El par de Mesa, David Fiel, atesora menos
experiencia, aunque forman un dueto con más de dos metros de altura, el
segundo aún necesitado de incrementar su corpulencia para disputarles
bolas en la malla a gigantes de la elite universal. Ambos emplean un
servicio flotado, y harían mayor daño si experimentan con uno saltando y
rasante a la malla.
Al mismo tiempo, el medio de la net
pudiera ser mejor aprovechado por el pasador Leandro Macías, de buenas
manos (lo vimos realizar un pase fabuloso de espaldas desde la zona
cinco a la dos para Cepeda), conocedor de que Mesa y Fiel son efectivos
por la posición tres.
El líbero novato Yonder García se ve
rápido, pero como factor determinante para garantizar el recibo y la
defensa del campo, tiene, a sus 20 años de edad, un caudal de
conocimientos por delante.
Un apunte final. Este elenco ha carecido
de una reserva capaz de asumir en un momento determinado del partido el
papel de regular, sin mermar la calidad del juego. Los auxiliares Luis
Jimeno, Denny Hernández, Abraham Alfonso, los centrales Liván Osoria y
Danger Quintana (ahora lesionado), el pasador Nicolás González, junto a
otros que para la Liga Mundial tal vez integren la nómina, componen un
valioso grupo en el que Rodolfo Sánchez ha depositado todas sus
esperanzas.
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