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viernes, junio 13, 2014

¿Derechización espontánea?

Por Ramón Bernal Godoy
Después de escuchar las palabras del presidente de Ecuador Rafael Correa sobre los avances reciente de la ultraderecha latinoamericana me dispuse a navegar en Internet en busca de hechos e informaciones que me permitieran profundizar al respecto. El resultado de mi esfuerzo me confirmó la percepción del presidente ecuatoriano y otro elemento archiconocido: el control que ejerce el gobierno estadounidense sobre esa derecha, son ellos, los señores de Washington, los que planifican, coordinan e instruyen cada paso a dar en aras de liquidar un movimiento de izquierda que genuinamente tomó un “segundo aire” con el accionar de un líder histórico, Hugo Rafael Chávez Frías.

Es perceptible, la guerra que hoy Estados Unidos dirige en América Latina no es la guerra burda de un Plan Cóndor, se trata de un intento desesperado de desmontar y dejar sin “valores” a los que nos aferramos a un ideal de izquierda, se trata de hacer prevalecer el consumo y el fracasado modelo neoliberal como máximo exponente y requisito absoluto de un porvenir próspero, se trata de “confundir” naciones enteras con la tesis de que no existen izquierdas ni derechas sino solo “pueblo”, para así eliminar un vocablo que resume toda una clase social “izquierda” y terminar enterrando las categorías de pensamiento y acción que esa clase y ese movimiento representan.
A lo largo de mi vida he visto desfilar disímiles estrategias de dominación yanquis, pero estas que implementan hoy en día no podemos dejar de calificarlas como “peligrosas” y “bien estructuradas”. El “Norte revuelto y brutal”, como lo calificó José Martí, se empeña en sustituir las bombas en cualquier “oscuro rincón” por un “sutil” aprovechamiento de las Tecnologías de la Información (TIC) para a través de ellas fabricar el descrédito de los líderes de la izquierda, implementar una guerra de cuarta generación e inmiscuirse en el proceso electoral de determinado país, y de todo esto ejemplos recientes sobran, no lloveré sobre lo mojado, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, y hasta Colombia, son algunos de ellos.
Y es precisamente el caso colombiano el que les traigo a colación con un interesante artículo que encontré en Internet, exactamente en el sitio http://www.avanzarcolombia.com y el cual viene acompañado de una foto que habla por sí sola. En la misma aparece el ex mandatario Álvaro Uribe y el exsubsecretario de Estado Roger Noriega, nada más claro, el propio artículo lo explica, Washington manda y Uribe le representa en ese hermano país. Uribe es el instrumento que lo mismo cumple instrucciones como que las traslada, y es precisamente esa última función la que ejerce con Oscar Iván Zuluaga, candidato que se enfrenta al presidente Juan Manuel Santos en segunda vuelta.
(Ambos personajes; Noriega y Uribe, resumen dos amenazas a nuestra región: Fascismo y Golpismo).
Les dejo con el artículo, pero no sin antes llamar la atención que el tercer sujeto que aparece en la foto es Jorge Luís García Pérez, alias Antunez, el contrarrevolucionario cubano que junto a una decena de asalariados de su mismo origen se discuten el “cargo” de Uribe para Cuba, es decir “máximo representante de los intereses imperiales” en la isla, solo que en este caso el propio gobierno norteamericano, a través de las revelaciones de wikileaks, hizo saber al mundo que no son tan “ciegos” ni están tan “equivocados” como repetidamente demuestran, que están conscientes que los mercenarios cubanos no representan ni tienen conexión con la inmensa población de este archipiélago, que los Antunez y compañía no son un Álvaro Uribe ni Cuba es Colombia, ellos, los gringos, les pagan por un servicio, justo como Roma hacía con sus traidores, pero en este caso con años de derrota y sin esperanza real de victoria alguna*.
Uribe -Noriega -Antunez
*(Es decir, que la foto reúne no dos sino tres amenazas: Fascismo, Golpismo y Servilismo).

ALVARO URIBE, EL FRUTO MADURO DE LA DERECHA ESTADOUNIDENSE.

Por Amadeus
En Colombia vuelve a aparecer la controvertida figura del ex mandatario Alvaro Uribe, quien continúa sacando provecho de sus relaciones y viejas amistades, algo que muchos confunden con sus supuestas habilidades políticas.
Para mí no quedan dudas, su elección para el Senado colombiano y todo lo que acontece en materia electoral lo ha logrado gracias al apoyo de una extrema derecha adinerada radicada en Estados Unidos y algunos segmentos de la burguesía bien posicionada en nuestro país, en una evidente combinación de su obsesión por el poder y la intención de sectores estsdounidenses vinculados al ala ultraconservadora del Partido Republicano, por sabotear el Proceso de Paz y la reelección de Juan Manuel Santos.
Quien mire hacia atrás en la historia de este señor, comprenderá que nada responde a cualidades naturales y que su único mérito ha sido engañar y seleccionar correctamente a amigos poderosos. A nadie le queda dudas que en política Latinoamericana, si usted no  posee estrechos vínculos con el poder imperial no puede modificar la constitución de su país sin referéndum, para permitir su propia reelección. No puede tener a su disposición soldados que secuestraban a jóvenes para asesinarlos, luego los vestían como guerrilleros y así cobraban recompensas secretas. No puede convivir impunemente durante décadas con aliados incondicionales que hoy son prófugos de la justicia o están en las cárceles colombianas, no puede masacrar los derechos civiles de sus ciudadanos, o gobernar salpicado de constantes escándalos de corrupción y estafas. Tampoco puede armar un Cuerpo de Inteligencia privado que espíe ilegalmente a periodistas, llamados opositores y hasta las propias oficinas del actual Presidente. No se puede simplemente, no se puede sin la ayuda y apoyo incondicional de poderosos e influyentes amigos en Estados Unidos.
Todo ahijado tiene un padrino y aunque Uribe tiene varios domiciliados en la Ultraderecha Republicana, destaca el ex subsecretario de Estado,  Roger Noriega, un personaje de oscuros antecedentes. Noriega es un neoconservador que dirigió la USAID para Centroamérica, se encargó del financiamiento y asesoría a la oposición nicaragüense en contra de los sandinistas, fue activo en el golpe de estado de abril 2002 contra el Presidente Chávez en Venezuela, y hoy en día es uno de los principales críticos en Estados Unidos contra el Proceso de Paz que impulsa el Presidente Juan Manuel Santos.
No cabe dudas, Uribe y Noriega son dos alas de un mismo pájaro. Uribe es el mejor aliado de la ultraderecha de los Estados Unidos en la región. Lo han fabricado, lo han protegido y lo intentan hacer renacer en las circunstancias actuales, su elección como Senador responde a su servilismo de antaño, a su enfrentamiento diametral a las políticas del actual gobierno, y su encarnada oposición al proceso venezolano y demás gobiernos progresistas de la región. Uribe es el principal instrumento que utilizan para tratar de sabotear un Proceso de Paz que pudiera catalogarse de histórico de lograr concretarse. En fin, un tres en uno, un solo personaje que garantiza tres o más objetivos. Una unión peligrosa, una mezcla volátil, estemos alerta.

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