Tomado de Auca en Cayo Hueso
Por: Nicanor León Cotayo.
Por: Nicanor León Cotayo.
Otra encuesta efectuada en suelo
estadounidense corroboró este martes que muchos de sus habitantes
favorecen mejores lazos con Cuba.
Ahora en un territorio muy significativo al
respecto, el condado Miami-Dade, en la Florida, que concentra al grueso
de los cubano-estadounidenses radicados por allá.El sondeo, llevado a
cabo entre mil de ellos, fue auspiciado por la Universidad Internacional
de la Florida (FIU).Una periodista del Nuevo Herald, Nora Gámez Torres, resumió así el balance de esa investigación:
“La mayoría de los cubanoamericanos en Miami-Dade apoyaría
restablecer relaciones diplomáticas con Cuba y eliminar todas las
restricciones de viajes a la isla”.
En cuanto al bloqueo (allí “embargo”) el estudio notificó un virtual empate entre partidarios y oponentes.
A la pregunta sobre normalización de nexos diplomáticos, el 68 por ciento de los consultados favoreció dar ese paso.
Junto a ello, el 82 por ciento respaldó la venta de medicinas a la isla y el 77 por ciento la de alimentos.
Según la periodista Gámez Torres, los cubanos más cercanos en su arribo, y los jóvenes, tienen mayor interés en una relación fluida con La Habana que quienes llegaron décadas atrás.
Apenas circularon los resultados de esa encuesta de la FIU, voceros ultraderechistas de origen cubano la bombardearon.
Brilló entre ellos la congresista Ileana Ros-Lehtinen, quien declaró que este sondeo universitario era “engañoso”.
Fue más allá y afirmó que “levantar las sanciones al régimen totalitario de La Habana no ayuda a la causa de la libertad de los cubanos”.
Sin embargo, el FIU Cuba Poll, nombre del sondeo a partir de 1991 cuando se inició, dice que el 71 por ciento de los entrevistados cree que el embargo “no ha funcionado”, nada o no muy bien.
A pesar de ello, aún solo el 52 por ciento de ellos señala con claridad que debe ser eliminado.
La periodista Gámez Torres agregó un interesante matiz a la creciente oposición al “embargo”: el profundo cambio demográfico en la composición de los cubanos allí presentes.
Actualmente, indicó, más de un tercio de los cubanoamericanos residentes en Miami-Dade llegaron a partir de 1995, pero solo el 31 por ciento de ellos son votantes.
Expertos llaman la atención respecto al hecho de que el apoyo al “embargo” se ha ido debilitando, hoy casi hasta la mitad desde 1991.
En aquel año lo secundaban el 87 por ciento de los consultados, pero a partir de 2008 fue declinando hasta un 45 por ciento.
Gámez Torres además hizo constar que el 69 por ciento de los participantes en la actual investigación y el 58 por ciento de los votantes, “favorecen eliminar en Estados Unidos todas las restricciones de viaje”.
Un dato muy curioso apunta:
El 65 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años cree que Cuba debe ser eliminada de la lista del Departamento de Estado sobre naciones ligadas al terrorismo.
Nada, que la bola de nieve dirigida contra el bloque a la isla sigue rodando y creciendo rumbo a su inevitable destino final.
Entonces, justificado el llanto de gente como Ileana Ros-Lehtinen y su carnal Ninoska Pérez Castellón.
En cuanto al bloqueo (allí “embargo”) el estudio notificó un virtual empate entre partidarios y oponentes.
A la pregunta sobre normalización de nexos diplomáticos, el 68 por ciento de los consultados favoreció dar ese paso.
Junto a ello, el 82 por ciento respaldó la venta de medicinas a la isla y el 77 por ciento la de alimentos.
Según la periodista Gámez Torres, los cubanos más cercanos en su arribo, y los jóvenes, tienen mayor interés en una relación fluida con La Habana que quienes llegaron décadas atrás.
Apenas circularon los resultados de esa encuesta de la FIU, voceros ultraderechistas de origen cubano la bombardearon.
Brilló entre ellos la congresista Ileana Ros-Lehtinen, quien declaró que este sondeo universitario era “engañoso”.
Fue más allá y afirmó que “levantar las sanciones al régimen totalitario de La Habana no ayuda a la causa de la libertad de los cubanos”.
Sin embargo, el FIU Cuba Poll, nombre del sondeo a partir de 1991 cuando se inició, dice que el 71 por ciento de los entrevistados cree que el embargo “no ha funcionado”, nada o no muy bien.
A pesar de ello, aún solo el 52 por ciento de ellos señala con claridad que debe ser eliminado.
La periodista Gámez Torres agregó un interesante matiz a la creciente oposición al “embargo”: el profundo cambio demográfico en la composición de los cubanos allí presentes.
Actualmente, indicó, más de un tercio de los cubanoamericanos residentes en Miami-Dade llegaron a partir de 1995, pero solo el 31 por ciento de ellos son votantes.
Expertos llaman la atención respecto al hecho de que el apoyo al “embargo” se ha ido debilitando, hoy casi hasta la mitad desde 1991.
En aquel año lo secundaban el 87 por ciento de los consultados, pero a partir de 2008 fue declinando hasta un 45 por ciento.
Gámez Torres además hizo constar que el 69 por ciento de los participantes en la actual investigación y el 58 por ciento de los votantes, “favorecen eliminar en Estados Unidos todas las restricciones de viaje”.
Un dato muy curioso apunta:
El 65 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años cree que Cuba debe ser eliminada de la lista del Departamento de Estado sobre naciones ligadas al terrorismo.
Nada, que la bola de nieve dirigida contra el bloque a la isla sigue rodando y creciendo rumbo a su inevitable destino final.
Entonces, justificado el llanto de gente como Ileana Ros-Lehtinen y su carnal Ninoska Pérez Castellón.
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