Recorriendo las tierras de Francia y de
Cuba, por la causa de la solidaridad con el pueblo de Cuba y por la
defensa de la herencia de la revolución cubana, que ha hecho del Caimán
lo que es hoy, Dominique Leduc era nuestro timonel. Era la secretaria
general de la Asociación Francia-Cuba.
Apenas tenía 63 años cuando nos dejó en
cuerpo repentinamente el pasado 5 de junio. De ellos, 35 años estuvo al
servicio de la defensa de nuestras ideas, de una concepción solidaria
del mundo y, en particular, de la defensa de la Revolución cubana.
Su generosidad, compromiso y entrega sin
falla hicieron de Dominique un fundamento de la Asociación y de la
solidaridad con las luchas de los pueblos latinoamericanos por su
emancipación.
¡Qué garrotazo ha sido su partida!
Como dijo Ignacio Ramonet al conocer la
noticia: “me impactó terriblemente porque era una persona fuera de
serie, de inmensa modestia y de tremenda solidaridad.”
A menudo alejada de los honores y siempre
modesta, Dominique nos ha dejado demasiado pronto, legándonos el
desafío de continuar nuestra misión marcada por el surco que ella trazó.
Amiga, compañera y socia Dominique: ¡presente!
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