El desastre petrolero ocasionado por la
transnacional estadounidense Chevron-Texaco en Ecuador es el peor de su
tipo registrado en el mundo, señalaron este martes representantes de las
víctimas ante el Senado francés, reportó PL.
Pablo Fajardo, principal abogado del
caso, denunció que los daños provocados en la Amazonia son ampliamente
superiores a los que dejaron el petrolero Erika en 1999 en las costas
francesas, el Prestige en 2002 en España, y la British Petroleum en el
Golfo de México, en 2010.
Fajardo explicó que en el caso de Ecuador
no se trató de un accidente, sino de una acción planificada por esa
corporación, que no utilizó las técnicas ambientales estándares de la
época con el único objetivo de aumentar las ganancias. Como
consecuencia, entre 1964 y 1992 la compañía derramó millones de litros
de petróleo y residuos sobre más de dos millones de hectáreas.
En declaraciones a PL, el abogado planteó
la necesidad de adoptar en la ONU algún convenio internacional que
obligue a las corporaciones a responder por los daños al ser humano y al
medioambiente.
El representante de las 30 000 víctimas
ecuatorianas, Oscar Herrera, denunció cómo esa transnacional vertió el
crudo deliberadamente en las selvas y los ríos y contaminó el entorno.
Como consecuencia los índices de cáncer, sobre todo de leucemia, son más
elevados en la zona que en otros lugares, explicó.
Durante la conferencia, la senadora
francesa por el departamento de Nord, Marie-Christine Blandin denunció
el hecho de que a pesar de tratarse de una de las peores catástrofes
ambientales, la Chevron-Texaco rechaza pagar una indemnización a los
afectados.
Blandin llamó a incrementar la
solidaridad internacional hacia el pueblo de Ecuador y a evitar que este
crimen quede impune. Próximamente Ecuador presentará el caso ante el
Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
En la conferencia participaron
representantes de la red de organizaciones europeas de apoyo a las
víctimas de Chevron-Texaco, del Movimiento contra el Racismo y por la
Amistad entre los Pueblos, así como personal diplomático acreditado en
el país galo.
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