Arthur González| El Heraldo Cubano.

Como una forma más de embolsarse el
dinero de los incautos, en la ciudad de Miami se le da forma a un
proyecto para construir el denominado Museo del “exilio” cubano,
el cual se decidirá el próximo 15 de julio en reunión de la Comisión
del Condado Miami Dade, y aprobar el lugar propuesto frente a la Bahía
de Biscayne. Para esto se creó previamente la organización “Cuban Exile History Museum, Inc.”, que pretende exponer la historia de los “exiliados” cubanos en la Florida y sus aportes incluso en otros países.
Dicho museo pretende convertirse en una
jugosa empresa que posibilite más ganancias, al procurar atraer también a
los turistas que visiten la ciudad y así recuperar los 120 millones usd
de su costo, el que aspiran a obtener de fondos privados recaudados
entre las distintas comunidades de emigrados cubanos alrededor del
mundo.

El nuevo museo competería con el actual Museo Cubano y con el de la Brigada mercenaria 2506, que fue derrotada en menos de 72 cuando invadió a Cuba por Bahía de Cochinos en 1961.
Si realmente se pretende armar un museo
de la historia del llamado “exilio” cubano, no puede faltar la
información de cómo surgió y sus acciones en contra del pueblo cubano de
la Isla, sufragadas por el Gobierno de Estados Unidos y la ejecutoria
directa de la CIA.
La primera sala tendrá que reflejar la
acogida por el Gobierno yanqui desde el mismo del 1ro. de enero de 1959,
de los asesinos, esbirros, criminales de guerra y torturadores de los
cuerpos represivos del dictador Fulgencio Batista, todos prófugos de la
justicia cubana, y muchos de ellos arribantes ilegales a territorio
norteamericano.
No pueden faltar en la exposición de esa
historia, las acciones desarrolladas por la Estación de la CIA en La
Habana desde enero de 1959, el reclutamiento de espías, la introducción
ilegal de explosivos y armas para hacer fracasar el nuevo gobierno
revolucionario.
Hay que informarles a los visitantes a
ese recinto expositivo que según los documentos oficiales
estadounidenses, el 18 de enero de 1960 la CIA organizó la Rama 4 (WH-4)
para dirigir la guerra sucia contra Cuba, mediante la cual la Casa
Blanca aprobó los bombardeos a campos de caña de azúcar y otros centros
industriales cubanos, con el empleo de avionetas piratas que volaban
desde la Florida.
No podrá faltar en sus vitrinas una copia del documento ya desclasificado elaborado por el Coronel Jack Hawkins,
jefe de la sección de personal paramilitar en el centro de operaciones
de la Fuerza de Tarea de la CIA, en la denominada como “Operación Cubana”, que señala sin el más mínimo pudor que:
“Durante el período comprendido entre octubre de 1960 y el 15 de abril de 1961, se perpetraron alrededor de 110 atentados dinamiteros contra objetivos políticos y económicos, se colocaron más de 200 bombas. Se descarrilaron 6
trenes, se dejó inactiva la refinería de Santiago de Cuba durante una
semana, como resultado de un ataque sorpresivo desde el mar. Se
provocaron más de 150 incendios contra centros estatales y privados, incluyendo 21 viviendas de comunistas y 800 incendios en plantaciones de caña”.

Limpa del escambray. Foto:Tirso.
Solamente desde el 28 de septiembre de
1960 hasta el mes de abril de 1961, según sus propios informes
desclasificados, la CIA introdujo ilegalmente en Cuba 75 toneladas de explosivos y armamentos, mediante 30 misiones aéreas, más 46,5 toneladas en 33
misiones de infiltración marítima, para abastecer a grupos terroristas
urbanos y bandas de alzados en zonas montañosas, creadas, entrenadas y
financiadas por la propia Agencia Central de Inteligencia, que años más
tarde integraron el “exilio”.

Bombardeo el 15 abril antes de Girón.
Una sala especial tiene que recoger el
fracaso de la invasión por Bahía de Cochinos, aplastante derrota a manos
del pueblo cubano que sin experiencia suficiente ni el armamento
adecuado, acabó con los mercenarios de la Brigada 2506, que durante
meses fue preparada en bases de entrenamiento en Centroamérica y la
Florida, bajo la dirección de la CIA. Esa invasión a Cuba causó 176
muertos y 300 heridos, muchos de ellos campesinos indefensos. Los
bombardeos a los aeropuertos de La Habana y Santiago de Cuba, días antes
a la invasión, provocaron 8 muertos y 53 heridos.
La estimulación, abastecimiento y
dirección por la CIA de las bandas de alzados en las zonas montañosas
desde mayo de 1960, seguramente serán reflejados en sus salas, contando
la verdadera historia de la injerencia yanqui en Cuba, las que eran
abastecidas con armamento y explosivos, por medio de aviones y
embarcaciones navales que partían desde territorio norteamericano.
En esa etapa los alzados asesinaron a
maestros voluntarios, brigadistas alfabetizadores, campesinos, obreros
agrícolas, estudiantes y milicianos. Las escuelas rurales y otros
centros de enseñanza en zonas urbanas se convirtieron en sus principales
objetivos de agresión. Las bandas, cometieron 196 asesinatos ycausaron
71 heridos, entre 1959 y 1965
No deben dejar de exponer que 152 centros
de enseñanza fueron saboteados y de esos 85 quedaron totalmente
destruidos; otros 13 centros recibieron daños de consideración.
El nuevo “museo del exilio cubano”,
debe plantear como uno de los temas principales, que el terror causado
en Cuba no distinguió edades ni sexos y reflejar con todo valor que por
tales actos criminales desde 1959, se registran en el territorio cubano
138 niños muertos y 70 heridos por actos de este carácter, así como 55
mujeres muertas y 80 heridas.
Por esos actos terroristas orientados por
la CIA, cerca de 30 salas cinematográficas y teatros fueron saboteados
con artefactos explosivos y petacas incendiarias de fabricación
norteamericana. Muchos de ellos ocurrieron en plena función,
registrándose 48 personas heridas. Uno de sus autores es el hoy escritor
y analista político Carlos Alberto Montaner, prófugo de la justicia por
tales actos.
Los mejores centros comerciales fueron
igualmente blanco de ese terrorismo, con la utilización de sustancias
incendiarias como el llamado “fósforo vivo”, introducidos
clandestinamente por los grupos de infiltración de la CIA desde Miami o
abastecidos por la embajada norteamericana en La Habana.

Explosión de la Coubre.
El sabotaje al barco francés La Coubre
en marzo de 1960, deberá tratarse en una sola de las salas del nuevo
museo, como una de las acciones más crueles que realizó la CIA contra el
pueblo cubano y los visitantes deben ver las imágenes tenebrosas de esa
tragedia, donde murieron 101 personas inocentes, 400 resultaron heridas
y más de 5 mil familiares quedaron afectados para siempre por ese
crimen.
En estos 55 años, las acciones
terroristas diseñadas y ejecutadas por integrantes del “exilio”,
muestran un saldo de 5 mil 577 ciudadanos cubanos como víctimas del
terror made in Miami, de ellos 3 mil 478 perdieron la vida y otros 2 mil
099 lisiados de por vida, algo que sin dudas deber ser del conocimiento
de las nuevas generaciones y de los visitantes al museo.

Crimen de Barbados.
Aspecto importante en las salas de la
nueva institución deberá ser el sabotaje a un avión civil cubano en
Barbados, en octubre de 1976, donde perdieron la vida 73 pasajeros
personas inocentes y tendrán que exhibir una gigantografía de los
asesinos a sueldo de la CIA, Luís Posada Carriles y Orlando Bosh, ambos
refugiados del Gobierno estadounidense como héroes.
El secuestro de aviones es casi
imprescindible en las paredes y estantes del nuevo museo, ya que entre
1960 y 2007 se contabilizan no menos de 96 secuestros o piratería de
aviones y 2 helicópteros, de ellos 76 aviones fueron llevados a Estados
Unidos. Solo 30 aeronaves fueron devueltas a Cuba.
Un elemento que debe causar un amplio
interés entre los visitantes serán las violaciones del espacio aéreo
cubano, en las que la organización terrorista radicada en Miami
“Hermanos al Rescate”, ha jugado un papel primordial en las
provocaciones, pues entre el 6 de julio de 1992 y el 24 de marzo de
1996, realizaron 15 violaciones del espacio aéreo cubano, con la
participación de 42 aeronaves y ante esto las autoridades
norteamericanas ni se inmutaron.
Su antecedente se remonta a 1960 donde en
solo un año, 640 aviones y 24 helicópteros violaron el espacio aéreo
cubano para acciones terroristas.
Una sala de las más visitadas será la del
terrorismo biológico diseñado y ejecutado contra Cuba, con la
participación del “exilio” cubano, donde el blanco principal fue y es la
población inocente de la isla.
Virus, plagas y sustancias que generaran epidemias sobre las personas, la fauna y la flora, son los puntos fundamentales.
La meníngoencefalitis fue la primera en
1961 con una amplia propagación en la población infantil, a la que se le
suma la del Dengue Hemorrágico en 1981, causante de la muerte de 158
personas, incluyendo 101 niños. El Dengue no se reportó nunca antes en
Cuba y ahora es endémico y mata a decenas de personas cada año.

Guerra biologica
No debe faltar en las estanterías de la
nueva institución la copia de la declaración del miembro del “exilio”
cubano Eduardo Arocena, ante el tribunal federal de New York, recogida
en la página 2189, expediente 2 FBINY 185-1009 de 1984, donde expuso
que: “La misión del grupo encabezado por mi era obtener ciertos gérmenes
e introducirlos en Cuba…”
El ganado vacuno y porcino, así como
otras especies como conejos, peces y aves son las más afectadas por
enfermedades como la fiebre porcina africana, el newcastle, brucelosis y
conjuntivitis, entre otras.
Sobre la flora existen 17 enfermedades la
mayoría sin reportes de antecedentes en Cuba, tales como el moho azul
del tabaco, el Thrips Palmis, la roya de la caña, tristeza del cítrico,
broca del café, sigatoca negra y otras más que atacan los principales
reglones alimenticios.
El asesinato a diplomáticos cubanos y los
explosivos colocados en embajadas no pueden faltar en las salas
expositivas, como acciones donde participaron miembros terroristas del
“exilio”.
La misión de Cuba ante la ONU fue la más
afectada en 28 ocasiones, entre 1959 y 2012. El 11 de octubre de 1980 el
diplomático cubano Félix García Rodríguez es asesinado.
El 4 de abril de 1972 estalló una bomba
en la Oficina Comercial en Montreal, Canadá y murió el funcionario
Sergio Pérez Castillo.
El 22 de abril de 1976 otra bomba en la
embajada de Cuba en Lisboa, Portugal, mató a los diplomáticos Adriana
Corcho Calleja y Efrén Monteagudo Rodríguez.
Representaciones cubanas en Colombia,
Costa Rica, Ecuador, Panamá, Honduras, España, Perú, Argentina,
Venezuela, Noruega, Hong Kong, Congo, Jamaica, Guyana, Angola e Italia,
fueron también blancos de ataques del “exilio”.
La “osadía” de algunos cubanos
“refugiados” en Miami en sus incursiones ilegales en el territorio de
Cuba, hay que reflejarlo de forma particular, entre ellas las de 1994 y
95 por “Alpha 66” cuando ametrallaron desde el mar el Hotel Guitar Cayo
Coco, en la provincia de Ciego de Ávila y las de 1997 y 1998
planificadas y dirigidas por Posada Carriles con la participación de
mercenarios centroamericanos.
Estos, con el apoyo de los fondos de la
Fundacional Nacional Cubano Americana, hicieron estallar explosivos en
los hoteles Hotel Meliá Cohíba, Capri, Nacional, Copacabana, Tritón y
Chateau Miramar, así como en el mundialmente célebre restaurante “La
Bodeguita del Medio”. En uno de ellos murió un turista italiano.

Hotel Copacabana.

Fabio Di Celmo.
Uno de los salones que llamarán
constantemente la atención de los visitantes será sin dudas la
participación de destacados miembros del “exilio” en los planes de
asesinato al presidente cubano Fidel Castro, algunos reconocidos e
investigados por la “Comisión Church”, del Senado norteamericano,
admitiendo en 1975 que los intentos de asesinato de la CIA contra Fidel
comenzaron desde 1960 y se prolongaron hasta 1965, en los que participó
la CIA en contubernio con la mafia norteamericana y otros criminales de
origen cubano a su servicio.
Este tema resultará atractivo por ser el
Jefe de Estado en la historia contemporánea, que más planes de
asesinato ha tenido y ninguno logró su objetivo.
Quizás como aspecto final del recorrido
puedan estar las actividades terroristas ejecutas por el “exilio” dentro
de los Estados Unidos, donde los grupos anticubanos en complicidad con
sus autoridades, han afectados intereses estatales y privados de otros
países por mantener relaciones con Cuba.
Entre 1959 y 2012 se ejecutaron mil 614
actos terroristas, de estos mil 142 durante las once administraciones
demócratas y 472 durante las republicanas, algo que muestra el “valor”
de muchos cubanos radicados en Miami y que siempre han recibido total
respaldo de congresistas como Ileana Ros-Lehtinen, Lincoln y Mario
Díaz-Balart, Albio Sires y Bob Menéndez, los más excelsos exponentes de
los hijos de los esbirros batistianos, que tanto han contribuido a la
conformación de los nuevos cubanos norteamericanos y que seguramente
junto a Jorge Más Canosa, tendrán lugar privilegiado en los salones del
nuevo museo.
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