Muy controversial será sin dudas
la toma de posesión este viernes 20 de enero del nuevo presidente de los EEUU
Donal Trump. Incertidumbre, es uno de los calificativos que utilizaría para
catalogar lo que se espera de su mandato. Sin aún asumir la presidencia, Trump
ha levantado grandes polémicas, a partir de declaraciones y anuncios que reflejan
a un mandatario poco diplomático, al abordar temas que afectan las relaciones políticas,
comerciales y económicas con otros países y regiones.
Comentarios catalogados de
fascistas, racistas, antimigrantes, machista, han levantado una polémica y
crítica social, haciendo que numerosas manifestaciones tanto públicas como en
las redes sociales lo ataquen abiertamente. De él también se dice que es un
hombre de negocios y sin dudas, defiende algunos principios norteamericanos que
inspiraron a una parte de la población estadounidense que votó por él.
¿En este panorama que le espera a
América Latina?
En medio de este contexto contamos
con una América Latina con conflictos internos en varios países que son
importantes. En medio de este escenario y a solo unos días de la toma de posesión
del nuevo mandatario estadounidense tendrá lugar la V Cumbre de la CELAC, de la
cual sin dudas su lema debería ser, como leí en el título de un artículo: LA
UNIDAD EN LA DIVERSIDAD!
Con escenarios como estos debemos
llamar firmemente a unirnos en una América Latina que sepa dialogar y
relacionarse en medio de sus diferencias. Que sepa unirse y cohesionarse bajo
los principios de la cooperación y solidaridad, como armas principales para
enfrentar los retos que se avecinan.
Independientemente de nuestras
diferencias todos nuestros países tienen que enfrentar problemas de pobreza,
desigualdad, aumentos de flujos migratorios irregulares, narcotráfico, efectos
de crisis económicas, sean generadas en nuestra área o no; entre otros. Solo en
un espacio de dialogo común, entre iguales, donde las oportunidades y ventajas
de unos ayuden a combatir la deficiencias y desigualdades de otros y viceversa;
solo de esta manera podremos salir adelante como una región fortalecida e
integrada, una utopía alcanzable.
No sabemos a ciencia cierta hacia
donde dirigirá Trump su política con los países latinoamericanos. Sobre lo que
sí podemos influir y determinar es que en medio de esta realidad, sea la CELAC
un espacio que continúe garantizando la integración y que sea un mecanismo real
de concertación en medio de tantas amenazas.
Hoy la América latina debe seguir
la antítesis del principio de: Divide y Vencerás. Debemos estar más unidos que
nunca y dejar caer nuestra voz. SIGAMOS y APOYEMOS LA #CELAC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario