Muy positivo ha sido para las aerolíneas y cruceros norteamericanos los ingresos por la prestación de estos servicio hacia la Mayor de las Antillas a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. No obstantes, las proyecciones de ganancias según prevista por el Consejo Comercial y Económico Estados Unido - Cuba para los venideros años, se pueden ver truncadas por las medidas de retroceso adoptadas por la administración del Presidente Donald Trump, lo cual va en contradicción a sus promesas de campaña, en la cual proclamó que garantizaría a sus ciudadanos empleos y mejores niveles de vida, entonces cabe hacer la siguiente interrogante ¿Por qué el Presidente Donald Trump, siendo un hombre de negocio rechaza esta gallina de oro e impone medidas que restringen la oportunidad de obtener miles de millones de dolares a los EE.UU? Pues la respuesta la encontramos a continuación.
Todo se trata de un juego político que tiene influencia sobre el Presidente Trump y su equipo de asesores, a través de presiones de políticos anti-cubanos, como Marcos Rubio, Mario Diaz Balart, Carlos Curbelo, Ted Cruz cuyo objetivo es ahogar al gobierno cubano. Pero, ¿Qué le aporta este juego político al Presidente Trump? Pues absolutamente nada, no ganaría ni electores para su segunda reelección como presidente de EE.UU puesto que en las elecciones del 2016, el Presidente Trump ganó el partido republicano, sin los legisladores cubanos-americanos y perdió el apoyo de los cubanos del residente en florida. Por tanto, por su capacidad de independencia no necesitas ceder ante la fracasada política que los militantes y congresistas del fracción radicas de derecha pretenden perpetuar.
Los afectados con estas mediadas son los hombres de negocios norteamericanos, pues dejan del mercado cubano a otros competidores del mercado asiático y Europero.
Tomado de: La Estrella de Panamá
Cuba se está convirtiendo en un mercado turístico de cerca de mil millones de dólares para las aerolíneas y cruceros estadounidenses si se suman las proyecciones de 2017, 2018 y 2019, según el Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba.
Según un estudio publicado hoy, las líneas de cruceros acumularán más de 761 millones de dólares en ingresos brutos durante esos tres años al transportar a más de 570 mil pasajeros, mientras que las aerolíneas sumarán otros 228 millones de dólares.
El consejo señaló que actualmente hay por lo menos 335 itinerarios en cruceros a Cuba a cargo de Royal Caribbean, Carnival y Norwegian, todas con sedes principales en Florida, y otras líneas más pequeñas, y pronosticó que estos viajes pueden aumentar.
Calculó además que estos trayectos a la isla caribeña dejarán a Cuba ganancias por más de 80 millones de dólares en gastos de pasajeros, además de más de 21 millones de dólares en impuestos portuarios.
El Consejo Comercial y Económico EEUU-Cuba recordó que en 2016 las ganancias de Royal Caribbean, Carnival y Norwegian sumaron en total 28.800 millones de dólares por concepto de sus viajes en 144 embarcaciones a sus distintos destinos.
En mayo de ese año el buque "Adonia" de Fathom (filial de Carnival) fue el primero en llegar tras el "deshielo" diplomático entre La Habana y Washington emprendido por el entonces presidente estadounidense, Barack Obama.
El informe, dado a conocer hoy por John Kavulich, presidente del Consejo, contabiliza además más de 100 millones de dólares en ganancias por turismo para Florida, punto de partida y llegada de la mayoría de vuelos y cruceros a la isla.
Precisó que estos ingresos son especialmente en hoteles, restaurantes y servicios de transporte terrestre en el sur de Florida.
Sin embargo, pese a la apertura emprendida por Obama, aún persiste el embargo económico estadounidense a Cuba, que solo puede levantarlo el Congreso.
A esto se suma que varias medidas de la política de acercamiento de Obama, que también restableció en 2016 los vuelos comerciales de EE.UU. a Cuba, están sufriendo un revés bajo la presidencia de Donald Trump.
El republicano ha impuesto nuevas limitaciones, entre ellas la eliminación de los viajes individuales para hacer contactos con el pueblo cubano (la modalidad "people to people", en inglés), una de las más populares.
La medida hace parte de la nuevas restricciones del Gobierno de Trump para congelar la normalización con Cuba, que incluyen prohibir las transacciones con ciertas entidades gubernamentales de la isla.
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