Por William Urquijo Pascual
Caracas (PL) – Ante el recrudecimiento de las acciones
desestabilizadoras promovidas por los sectores oligarcas, con el apoyo de
potencias extranjeras y grupos financieros internacionales, Venezuela fortalece
el combate en el frente económico con el fin de consolidar la Revolución
bolivariana.
El camino hacia el éxito de las fuerzas revolucionarias en las
elecciones presidenciales, convocadas para antes del 30 de abril de este año,
pasa por la capacidad del gobierno para derrotar los mecanismos empleados por
la derecha como parte de la guerra económica, dirigida a minar el bienestar de
los venezolanos.
La agenda económica del Estado centra su estrategia en
recrudecer el enfrentamiento a la especulación, fortalecer la industria
petrolera y consolidar el Petro –criptomoneda respaldada por los recursos
energéticos del país y dirigida a superar el cerco financiero establecido
contra la nación–, entre otras acciones.
Pocas horas después de que el presidente Nicolás Maduro llamara
al pueblo a erigirse en el principal actor en la lucha contra el alza
indiscriminada de precios, en el balance anual de la nación realizado ante la
Asamblea Nacional Constituyente, el Ejecutivo implementó medidas para proteger
la capacidad de compra de los trabajadores.
En tal sentido, el gobierno venezolano en la figura del
vicepresidente Tareck El Aissami decretó la comercialización a precios justos
de los productos que experimentaron un aumento injustificado de sus costos
desde mediados del mes pasado.
El Aissami instruyó a los funcionarios de la misión estatal de
Abastecimiento Soberano y a la Superintendencia Nacional para la Defensa de los
Derechos Socioeconómicos garantizar que los rubros señalados marcaran el precio
registrado antes del 15 de diciembre, los cuales de por sí ya eran elevados.
Para dar cumplimiento a la normativa, las autoridades efectuaron
encuentros con las empresas productoras del país, y lanzaron un proceso de
fiscalización en cadenas de supermercados y comercios, con el objetivo de
abortar la abrupta escalada especulativa que obedece a factores eminentemente
políticos.
El Petro, arma contra el cerco financiero
Durante su mensaje anual a la nación efectuado el 15 de enero
último, el mandatario Nicolás Maduro afirmó que 2018 será el año de la
consolidación del Petro, con el objetivo de burlar el cerco aplicado por las
grandes potencias y los grupos financieros transnacionales.
Con sustento material en las reservas del campo número 1 del
Bloque Ayacucho, en la Faja Petrolífera del Orinoco, ascendentes a más de cinco
mil millones de barriles de crudo por un valor de 300 mil millones de dólares
–de acuerdo a la cotización actual–, el mecanismo dará libertad a Venezuela en
sus transacciones.
Además, será una herramienta de integración regional mediante la
creación de un sistema monetario independiente, como propusiera Maduro en la
reunión del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, efectuada recientemente en
Caracas.
Desde la creación del Petro, el Estado venezolano promovió en
todo el país una serie de foros y mesas de trabajo con distintos sectores de la
sociedad para sistematizar las propuestas que permitan fortalecer esta
criptomoneda, la cual podrá ser cambiada por divisas o activos.
Recuperación de la industria petrolera
Dentro de la agenda económica bolivariana, otro punto
estratégico radica en la transformación revolucionaria de la empresa Petróleos
de Venezuela (Pdvsa), en el marco de la cruzada anticorrupción impulsada por el
gobierno.
La meta de la estatal petrolera es incrementar la producción de
crudo desde la cantidad actual de un millón 900.000 barriles diarios hasta los
dos millones 500.000, para revertir así el descenso provocado por acciones de
sabotaje a la industria por parte de funcionarios corruptos, sujetos hoy a
investigación.
El año pasado, el Ministerio Público logró la aprehensión de 65
gerentes de Pdvsa, presuntamente involucrados en esos hechos y develó una trama
delictiva que blanqueó un estimado 4.000 millones de euros desde 2006, en
Andorra, entre otras irregularidades.
En esencia, la estrategia principal radica en limpiar a la
industria petrolera de todo rastro de corrupción y comprometer a la clase
obrera en la recuperación de la capacidad productiva del país, como instara
Maduro en su discurso ante el foro plenipotenciario.
Tales esfuerzos van acompañados de la paulatina recuperación de
los precios de los hidrocarburos, gracias al acuerdo de recorte de la
producción firmado y ratificado por los miembros de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo y otros grandes productores, proceso en el que
Venezuela desempeñó un rol protagónico.
El refinanciamiento de la deuda externa, el fortalecimiento de
la industria minera y la creación de oportunidades para promover y proteger la
inversión extranjera, constituyen otros temas estratégicos en la ruta hacia la
recuperación económica.
La reactivación de la economía resultará vital para la
consolidación de la Revolución bolivariana, que enfrentará retos formidables en
lo social y lo político de cara a las elecciones presidenciales –previstas para
el primer cuatrimestre de 2018–, bajo el asedio de la oligarquía nacional en
alianza con sus aliados externos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario