Por Juan Diego Nusa Peñalver
Occidente condena unánimemente el referéndum en Crimea, al que se opone, mientras prepara sanciones contra Rusia. La historia recuerda a algunos referéndums que fueron apoyados por Occidente, otro hecho que muestra una doble moral de sus gobiernos.
Este domingo 16 de marzo se cruza el Rubicón con la realización de la consulta en la que población de Crimea se pronuncie sobre el estatus de esta república autónoma y su posible adhesión a Rusia. Varios gobiernos occidentales calificaron de “ilegítima” la votación. Moscú, a su vez, sostiene que el referéndum no es nada más que una muestra del derecho democrático del pueblo crimeo a la libre determinación y de que se cumple el Derecho Internacional.
En el pasado, Occidente en ningún momento impidió a los Estados que celebraron o estaban en el camino de celebrar un referéndum y en algunos casos los apoyó activamente.
Kosovo
No hubo ningún rechazo enérgico por parte de Occidente cuando se realizó la votación del pueblo de Kosovo (de mayoría de origen albanés) en 1991, antes de su autoproclamación como Estado independiente. Washington fue uno de los que respaldó la independencia de Kosovo dos años antes de que la ONU declarara en 2010 que la independencia no contradecía al derecho internacional, y aún en contra de la opinión de Moscú, que reclamaba el cumplimiento de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconocía la integridad territorial y soberanía de la República de Serbia a la que pernecía ese territorio, donde nació su cultura.
Las fuerzas de la OTAN intervinieron en 1999, llevando a cabo una campaña militar contra objetivos en Serbia y en Kosovo. Más de 500 civiles murieron y miles fueron heridos en la incursión de la OTAN en el territorio de la antigua Yugoslavia.
Sudán del Sur
Tras un conflicto largo y sangriento, Sudán del Sur se separó de Sudán en 2011, convirtiéndose en el estado más joven del mundo. La entonces secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, elogió la medida y calificó de “histórico” el día de la independencia como “un testimonio de los esfuerzos incansables de la población de Sudán del Sur en la búsqueda de la paz”, sentenció.
Washington, por su parte, gastó alrededor de 600 millones de dólares en la construcción de la nueva nación, pero luego congeló los pagos debido a una escalada de la violencia en la nueva nación africana.
Las Islas Malvinas
En marzo de 2013 el Gobierno británico impuso un referéndum en las Islas Malvinas para determinar si los isleños deseaban seguir siendo una colonia británica. Como resultado, el 98,8% de los habitantes del archipiélago demostró que querían seguir estando bajo la soberanía del Reino Unido.
A pesar de las fuertes protestas de Buenos Aires, Occidente no hizo nada para intervenir y detener la votación. Argentina reclama la soberanía de las islas desde 1833 y no reconoció el plebiscito, que consideró ilegal y “totalmente irrelevante”.
Escocia
El Gobierno escocés ha programado un referéndum para septiembre de 2014 y lanzará a su población la opción de si quiere la independencia del Reino Unido. Gran Bretaña advirtió que si Escocia se separa, no podrá utilizar la libra esterlina y tendrá que volver a solicitar la adhesión a la UE. En todo el proceso de preparación del plebiscito Occidente no se ha manifestado sobre este caso.
Cataluña
La comunidad autónoma española de Cataluña anunció que en septiembre de este año llevará a cabo una votación sobre si quiere la independencia de España. Madrid indicó que el referéndum viola la Constitución porque cuestiona la soberanía española. Hace unos días el Gobierno de España rechazó la petición de convocatoria de referéndum presentada por el Parlamento de Cataluña. Sin embargo, pese al rechazo contundente de Madrid, Occidente no ha entrado a opinar de forma abierta como en el caso de Crimea.
Occidente condena unánimemente el referéndum en Crimea, al que se opone, mientras prepara sanciones contra Rusia. La historia recuerda a algunos referéndums que fueron apoyados por Occidente, otro hecho que muestra una doble moral de sus gobiernos.
Este domingo 16 de marzo se cruza el Rubicón con la realización de la consulta en la que población de Crimea se pronuncie sobre el estatus de esta república autónoma y su posible adhesión a Rusia. Varios gobiernos occidentales calificaron de “ilegítima” la votación. Moscú, a su vez, sostiene que el referéndum no es nada más que una muestra del derecho democrático del pueblo crimeo a la libre determinación y de que se cumple el Derecho Internacional.
En el pasado, Occidente en ningún momento impidió a los Estados que celebraron o estaban en el camino de celebrar un referéndum y en algunos casos los apoyó activamente.
Kosovo
No hubo ningún rechazo enérgico por parte de Occidente cuando se realizó la votación del pueblo de Kosovo (de mayoría de origen albanés) en 1991, antes de su autoproclamación como Estado independiente. Washington fue uno de los que respaldó la independencia de Kosovo dos años antes de que la ONU declarara en 2010 que la independencia no contradecía al derecho internacional, y aún en contra de la opinión de Moscú, que reclamaba el cumplimiento de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconocía la integridad territorial y soberanía de la República de Serbia a la que pernecía ese territorio, donde nació su cultura.
Las fuerzas de la OTAN intervinieron en 1999, llevando a cabo una campaña militar contra objetivos en Serbia y en Kosovo. Más de 500 civiles murieron y miles fueron heridos en la incursión de la OTAN en el territorio de la antigua Yugoslavia.
Sudán del Sur
Tras un conflicto largo y sangriento, Sudán del Sur se separó de Sudán en 2011, convirtiéndose en el estado más joven del mundo. La entonces secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, elogió la medida y calificó de “histórico” el día de la independencia como “un testimonio de los esfuerzos incansables de la población de Sudán del Sur en la búsqueda de la paz”, sentenció.
Washington, por su parte, gastó alrededor de 600 millones de dólares en la construcción de la nueva nación, pero luego congeló los pagos debido a una escalada de la violencia en la nueva nación africana.
Las Islas Malvinas
En marzo de 2013 el Gobierno británico impuso un referéndum en las Islas Malvinas para determinar si los isleños deseaban seguir siendo una colonia británica. Como resultado, el 98,8% de los habitantes del archipiélago demostró que querían seguir estando bajo la soberanía del Reino Unido.
A pesar de las fuertes protestas de Buenos Aires, Occidente no hizo nada para intervenir y detener la votación. Argentina reclama la soberanía de las islas desde 1833 y no reconoció el plebiscito, que consideró ilegal y “totalmente irrelevante”.
Escocia
El Gobierno escocés ha programado un referéndum para septiembre de 2014 y lanzará a su población la opción de si quiere la independencia del Reino Unido. Gran Bretaña advirtió que si Escocia se separa, no podrá utilizar la libra esterlina y tendrá que volver a solicitar la adhesión a la UE. En todo el proceso de preparación del plebiscito Occidente no se ha manifestado sobre este caso.
Cataluña
La comunidad autónoma española de Cataluña anunció que en septiembre de este año llevará a cabo una votación sobre si quiere la independencia de España. Madrid indicó que el referéndum viola la Constitución porque cuestiona la soberanía española. Hace unos días el Gobierno de España rechazó la petición de convocatoria de referéndum presentada por el Parlamento de Cataluña. Sin embargo, pese al rechazo contundente de Madrid, Occidente no ha entrado a opinar de forma abierta como en el caso de Crimea.
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