por: sputniknews
https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201911071089228792-el-doble-criterio-de-luis-almagro-en-la-oea-otra-vez-al-descubierto/
Las protestas en Ecuador y Chile y las elecciones de Bolivia volvieron a demostrar "el doble estándar" del secretario general de la OEA, Luis Almagro, sostuvo el exparlamentario y diplomático uruguayo Juan Raúl Ferreira. Señaló también cómo Almagro pretende asegurarse la reelección a su cargo con el apoyo de EEUU, Colombia y la derecha de su país.
Ferreira, hijo del histórico caudillo
del Partido Nacional uruguayo Wilson Ferreira Aldunate, dijo a Sputnik que los
últimos meses del mandato de Almagro al
frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) confirman que su
gestión no estuvo al servicio de los países latinoamericanos sino que se trató
de "un puente de la política exterior de EEUU hacia América Latina".
El 31 de octubre, Almagro se reunió con el presidente ecuatoriano,
Lenín Moreno, en Quito. Allí, el titular del organismo regional felicitó al mandatario "por
las decisiones que fue tomando durante todo el período de protestas y cómo supo
muy sabiamente aislar la protesta social de los violentos, de la criminalidad,
de la vocación política que no respeta los principios de la democracia y los
derechos humanos".
La represión policial de las manifestaciones, sin embargo, dejó un saldo
de 11 personas fallecidas y miles de detenidos, en su mayoría de formas
"arbitrarias e ilegales", según reportó la Defensoría del Pueblo de
Ecuador.
Mientras en Chile las manifestaciones recrudecían, y ya registran 23
muertos y múltiples denuncias de abuso policial, Almagro concentró su mirada en el proceso electoral de Bolivia y
respaldó el reclamo del candidato opositor Carlos Mesa sobre un presunto fraude en favor de la reelección de Evo Morales.
Para Ferreira, las diferentes posturas de Almagro en torno a Bolivia y a otras
elecciones como la de Honduras en 2017 demuestran la dualidad de criterio del
líder de la OEA. Ferreira, quien ejerció como observador electoral en el organismo
hasta 2016, señaló la inacción de Almagro en el proceso electoral hondureño, a
pesar de que "la misión de observación electoral declaró las elecciones
ilegítimas y absolutamente fraudulentas".
"Sin embargo, basta con que un dirigente opositor diga, sin ningún
fundamento documental, que hubo fraude en las elecciones de Bolivia para que el
secretario general interviniera directamente", cuestionó.
Ferreira, cuyo último cargo público en Uruguay fue como directivo de la
Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) entre 2013 y 2017, aseveró
que el tipo de intervención que está haciendo Almagro en Bolivia "es
violatorio de la carta de la OEA, que establece que las misiones electorales
deben tener independencia técnica". En ese sentido, criticó que
"antes de que la misión se pronuncie, Almagro ya está haciendo
declaraciones".
El expresidente de la INDDHH en Uruguay también cuestionó la postura de
la OEA cuando en Bolivia "no hay una sola acta de una mesa electoral
cuestionada por el líder opositor cuyos resultados no coincidan con lo que
computó el Supremo Tribunal Electoral".
La situación le recordó a Ferreira su última misión electoral al
servicio de la organización, durante los comicios de 2016 en Haití. Si bien ya
se conocían del ámbito político uruguayo —Almagro fue ministro de Relaciones
Exteriores durante el Gobierno de José Mujica (2010-2015)—, se trataba de la
primera oportunidad en que Ferreira se desempeñaba en una misión de observación
con Almagro a la cabeza de la OEA. Según Ferreira, aquella elección transcurrió
con "legitimidad jurídica" pero en un contexto de extrema pobreza y
marginación social que hizo que votara aproximadamente el 10% de la población.
En su informe final, Ferreira dejó constancia de este contexto y
advirtió sobre la falta de representatividad de Jovenel Moise, quien resultó
electo en esa instancia. Sin embargo, recordó, "Almagro pretendía que mi
informe terminara diciendo que las elecciones habían transcurrido en paz".
El entredicho entre ambos culminó con la renuncia de Ferreira a las
misiones de la OEA y la modificación inconsulta de su informe, cuya
presentación pública debió "improvisar" ante el Consejo Permanente de
la organización.
"Se nota clarísimamente un doble estándar cuando las revueltas son
mínimas y se agotan en sí mismas y cuando son protestas sociales reprimidas
violentamente como en Chile, Ecuador, Argentina o Brasil", sostuvo.
El truco de Almagro para lograr su reelección
A pesar de haberse alejado de Almagro, Ferreira continúa siguiendo de
cerca la gestión de su compatriota, de quien incluso llegó a ser el único
invitado internacional a su asunción en Washington. De hecho, Ferreira recordó
que el comienzo de la gestión del exministro de Mujica generaba pocas
expectativas en los países que actualmente le dan su apoyo.
El exparlamentario apuntó que originalmente Almagro se rodeó de "un
círculo progresista" de asesores que, poco tiempo después, fue sustituido
por otro "más conservador". Finalmente, apuntó, "terminó en un
alineamiento casi que vergonzoso con la política exterior de Estados
Unidos".
Los nuevos posicionamientos de Almagro pronto lo alejaron de la política
exterior del Gobierno de Uruguay, país que lo había propuesto en 2014. Incluso,
Almagro fue expulsado de su partido, el Frente Amplio, y rechazado
públicamente en una carta por el propio Mujica, uno de los principales
artífices de su candidatura internacional.
De cara a una nueva elección de secretario general para el período
2020-2025, el apoyo a Almagro no se inició en su país natal sino en Colombia y
EEUU, reconoció el propio Almagro. En julio de 2019, el presidente colombiano,
Iván Duque, envió una carta a su par uruguayo, Tabaré Vázquez, para
"solicitar" el apoyo de Uruguay a la reelección del presidente de la
OEA.
Vázquez respondió en
agosto que la discusión de una reelección en esa fecha era "excesivamente
anticipada". El mandatario uruguayo recordó además que, debido a los
tiempos de la OEA, la elección de un nuevo secretario general se realizaría
luego del final de su mandato (el 1 de marzo de 2020), y dejó la decisión en
manos del próximo Gobierno uruguayo.
Varios países intentaron sin éxito adelantar la elección para el 2019
con el fin de asegurarle a Almagro algunos votos como el del presidente
argentino, Mauricio Macri, quien concluye su mandato en diciembre de este año.
Según Ferreira, Almagro optó por mantener la elección para 2020 "anhelando
que en Uruguay gane la oposición".
Si bien Almagro ya contaría con el apoyo de países como EEUU, Colombia,
Chile, Ecuador o Brasil, el secretario general necesita 18 de los 34 votos de
la asamblea general para ser reelecto. Para Ferreira, el voto de Uruguay sería
importante para Almagro, dado que "sería un hecho sin precedentes que no
tenga el voto de su país natal, que además es el que lo propuso
originalmente".
Es decir, si el partido que expulsó a
Almagro pierde las elecciones nacionales el 24 de noviembre, su reelección en la OEA podría contar con el voto de
su país con el nuevo Gobierno. Según proyectan medios uruguayos, la coalición
del Partido Nacional y el Partido Colorado podrían aceptar la continuidad de
Almagro, aunque sus líderes lo hayan criticado en el pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario