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miércoles, septiembre 11, 2013

Mas Canosa traicionado por sus herederos políticos (#Miami #EEUU #Cuba)

Radio Miami
Una de las tendencias más acentuadas de psicosis clínicas es aquella en que los pacientes cierran los ojos para no ver las cosas o a las personas. Es un patrón mágico equivalente a “desaparecer” los objetos. Inconscientemente en algunos casos es la manera de “matar” a quienes resultan molestos. En la realidad, dicho mecanismo responde a una agresividad que varía con cada uno de los enfermos.

En política, esta tendencia se repite y consiste en no “nombrar al oponente o al enemigo”. Al margen de las racionalizaciones que se aplican para justificar semejante estilo, diciendo que es para no encumbrar al otro o para evitar hacerle a esa persona una inmerecida propaganda, el procedimiento lleva implícito ese mecanismo.



Siempre he preferido guardar distancia de esos “estilos políticos” y pienso que hablar de los opositores, reconocerlos, nombrarlos  y respetarlos hasta el punto que la conducta de los mismos lo merezca, es más bien un deber de caballerosidad y en algunos casos de humanidad.

Dentro de unos días se conmemoran 74 años del nacimiento de Mas Canosa, único líder que ha tenido el llamado “exilio cubano”. Dicho “exilio”, ya lo hemos dicho, es una abstracción que el tiempo convirtió en entelequia para un conjunto de cubanos que se radicaron en Miami. Esta abstracta entidad está compuesta por personas que reaccionaron al proceso revolucionario iniciado en 1959, instigados principalmente por Estados Unidos de Norteamérica y por las confusiones derivadas de la Guerra Fría, el catecismo soviético y el triunfalismo estadounidense nacido a partir de los beneficios económicos que obtuvo este país luego de terminar la Segunda Guerra Mundial.

Por circunstancias que no vamos a analizar en esta oportunidad, ninguno de los cubanos utilizados por los servicios de inteligencia estadounidense para llevar a cabo sus planes hegemónicos, llegó a convertirse verdaderamente, en lo que pudiéramos llamar un líder de ese sector que languidece con los años. El único líder real que han tenido fue el fallecido Más Canosa.

Desgraciadamente para su memoria, ese “exilio”, bajo la dirección de quienes le sucedieron caricaturescamente, no cumplieron su deseo de alcanzar lo que ellos llaman “una Cuba libre y soberana”, lo cual se traduce en el derrocamiento del actual gobierno cubano y en el mejor de los casos, en el asesinato de cualquiera de los hermanos Castro o de ambos.

Pudiéramos agregar que no sólo su legado no se realizó sino que su obra ha sido traicionada.

El primero fue Luis Posada Carriles quien a mediados de 1998 contó a la prensa que durante años Mas Canosa le había enviado dinero suficiente para sus planes contra Fidel Castro. De esta manera desbarató el apoyo secreto que la Fundación Nacional Cubano Americana (organización fundada por Mas Canosa) le había brindado, dándole elementos al propio Fidel Castro para acusar como terrorista a esta agrupación, cuyos planes insurrectos, conspirativos y agresivos quedaron al descubierto.

A fines del año 2000 y durante buena parte del 2001, Miami fue el centro de una batalla relacionada con un niño cubano que había llegado a las costas de Miami luego de zozobrar la embarcación en la cual era transportado. En esa oportunidad Jorge Mas Santo, hijo del difunto, actuó incorrectamente y se dejó llevar por la debilidad del entonces Presidente Clinton, quien devolvió al pequeño a Cuba.

A fines del 2001, muchos que acompañaron a Mas Canosa durante sus luchas en contra del gobierno cubano abandonaron la Fundación y crearon el Consejo por la Libertad de Cuba. Destruían así la organización más fuerte que ha existido en el “exilio”, fundada en 1981 y a la que Mas Canosa dedicó todos sus esfuerzos.

Fue tanto el daño, que a partir de ese momento, los directivos de la Fundación jamás fueron escuchados nuevamente en la Casa Blanca, como ocurrió en vida de Mas Canosa.

En el año 2008, la Fundación publicó una carta en la que cuestionaba la efectividad de la ayuda que brindaban algunos grupos de ese llamado “exilio”, a los disidentes en Cuba. Eso motivó que la Oficina de Contabilidad del Gobierno hiciera una auditoria donde se demostró que estos grupos sólo suministraban a la disidencia cubana un porcentaje ínfimo del dinero federal que recibían.

Quienes enviaron esta carta desde la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), provocaron la desunión de varios de esos grupos, además de fuertes restricciones a la ayuda federal para aquellos que desde Miami han apoyado la “guerra” contra el gobierno cubano. Al propio tiempo favorecieron una mayor represión contra los grupos disidentes en la Isla.

Con cinismo pudiéramos decir que, casualmente, cuatro años después, la Fundación Nacional Cubano Americana recibió una ayuda millonaria, por intermedio de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, con lo cual nuevamente el difunto líder era traicionado, porque Mas Canosa siempre dijo que quien “paga manda” y nunca quiso que nadie lo dirigiera.

Esta última traición es la peor de todas, porque al llegar desordenadamente a Cuba el dinero para la disidencia, sus líderes Berta Soler y José Daniel Ferrer, critican a la Fundación y la odian públicamente.

Con esto último han extinguido la disidencia dentro de Cuba, aunque algunos de estos grupos que visitan Miami pretendan que la gente emigrada crea lo contrario.

No voy a continuar enumerando hechos que desdicen de estas personas, porque el presente trabajo sería extremadamente largo, pero sin duda que lo dicho hasta aquí desmerita mucho a aquellos que suponían continuar la obra emprendida por Mas Canosa.

¿Podrán los representantes de su legado, ponerle límite a esa cadena de traiciones? La respuesta la tienen solamente ellos mismos, quienes no sólo son los beneficiarios económicos de las infidelidades mencionadas, sino que a su vez disfrutan de las prebendas políticas heredadas precisamente de las habilidades que tuvo el traicionado.

Mas Canosa fue el único líder indiscutido de ese grupo nostálgico llamado “exilio”, pero sus seguidores se parecen más a un puñado de pícaros callejeros que a los representantes serios de una comunidad.

Honrar honra y salvando la distancia que nos separa de Mas Canosa, hay verdades que no pueden o no deben ser ocultadas.

Así lo veo y así lo digo.

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