En un acto que debe indignarnos y avergonzarnos como panameños, el Gobierno de Ricardo Martinelli, entre muy pocos en el mundo, ha manifestado su abierto y cínico apoyo a la decisión del Gobierno de Barak Obama de invadir a Siria.
Para ello esgrime los argumentos no comprobados de que el Gobierno de Siria ha utilizado armas químicas contra fuerzas opositoras, entre ellas las de Al Qaeda, hoy aliada de Washington en esa región del mundo pese a que juró destruirla, una vez ocurrido el derrumbe de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Y es que Estados Unidos, principal fabricante de estas armas químicas, las que surte a las fuerzas opositoras en Siria, no tiene ningún reparo de aliarse a la organización que fue hechura de ellos mismos como es Al Qaeda para lograr apoderarse de los valiosos recursos de hidrocarburos existentes en esta parte del globo.
La posición de Panamá va en contra sentido de la inmensa mayoría de gobiernos y los pueblos del mundo que se pronuncian en contra del genocidio a punto de perpetrarse en Siria y atenta contra el principio de Neutralidad del Canal.
Incluso el Papa Francisco también llamó a “globalizar el pedido de paz y decretó una jornada de ayuno y oración en contra de la guerra para el día 7 de septiembre…”
Barak Obama ha puesto una vez más de manifiesto que el Premio Nobel de la Paz que se le otorgó nunca fue merecido y lo deshonra una vez más, contrariando así al más del 60% de la población estadounidense que se manifiesta en contra de la guerra.
Los panameños, que hemos sufrido en carne propia la intervención militar norteamericana numerosas veces a lo largo de nuestra historia, no podemos callar ante esta política humillante del Gobierno de Ricardo Martinelli y, junto a los pueblos del mundo, elevamos nuestra voz para que cese de inmediato la matanza que pretende realizar Estados Unidos en Siria, donde los que más sufrirán serán los niños, mujeres y ancianos.
Como dijera el Premio Nobel de la Paz, quien sí ha sabido honrar ese honor, Adolfo Pérez Esquivel, en carta dirigida al mandatario norteamericano: “Obama, nunca olvides que siempre recogemos los frutos de lo que sembramos. Cualquier ser humano debería sembrar paz y humanidad, más aún un Premio Nobel de la Paz. Espero que no termines convirtiendo el‘sueño de fraternidad’ que anhelaba Luther King en una pesadilla para los pueblos y la humanidad.
¡Nace la Esperanza!
FAD
FRENTEA AMPLIO POR LA DEMOCRACIA
Panamá, 5 de septiembre de 2013.
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